Necesarios más recursos para el DF: Beristáin

Alonso Urrutia y Víctor Ballinas El secretario de Finanzas del Departamento del Distrito Federal, Javier Beristáin, aseveró ayer que es oportuno plantear al gobierno federal la necesidad de que la ciudad reciba recursos adecuados a la desconcentración de funciones, una compensación por los costos que representa el asentamiento de los poderes federales y corresponsabilidad en la inversión de proyectos metropolitanos.

Al presentar ayer en la Asamblea de Representantes la iniciativa de decreto de ley de ingresos y el presupuesto de egresos del Distrito Federal para 1997, el funcionario destacó que de los 37 mil 55 millones de pesos que se ejercerán el año entrante, 20 por ciento se destinarán a justicia y seguridad pública, 22 por ciento al transporte, 17 por ciento a infraestructura y ese mismo porcentaje a bienestar social.

Protesta de asambleístas durante la comparecencia de
Javier Beristáin, secretario de Finanzas del DDF.
Foto: José Antonio López

Gobierno y administración contarán con el 14 por ciento del total del presupuesto, 8 por ciento para medio ambiente y uno por ciento para desarrollo económico. Se destinan 360 millones de pesos para el proceso electoral del primer jefe de gobierno en 1997.

El aumento al presupuesto será del 23 por ciento con respecto al año de 96, pero en términos reales, una vez descontada la inflación, se tiene sólo un crecimiento de 3 por ciento. Con esto se tiene un presupuesto anual por habitante de 50 pesos diarios.

Beristáin explicó que el gasto programable sumará 34 mil 367 millones de pesos; 57 por ciento se destinará a gasto corriente y 43 por ciento al gasto de capital. La inversión física alcanzará 14 mil 527 millones, 36 por ciento mayor que en 96, con un crecimiento real del 16 por ciento.

Por lo que hace al gasto corriente, ascenderá a 17 mil 575 millones, y su participación en el gasto total es el menor de la historia reciente. De este gasto, 54 por ciento se destinará para pagar los 207 mil empleados del Departamento del Distrito Federal, que sumados a los 49 mil elementos de las policías Auxiliar y Bancaria hacen posible que la ciudad funcione.

Para 1997, la Asamblea de Representantes ejercerá un presupuesto de 255 millones de pesos, la Contaduría Mayor de Hacienda de la asamblea 60 millones, el Tribunal Superior de Justicia 447 millones, el Consejo de la Judicatura 25.1 millones de pesos, el Tribunal de lo Contencioso Administrativo 31.3 millones y la Comisión de Derechos Humanos 50 millones de pesos.

A las delegaciones políticas, incluyendo las erogaciones de los consejos ciuadadanos, se les asignó un presupuesto en conjunto de 6 mil 102 millones.

Para financiar el presupuesto de inversión, Beristáin apuntó que se contratará deuda por 5 mil 950 millones de pesos. Los ingresos propios del gobierno capitalino sumarán 15 mil 914 millones de pesos, 27 por ciento más que en 96, cifra 7 por ciento mayor a precios constantes.

Las participaciones alcanzarán 11 mil 202 millones, 23 por ciento más que lo programado en 96. El secretario apuntó que para financiar el gasto de capital, que ascenderá a 14 mil 792 millones de pesos, el más alto en términos reales de los últimos 10 años, se hará uso del financiamiento neto propuesto y de un nivel de ahorro de 8 mil 842 millones de pesos, que se conseguirá por productividad y austeridad.

La inversión se destinará a la ampliación y mantenimiento de la infraestructura de vialidades, calles, jardines, redes de transporte público, atractivos turísticos, edificios públicos, hospitales, escuelas, instalaciones deportivas, redes de agua y drenaje.

Al transporte se destinarán en 97 subsidios por 2 mil 123 millones de pesos, para los 2 mil millones de usuarios al año en los diferentes sistemas: Metro, tren ligero, trolebuses y autobuses de la sindicatura.

En su mensaje, el funcionario del DDF destacó que aunque en la ciudad la polarización de la distribución del ingreso es menos aguda que en otras regiones, el 20 por ciento de las familias más pobres perciben solamente el 5 por ciento de los ingresos, y el Producto Interno Bruto por habitante es dos y media veces mayor que el promedio nacional, pero la concentración es elevada y aún persisten desequilibrios en la infraestructura.

Beristáin subrayó que en los últimos años del Distrito Federal han salido cuantiosos recursos fiscales hacia los estados y municipios, a la vez que el gobierno federal dejó de subsidiar el transporte capitalino