Miguel Concha
Oposición al neoliberalismo

Los dos documentos que emanaron de la reunión de trabajo de los provinciales jesuitas de América Latina (Puerto Rico, República Dominicana, Cuba, México, Centroamérica, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Argentina, Chile y Brasil), presidida por su prepósito general, el R.P. Peter-Hans Kolvenbach S.J., y de los cuales oportunamente informó La Jornada el pasado lunes (p.3), y en los que entre otras cosas presentan elementos conceptuales sobre el neoliberalismo y la concepción del ser humano que conlleva; muestran sus efectos sobre los pobres y el bien común de la sociedad; y sugieren líneas de estudio y acción, están llamados a ejercer una necesaria influencia en el futuro próximo, no solamente en el interior de la Compañía de Jesús, sino también fuera de ella, gracias al vigor de su testimonio profético, a la calidad de sus análisis y a lo atingente de sus propuestas. Es más, considero que es ya una valiosa aportación a la preparación en marcha de la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos, que dentro de un año estará concluyendo en el Vaticano.

En efecto, se recordará que el 12 de octubre de 1992 el Papa propuso en su discurso inaugural a la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en República Dominicana, la celebración de un encuentro de representantes de los episcopados de todo el continente americano, que podría tener carácter sinodal, ``en orden a incrementar la cooperación entre las diversas iglesias particulares en los distintos campos de la acción pastoral, y en el que, dentro del marco de la nueva evangelización y como expresión de comunión episcopal, se afronten también los problemas relativos a la justicia y la solidaridad entre todas las naciones de América''. Muchos analistas interpretaron desde entonces tal asamblea como la ocasión buscada por Juan Pablo II para que la Iglesia universal, y particularmente la del continente, se manifieste también con fuerza contra el capitalismo, hoy encarnado en el neoliberalismo, desde la perspectiva de su experiencia y su doctrina social, luego de la caída del muro de Berlín en 1989. En ese horizonte habría que entender la correcta toma de posición de los jesuitas, e incluso en cierto modo la anunciada visita del pontífice a Cuba.

En su carta apostólica sobre la llegada del próximo milenio (Tertio millenio adveniente) del 10 de noviembre de 1994, el Papa manifestó expresamente su intención de convocar la mencionada asamblea y nombró para tal efecto un consejo presinodal de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos para la Asamblea Especial de América, que llevó a cabo una consulta en la curia romana, la Unión de Superiores Generales, las conferencias episcopales y los arzobispos sui iuris de las iglesias orientales, con el fin de definir un tema de relevancia contemporánea, de interés universal y de carácter urgente. Tomando en consideración las propuestas, el Papa eligió como tema el de Encuentro con Jesucristo vivo, camino para la conversión, la comunión y la solidaridad en América, intentando responder así ``al contexto de las circunstancias de la Iglesia en América y al mismo tiempo abarcar la realidad que afecta a tanta gente y tantas culturas del continente americano''.

Como sucedió en anteriores sínodos, a mediados de este año la Secretaría General del Sínodo de los Obispos comenzó a hacer circular un primer esbozo del tema (Lineamenta), del que tomamos la anterior frase, con el fin de proporcionar una base común de reflexión y generar sugerencias y observaciones entre las conferencias episcopales, obispos diocesanos, comunidades eclesiales y grupos diocesanos y arquidiocesanos.

``Toda la Iglesia en América --se dice en los Lineamenta-- está invitada a participar''. Las respuestas a tan amplia consulta deben llegar a la Secretaría General del Sínodo a más tardar el 1o. de abril del año próximo, a través del obispo local y de la propia Conferencia Episcopal.

Como lo tenemos que seguir haciendo los demás sectores eclesiales, con la esperanza de que sus reflexiones se sumen al esfuerzo de mucha gente empeñada en construir un mundo más justo, de manera atinada los jesuitas del continente se están ya preparando para ese importante acontecimiento.