La Jornada 26 de noviembre de 1996

Legales, las privatizaciones mexicanas, dice a empresarios filipinos

Elena Gallegos y Mireya Cuéllar, enviadas, Manila, Filipinas, 26 de noviembre. El presidente Ernesto Zedillo hizo esta mañana una defensa de la legalidad del proceso de privatización en México, y dijo que por darle una transparencia total, a veces no se ha ido tan rápido como se desea.

Antes de partir a Singapur, donde continuará su gira por Asia, y frente a los más importantes empresarios filipinos, el mandatario mexicano señaló que siempre es mejor respetar la ley, que tener que enfrentar luego cuestionamientos acerca de la ilegalidad de las privatizaciones, y destacó el profesionalismo de los funcionarios mexicanos que han llevado adelante la venta de empresas paraestatales.

Al narrar a sus anfitriones detalles sobre la ``tremenda y dramática'' recesión que vivió la economía mexicana el año pasado, y que ocasionó una caída del producto interno bruto (PIB) del 6 por ciento, así como un déficit en la cuenta corriente de casi 30 mil millones de dólares, aparejado a la obligación de México de saldar pagos en divisas (Tesobonos) por más de 40 mil millones de dólares, Zedillo reiteró que esta situación pudo sortearse gracias a la profunda reforma estructural que se había emprendido en el país.

Ante el shock que vivió la economía ``no había otra alternativa más que continuar persiguiendo el cambio estructural profundo en la economía. Lo hicimos. La economía mexicana está resurgiendo. Por eso la diferencia, lo puedo decir con toda confianza, es que hemos tenido éxito''.

Para apoyar su afirmación recurrió a las cifras registradas el último trimestre y que reportan espectaculares tasas de crecimiento en sectores claves como el manufacturero y el de la construcción (13 y 23 por ciento, respectivamente).

Al final habló de su entrevista con el presidente Fidel Ramos y de la posibilidad de que éste visite México el año entrante. Desde hace 32 años ningún mandatario filipino (el último que lo hizo fue Diosdado Macapagl) ha viajado a territorio mexicano, y Zedillo es, después de Adolfo López Mateos, el primer jefe de Estado mexicano que visita Manila. Zedillo evitó referirse al ex dictador Ferdinand Marcos, que estuvo en México en 1982, en la Cumbre Norte-Sur.

El presidente mexicano contó que Ramos se interesó especialmente por conocer el nombre de los empresarios que lo acompañan en su viaje. Al escuchar que entre ellos se encontraba Lorenzo Zambrano, presidente de Cemex (el tercer productor mundial de cemento), ``se alegró y me pidió que le comunicara que aquí en Filipinas se va a necesitar mucho cemento. Me dijo que le pidiera a Zambrano que lo mandara, o mejor que consiguiera un socio aquí para establecer una nueva fábrica''.

En la mesa que estaba frente al podio desde el que Zedillo hablaba, Zambrano reía a pierna suelta. Después, el dueño de Cemex comentó a los reporteros que el 10 por ciento de lo que produce en sus plantas de México (hay que recordar que tiene filiales en distintos países latinoamericanos), se exporta a Asia, y que de no vender nada en esta región hace tres años, este año colocó 3 millones de toneladas.

Los empresarios mexicanos que viajan con Zedillo se muestran optimistas en torno a los resultados de la gira. Claudio X. González dijo que el sector empresarial mexicano sólo se había enfocado a tratar de conquistar el mercado norteamericano, sin ver que en Asia existen iguales o mejores oportunidades, y ``es muy alentador ver que en los restaurantes de Manila se puede tomar cerveza mexicana''.

Zedillo partió poco después de las 11 horas hacia Singapur, mientras en círculos políticos de Manila no se comenta otra cosa que la decisión del sultán de Brunei de comprar tres de las 21 lujosas villas que se construyeron en Cubi Point, en la bahía de Subic.kkk