Rechifla de militares al presidente boliviano contra su plan de privatizar el sistema de jubilaciones

Afp, Efe y Dpa, La Paz, 28 de noviembre El presidente boliviano, Gonzalo Sánchez de Lozada, fue objeto hoy de una rechifla por parte de militares en activo y retiro, a quienes explicaba una polémica iniciativa de ley de pensiones, que ha sido ampliamente rechazada por los sindicatos del país.

No obstante el ministro de Defensa, Jorge Otasevic, minimizó el asunto al afirmar que el descontento militar se limitó a un ``rumoreo'' de los asistentes. A su vez, el titular de Comunicaciones, Guillermo Ritcher, negó rotundamente que se haya suscitado una silbatina de rechazo a incluir a los militares en el plan de pensiones a discusión.

El coronel retirado, Adolfo Touchard, aseguró en cambio a una radio local que el mandatario fue rechiflado dos veces: cuando dijo a los asistentes que recibirían rentas de hasta 190 por ciento respecto de sus actuales salarios, y que los secretos militares --como las listas castrenses-- serían preservados con códigos.

Asimismo, de acuerdo con la versión proporcionada por un militar que pidió el anonimato, Sánchez de Lozada tuvo que ``llamar a la compostura'' a los asistentes. Pero el hecho es que los militares se niegan a la liquidación del actual sistema de seguro social, que el gobierno quiere sustituir por administradoras de fondos de pensiones.

En lo que se ha dado en llamar ``la madre de todas las estafas'', tanto sectores de los tres principales partidos de oposición como los gremios afiliados a la Central Obrera Boliviana (COB) se oponen firmemente al plan gubernamental. La COB, que ha organizado paros y huelgas de hambre, amenaza con una huelga general para los próximos días.

Mientras, medios de prensa y sectores políticos insistían este día en que en las próximas horas renunciarán varios ministros de Sánchez de Lozada interesados en postularse como candidatos a la presidencia en los comicios generales de 1997, pues por ley los aspirantes no deben ocupar cargos públicos en los seis meses previos a la contienda.

Entre los posibles renunciantes se menciona a los ministros de Gobierno, Carlos Sánchez Berzaín; de la Presidencia, Guillermo Justiniano; de Justicia, René Blattman; de Trabajo, Reynaldo Peters; y de Desarrollo Sostenible, Moiss Jarmusz.

Entre tanto, informes económicos oficiales señalan que la economía boliviana mostrará un crecimiento sostenido de entre el 5 y 6 por ciento en los próximos años, en un ámbito estable.

Asimismo, se estima que las inversiones extranjeras sobrepasarán los 600 millones de dólares en 1996, cifra superior en 59 millones de dólares a la registrada en 1995.

Al mismo tiempo, se informó que Bolivia rechazó una solicitud del Mercosur, formulada hace dos semanas, de bajar los aranceles para la importación a este país de trigo, harina de trigo, duraznos al jugo, quesos, chocolates, galletas, productos plásticos y siderúrgicos