Morirán este año 8 mil niños por enfermedades respiratorias: Ssa
Diez millones de niños podrían padecer infecciones respiratorias (desde catarros hasta neumonías) y recaer cinco o más veces en esta temporada invernal. A causa de estas enfermedades, en México cada año mueren 80 niños por cada 16 mil recién nacidos vivos, cifra que representa 1.5 veces más la tasa de mortalidad de Estados Unidos y duplica la que está estimado para el año 2000.
El director del Programa Nacional de Prevención y Control de las Enfermedades Diarreicas e Infecciones Respiratorias, Ernesto Calderón Jaimes, informó los anteriores datos y admitió que el programa a su cargo ``está rezagado'' por problemas operativos.
Ante la posibilidad de que se presenten más de 50 millones de casos de padecimientos respiratorios en menores de cinco años, la Secretaría de Salud ha lanzado un plan denominado Jornada Invernal de Lucha contra las Enfermedades Respiratorias Agudas, que incluye medidas preventivas contra la diarrea. El lema es: ``Salvemos a un niño de morir por diarrea o neumonía''.
Según cálculos de la Ssa, para 1996 se calcula que a causa de los padecimientos respiratorios mueran casi ocho mil menores de cinco años, lo que representa apenas una disminución del 7.6 por ciento en comparación con las ocho mil 649 defunciones ocurridas en 1995, indicó el doctor Calderón.
Las infecciones respiratorias agudas son un de las causas principales de enfermedad y muerte de los niños en México. Ocupan el primer lugar como causa de enfermedad en los menores de cinco años, situación que afecta su crecimiento y desarrollo.
La neumonía o pulmonía es la principal complicación de estas infecciones y ocupa el tercer lugar entre las causas de muertes en este grupo de población.
Además, uno de cada seis fallecimientos que ocurren en la población de niños menores de cinco años, es por infecciones respiratorias agudas a pesar de que la mayoría de estas muertes se pueden evitar si se brinda atención oportuna.
En la presentación de infecciones respiratorias agudas influyen factores de riesgo como el bajo peso al nacer, la desnutrición, la ausencia de lactancia materna, el hábito de fumar de los adultos, la contaminación ambiental y el esquema de vacunación incompleto.
Sobre la importancia que tiene la contaminación ambiental en la incidencia de estas infecciones, el especialista señaló que la dependencia carece de estudios al respecto. Asimismo minimizó el posible impacto de las inversiones térmicas en la salud de los niños, al señalar que los pequeños no están expuestos a la contaminación atmosférica porque no permanecen mucho tiempo en la calle.
Las acciones se aplicarán especialmente en los estados de México, Puebla, Chiapas, Guanajuato, Oaxaca y Veracruz, donde se concentra el 65 por ciento de los casos.
El programa que empezó a principios de este mes se dirige a niños menores de cinco años y en particular a los de menos de un año, ya que ocho de cada diez fallecimientos por esta causa se registran en este grupo poblacional.
El plan invernal incluye también la visita a 852 escuelas del Distrito Federal que están ubicadas en las zonas de más alta vulnerabilidad con el objetivo de verificar el estado de salud de los niños.
En principio, la Ssa aseguró que en coordinación con la SEP, ya se hicieron mejoras físicas en los planteles educativos, entre ellas, la reposición de vidrios y la instalación de puertas.
Con el lema ``¡Si respira rápido, rápido a la unidad de salud!, la campaña informa los síntomas tanto de infecciones leves como de neumonías.
En promocionales que ya se difunden en radio y televisión se informa de las manifestaciones de infecciones menos graves que provocan tos, dificultad para respirar, ronquera, dolor o secreción de oído, dolor o enrojecimiento de garganta y obstrucción o secreción nasal.
En el caso de la neumonía avanzada, la dependencia aconseja acudir de inmediato al médico cuando el niño respira más rápido de lo normal o se agitan, se le hunde el pecho al respirar, duerme más de lo acostumbrado, tienen baja temperatura, no acepta los alimentos y padece convulsiones. (Claudia Herrera Beltrán)