La Jornada 28 de noviembre de 1996

Entre 88 y 96 el TFE rechazó más del 90% de las impugnaciones

Jesús Aranda Más de 90 por ciento de los recursos de reclamación interpuestos en su momento ante el Tribunal Federal Electoral, fueron rechazados por ``infundados'' o ``notoriamente improcedentes'', debido al desconocimiento de los partidos políticos en la forma de presentar sus demandas, afirmó el presidente de ese órgano, José Luis de la Peza Cano.

En entrevista con La Jornada, el magistrado --quien forma parte del Tribunal Federal Electoral desde su creación en 1987 hasta su designación en el nuevo equipo en octubre pasado-- agregó que el tribunal que encabeza está listo para recibir las impugnaciones o recursos que presenten los partidos políticos en contra de las autoridades electorales, así como en los casos en los que las organizaciones políticas denuncien presuntas violaciones a la Constitución en materia electoral por parte de la autoridad.

Asimismo, adelantó que el tribunal interpondrá un recurso de revisión ante el juez de distrito que concedió el amparo al Partido del Foro Democrático en contra de la decisión --del Instituto Federal Electoral y del propio Tribunal Electoral-- de negarle el registro condicionado a ese instituto político.

``Tenemos en estudio (el asunto), ya que es muy atacable la resolución del juez y analizamos la posibilidad y conveniencia de impugnar la sentencia, porque no sería un precedente saludable ni aceptable'' el que un juez de distrito impugne las resoluciones del Tribunal Electoral, cuyas decisiones son ``definitivas e inatacables'', subrayó.

Con una experiencia de casi diez años como magistrado electoral, De la Peza Cano comentó que más de 90 por ciento de las impugnaciones que conoció en su momento el Tribunal Federal Electoral --tan sólo de 1988 a 1996 resolvió 83 mil 998 recursos y procedimientos--, fueron rechazadas por infundadas o por ser notoriamente improcedentes.

Explicó que esta situación se da, porque los partidos políticos presentan recursos en serie ``con machotes'', con falta de referencias claras y concretas, además de que no ofrecen pruebas que sustenten sus demandas. Estas fueron las principales causas de desechamiento e improcedencia, acotó.

Asimismo censuró la actitud de algunos partidos políticos de inconformarse en todos los casos en los que perdían la elección, lo cual no les redituaba ningún resultado, por la premura con la que presen- taban los recursos, lo que se traducía en la presentación de planteamientos generales que finalmente eran rechazados.

Señaló que con las nuevas atribuciones que le concede la ley al tribunal, entre ellas la calificación de la elección presidencial del año 2000, los partidos políticos deberán prestar atención particular al adiestramiento y capacitación de sus cuadros a nivel jurídico-electoral.

En este sentido, el magistrado recordó que el Tribunal Electoral cuenta con un centro de capacitación que ofrece sus servicios a los representantes de todos los partidos políticos que lo deseen, ``sin distinción alguna'', además de organismos electorales locales y distritales.

Interrogado sobre la forma como el Tribunal Electoral garantizará la imparcialidad de sus fallos, De la Peza respondió: ``no sé por qué se sospecha de si el Tribunal Federal Electoral recibió línea o si en algún momento se pretendió que la siguiéramos, de todos modos no hubiéramos atendido ningún señalamiento''.

E insistió: ``la única línea que recibimos es y será la del apego al marco jurídico. Nunca, nunca --enfatiza--, fuimos interlocutores en forma alguna de la Secretaría de Gobernación o de alguna otra rama del Poder Ejecutivo Federal.

El ex rector de la Escuela Libre de Derecho aseveró que con la integración del Tribunal Electoral al Poder Judicial de la Federación, se avanzó en la definición de la labor jurisdiccional que realizará el organismo, al tiempo que insistió en que el cuerpo colegiado que encabeza actuará con plena autonomía de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, además de que sus resoluciones serán definitivas, salvo cuando tengan lugar contradicciones de tesis entre una de las salas regionales y la sala superior.

Respecto a la actividad que desarrollará el Tribunal Electoral, previa a las elecciones de 1997, explicó que tendrá competencia para conocer impugnaciones de los partidos políticos en contra de las autoridades electorales locales, y no descartó que se presenten recursos relacionados con las recientes elecciones de Hidalgo, estado de México y Cohauila.

A pregunta expresa sobre la posibilidad de que el Tribunal Electoral recibiera posibles impugnaciones de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN), en relación con el presupuesto para los partidos políticos aprobado por el Congreso de la Unión y ratificado por el Instituto Federal Electoral, el magistrado De la Peza se limitó a señalar: ``las autoridades del IFE tomarán decisiones, dictarán acuerdos que podrán ser impugnados, y el Tribunal Electoral podrá conocer todos los temas objeto de actos y resoluciones del instituto; ``por lo pronto, no tenemos idea de los asuntos que pudieran ser impugnados por los partidos'', apuntó.

Lo importante es que con sus acciones, el Tribunal Electoral le dé firmeza a cada uno de los actos y resoluciones del proceso electoral, ya que, subrayó, hay oportunidad de atacar actos si se considera que están fuera de la ley.

Finalmente comentó que una de las características de los jueces en todas las materias --incluida por supuesto la electoral--, es que para el que gana, la labor del juzgador no tiene mérito; mientras que para el que pierde, queda el asunto con la sospecha de si hubo incapacidad o corrupción del juez, y si a esto se le agrega la pasión por tratarse de asuntos políticos...

``Le recuerdo, en el controvertido proceso electoral de 1994, el Tribunal Federal Electoral no fue cuestionado de manera alguna'', concluyó De la Peza.