La Jornada 27 de noviembre de 1996

Retira Cuba su beneplácito al nuevo embajador español en la isla

Afp, Ansa, Efe, Reuter y Pl, La Habana, 26 de noviembre La tensión en las relaciones entre España y Cuba aumentó hoy, tras la decisión de La Habana de retirar su beneplácito al nuevo embajador designado por el gobierno conservador de José María Aznar, en protesta por la ``flagrante intromisión'' de Madrid ``en los asuntos internos'' cubanos.

Cuba incrementó además la seguridad en torno a la embajada de España en La Habana, en cuyos alrededores se concentraron cientos de cubanos al difundirse las noticias sobre el conflicto diplomático, y en un breve incidente, al caer la noche, algunas personas intentaron romper el cordón policial, pero fueron posteriormente dispersadas por los agentes.

Ante la decisión del gobierno de Fidel Castro, que en términos diplomáticos equivale a un congelamiento de las relaciones, el canciller español, Abel Matutes, dijo que su gobierno reaccionará con ``moderación y frialdad'' para ``evitar una escalada'', aunque dejó ``abiertas todas las opciones'' para responder a Cuba, y reiteró que el gobierno de la isla caribeña es ``una dictadura''.

El retiro del placet o aceptación a José Coderch fue anunciado en una extensa declaración de la cancillería publicada por el diario Granma junto con un discurso de Castro del sábado, en el que criticó la política del gobierno español hacia Cuba.

La Habana consideró ``una abierta e inaceptable injerencia en los asuntos internos'' las declaraciones de Coderch al diario madrileño ABC , en octubre pasado, en las que anticipaba su intención de ``abrir las puertas de la embajada de par en par a la disidencia'' cubana.

La nota relacionó después una serie de comentarios de Matutes en el sentido de que España busca ``una transición pacífica hacia la democracia'' en Cuba, y de Aznar, quien en la reciente Cumbre Iberoamericana le dijo a Castro que ``moviera piezas'' como una condición para mejorar las relaciones con Madrid.

También calificó de ``acto tremendamente enemistoso'' la propuesta de España a la Unión Europea --que ya la aceptó informalmente-- para condicionar la cooperación con la isla a su avance en las reformas políticas y económicas y de abrir las embajadas de los quince países a la disidencia interna.

El plan español es ``copia al carbón de las recomendaciones hechas por el enviado especial de los Estados Unidos (sobre Cuba), Stuart Eizenstat'', dijo la cancillería. ``España capitula una vez más frente a Estados Unidos, y se convierte en punta de lanza de su política'', añadió, al recordar que el año próximo se cumplen cien años de que Cuba se independizó de España.

Condenó además la ``tolerancia'' del gobierno español para con la constitución en Madrid, el pasado día 14, de la Fundación Hispano-Cubana. ``Declaraciones y acciones de este tipo constituyen sin lugar a dudas una flagrante intromisión en los asuntos internos de Cuba, y se contradicen con el espíritu y la letra de la Convención de Viena'', dijo.

Dijo que el gobierno cubano dio ``reiteradas muestras de prudencia y ponderación'' y evitó la confrontación pública, pero como el gobierno español continuó ``su escalada de manera burda y grosera'', La Habana ``no puede permanecer impasible''.

La cancillería reiteró su ``indiscutible voluntad de seguir trabajando por mantener y desarrollar las relaciones entre Cuba y España'' con base en el respeto mutuo y la no injerencia en los asuntos internos.

Coderch fue designado para sustituir a partir del 18 de diciembre al embajador saliente, Eudaldo Mirapeix, acusado por medios conservadores de indulgencia para con el régimen castrista. Las tensiones bilaterales comenzaron con la asunción, en mayo pasado, de Aznar, quien cortó al mínimo la ayuda a Cuba. La escalada verbal entre el jefe de gobierno español y Castro siguió este domingo y lunes, cuando intercambiaron epítetos de ``dictador'' y ``caballerito que viaja en aviones de la mafia terrorista de Miami''.

El canciller Roberto Robaina recibió esta mañana a los embajadores de los países de la Unión Europea para exponerles las razones de la decisión, comunicada la noche del lunes al embajador español saliente.

Cautela estadunidense

Estados Unidos optó por guardar silencio sobre ``algo que deben discutir España y Cuba'', pero aseguró que su campaña para crear presión contra el gobierno de Castro está dando frutos. El portavoz del Departamento de Estado, Nicholas Burns, aseguró que la posición europea ``será un factor que el presidente Bill Clinton tendrá en cuenta'' el 16 de enero, cuando decida si se pospone o no la entrada en vigor de las cláusulas más polémicas de la ley Helms-Burton, que endurece el bloqueo de 35 años contra Cuba al sancionar a firmas extranjeras que inviertan en la isla.

La UE se abstuvo de hacer comentarios, mientras que en España, la crisis diplomática dividió a la clase política. El ex presidente Felipe González mostró su desacuerdo con la decisión cubana, pero advirtió que esta situación ``se veía venir''; Izquierda Unida consideró que el origen de la medida cubana está en ``las continuas provocaciones de Aznar''..

A su vez, el embajador cubano en México, Abelardo Curbelo, dijo que el retiro del beneplácito a Coderch está perfectamente apegado a derecho, porque prácticamente ``nos había anunciado la guerra'', según informó David Aponte.

El fantasma de las ocupaciones

La crisis diplomática marca la mayor caída en el nivel de las relaciones bilaterales desde la crisis de las embajadas de septiembre de 1990, cuando la misión española en La Habana, entre otras, llegó a estar ocupada durante dos meses hasta por 18 cubanos que buscaban emigrar.

Desde esta mañana, y a pedido de la embajada de España, una veintena de agentes reforzó la custodia habitual de la sede diplomática, ubicada en el centro capitalino, y megáfono en mano invitaron a dispersarse a cientos de curiosos que se habían congregado al advertir el despliegue de prensa.

Sin embargo, algunos también estaban allí alentados por rumores que habían sido difundidos por emisoras anticastristas de Miami sobre la posibilidad de que la embajada ofreciera refugio.

Pese a que la sede diplomático calificó hoy de ``normal'' la situación, medios extranjeros de prensa reportaron la detención de diez personas que intentaron romper el cordón de seguridad