Afirma la policía de Tabasco que liberó a 10 indígenas, pero no aparecen
Angeles Mariscal y René Alberto López, corresponsales Policías preventivos del municipio tabasqueño de Tacotalpa aprehendieron ayer a diez indígenas chiapanecos que habían sido desplazados de sus tierras por los grupos armados priístas Chinchulines y Paz y Justicia, que operan en la zona norte de Chiapas.
Manuel López Martínez, representante de los indígenas desplazados del municipio Nuevo Limar, advirtió que de no ser liberados sus compañeros, se considerará cancelado el calendario de retorno de las 5 mil personas que permanecen desplazadas de sus comunidades a raíz de los enfrentamientos entre los grupos paramilitares priístas y las bases zapatistas.
Informó que la mañana de ayer domingo, policías de Tacotalpa, Tabasco, detuvieron a Sebastián López, Emilio López y Reynaldo Martínez Gómez, de la comunidad de Usipá; Antonio Ramírez Sánchez y Margarita Martínez Alvarez, de Nuevo Limar; Luisa Martínez Parcero, de El Limar; Clemente Pérez Díaz y Gloria Martínez Torres, de Masojá Grande; y Miguel Gómez y Alfredo N., de la comunidad El Progreso.
Agregó que la detención ocurrió cuando se dirigían a la comunidad Corozil, donde este lunes se realizaría el retorno de 30 familias desplazadas. Manifestó su temor de que las detenciones podrían tratarse de actos organizados por los propios Chinchulines y Paz y Justicia.
En tanto, la Dirección General de Gobierno de Chiapas, al justificar a la policía municipal de Tacotalpa, dijo que estas personas fueron detenidas ``momentáneamente para pedirles que se identificaran'' porque se les vio como ``sospechosas'', y ``una vez esclarecida su procedencia y destino, fueron puestos en libertad''.
El reporte policiaco menciona que no se ha precisado si las personas regresaron a Corozil o se dirigieron a otra comunidad, ``lo que sí es cierto es que la policía de Tacotalpa los dejó libres poco tiempo después de haber sido detenidos''.
La noche de hoy López Martínez advirtió que si en los próximos días no aparecen los detenidos se consideraría roto el diálogo entre las autoridades chiapanecas y los desplazados perredistas, lo que llevaría también a suspender el retorno.
El gobierno de Chiapas dijo que el retorno de 5 mil personas ya se retrasó ``ante las dificultades que han tenido para hacerles llegar el material de construcción para las casas que les fueron destruidas por los Chinchulines y Paz y Justicia''.
En tanto, Gilberto Jiménez, habitante de la zona norte de Chiapas, arribó a Villahermosa, Tabasco, para solicitar el apoyo del diputado local perredista Julio Alvarez Santos, porque hasta la tarde de ayer se ignoraba el paradero de los indígenas tzeltales y choles detenidos. Alvarez Santos se habría comprometido a entrevistarse con el secretario de Gobierno de Tabasco, Manuel Tellaeche Bosch, para pedirle que investigue e informe sobre el paradero de los indígenas chiapanecos