Trabas legales para adoptar a 800 niños en casas de cuna del DF
En las casas cuna del Distrito Federal viven cerca de 800 niños. En los archivos de esas instituciones, dependientes del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, hacen antesala 120 potenciales padres adoptivos mexicanos y otros 250 más extranjeros.
Pero una barrera separa a los niños y a sus posibles adoptadores: la totalidad de estos pequeños sin familia está involucrada en alguna averiguación previa del sistema judicial, y por lo tanto ``no reúnen los requisitos'' para ser adoptados.
Sin embargo, en la casa cuna de Tlalpan, en la sección de niñas, hay 12 pequeñas que sí cumplen todos los requisitos para poder incorporarse a una familia, pero para ellas no hay solicitudes pendientes.
Los obstáculos empiezan porque la resolución del proceso jurídico puede durar hasta un año y medio, y cuando el niño rebasa los dos años de edad, los solicitantes nacionales ya no se interesan. En cambio, los extranjeros adoptan niños de hasta 13 años, pero para ellos el trámite es más complicado por la precaución de los jueces de lo familiar para evitar el tráfico de menores, su prostitución y maltrato fuera del país.
Irrevocabilidad a la adopción plena
Elva Leonor Cárdenas Miranda, directora de Asistencia Jurídica del DIF, comentó que actualmente hay un proyecto en la Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ARDF) para incorporar a la ley el carácter de irrevocabilidad a la adopción plena. También está a discusión un capítulo específico para las adopciones internacionales.
La figura de adopción plena, que ya existe en 13 estados de la República, otorga al menor la condición de hijo consanguíneo, extingue los derechos con respecto a la familia biológica y el adoptado hereda como hijo, además de que lleva apellidos del o los adoptantes.
Tal como existe ahora, la adopción semiplena establece que el parentesco se limita al adoptado y al adoptante; no se extinguen los derechos y obligaciones en la familia biológica, únicamente se transfiere la patria potestad a los padres adoptivos; además, el adoptado no tiene derechos sucesorios con respecto a los parientes del adoptante, admite revocación y los padres adoptivos eligen si dan o no su apellido al menor.
De enero a octubre de este año el DIF concretó 376 adopciones en todo el país, por las cuales 304 niños se integraron a hogares mexicanos y 72 fueron adoptados por extranjeros, principalmente estadunidenses, italianos, canadienses y españoles.
Según José Carlos Cuentas-Zavala, representante de Unicef, México tiene buenas calificaciones internacionales en cuanto a la protección de los niños, pero tiene una legislación de adopciones que el diplomático considera ``atrasada''.
``No sólo hay que tomar todas las medidas precautorias para evitar el maltrato infantil, la pornografía, prostitución e incluso el tráfico de órganos. También es indispensable promover la integración plena de los niños desamparados a una familia'', sostiene Cuentas-Zavala.
En cuanto a la adopción internacional, Cárdenas Miranda señaló que siempre es mayor el número de solicitantes con respecto a los nacionales.
Con el fin de garantizar el bienestar de los infantes, el DIF realiza un seguimiento de 24 meses, en promedio, a través de las embajadas y consulados de México en el extranjero. En los casos de adopción nacional la supervisión es de tres meses.
Sin embargo, el número de casos concluidos es siempre menor en las internacionales. En 1995 se realizaron 586 adopciones nacionales y sólo 91 extranjeras; de las primeras, 108 fueron en Sinaloa, 81 en Nuevo León y 51 en el Distrito Federal.
De las adopciones internacionales en ese mismo año, 33 ocurrieron en Puebla, 20 en Oaxaca y 13 en el Estado de México.
Al referirse específicamente al Distrito Federal, Cárdenas Miranda señaló que los niños que viven en las casas cuna y casas hogar provienen en su mayoría del albergue temporal de la Procuraduría General de Justicia capitalina por causas de maltrato, abandono, extravío, abuso sexual, robo de infante, madre incapaz y controversias familiares.
Existe la propuesta de funcionarios del DIF y de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal para que los padres biológicos que abandonan a sus hijos pierdan la patria potestad a los tres meses y no a los seis como lo estipula la ley.
Información más precisa proporcionada en los albergues señala que, al 11 de noviembre pasado, en la casa cuna de Coyoacán había 104 menores, desde lactantes hasta chicos de cinco años. Allí en ningún caso se puede concluir el trámite de su adopción a pesar de que hay 51 solicitudes en lista de espera.
En la casa cuna de Tlalpan viven 89 niños, de los cuales nueve están en proceso de convivencia con posibles adoptantes.
La población de la casa hogar para niñas es de 462 entre 6 y 18 años de edad. De ellas 12 reúnen los requisitos para ser adoptadas, pero en este albergue casi no se reciben solicitudes. En la casa hogar para varones hay 191 chicos, 17 de ellos en condiciones de ser propuestos y dos están en proceso legal para concretar la adopción. (Angeles Cruz