Pactan el cese del fuego en Guatemala
David Aponte El gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) pactaron la entrada en vigor del cese al fuego a partir de la segunda quincena de enero de 1997, una vez firmado el acuerdo final de pacificación el 29 de diciembre en la capital de esa nación centroamericana.
Antes de concluir el quinto día de negociaciones, celebradas en un hotel de la ciudad de México, el general Otto Pérez Molina, mencionó que el cese de las hostilidades podría iniciar en esa fecha y así terminar con 36 años de guerra.
Posteriormente, las Naciones Unidas aprobarían el mecanismo de verificación de los acuerdos, que tendría algunas similitudes con el aplicado en El Salvador. ``Nosotros esperaríamos que México participe en el mecanismo'', manifestó el militar.
El representante de la gubernamental Comisión de Paz dijo que los miembros de la guerrilla se concentrará en ocho campamentos, en los cuales tendrá lugar el proceso de concentración, desarme y desmovilización de los rebeldes. El plan tendrá una duración de 60 días, a partir del cese al fuego.
La licencia de las tropas rebeldes iniciará una vez que las Naciones Unidas establezca la estructura que protegerá los corredores y las zonas de concentración.
Durante las negociaciones en la ciudad de México, las partes avanzaron en los temas del cese de las hostilidades y las reformas electorales y constitucionales. El asunto de la reinserción de la URNG a la vida civil quedó pendiente, debido a que las delegaciones no llegaron a un arreglo sobre la figura legal que adoptará la guerrilla para el proceso de reincorporación.
El general Pérez Molina explicó a la prensa que había algunas ``aproximaciones'' en este punto. Sin embargo, no hubo un acuerdo y la delegación gubernamental, encabezada por Gustavo Porra, tuvo que viajar a ciudad de Guatemala para celebrar consultas con el presidente Alvaro Arzú y algunos miembros de su gabinete.
Por separado, el comandante guerrillero Rolando Morán dijo que las partes trabajan en las propuestas y las contrapropuestas, con el propósito de sacar adelante este último punto de la negociación.
Gustavo Porras comentó que las representaciones seguirán las pláticas en el vuelo México-Amsterdam-Oslo, que tomarán los cuatro comandantes y la representación gubernamental este sábado por la noche.
La amnistía es otro de los temas pendientes. La guerrilla pretende que los excesos y los presuntos crimenes cometidos por miembros del Ejército sean castigados y el gobierno guatemalteco propone que ese beneficio ``sea parejo''.
En todo caso, que el Poder Judicial determine si hubo crimenes de lesa humanidad y deslinde la responsabilidad de los presuntos implicados, comentó Porras.
Durante su estancia en Europa, los delegados gubernamentales, Raquel Celaya, Otto Pérez Molina, inspector general del Ejército, Richard Aitkenhead y Gustavo Porras, y los comandantes de la guerrilla, Jorge Rosal, Pablo Monsanto, Rolando Morán y Carlos González, firmarán los acuerdos sobre el cese al fuego, las reformas constitucionales y electorales y la reinserción de la URNG a la vida civil.
A partir de la segunda quincena de diciembre, retornarán a territorio mexicano para discutir el texto definitivo que será signado en la ciudad de Guatemala el 29 del mismo mes.