Fue presentada la iniciativa de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos El aumento al presupuesto será de 23% con respecto al de 1996 Serán destinados 360 millones para el proceso electoral del año próximo
Alonso Urrutia y Víctor Ballinas Cayó el telón.
Era el clímax de la obra cuyo argumento estaba escrito el 20 de noviembre.
Con tono pausado, sin los exabruptos del PRI, el panista Fauzi Handam terminó la comedia: ``En aras de dar los últimos respiros de una agonía irreversible del PRI, hacen alarde y se ufanan de que su grupo participó de manera activa en hacer ajustes a los impuestos. Las iniciativas que hoy recibimos están signadas por el Presidente de la República el 20 de noviembre''.
El rostro endurecido del secretario de Finanzas, Javier Beristáin, permaneció imperturbable, mientras el panista continuaba: ``O el señor Presidente signó en blanco, o se le envió la iniciativa por valija diplomática. Todo estaría bien si no fuera porque el documento está firmado el 20 de noviembre''.
Más confusión no puede haber, dijo antes de demandar una moción suspensiva para verificar la autenticidad de las iniciativas presidenciales, rápidamente rechazada por el PRI en medio de un caos en la sesión producto del jaloneo por la legitimidad de los documentos.
Era la primera respuesta de la oposición a los exabruptos lanzados por el PRI. Irresponsables, ridículos, protagonistas de espectáculos lamentables, acusó la secretaria general priísta, Paloma Villaseñor, antes de perorar sobre la lucha priísta para abatir los ``excesivos'' impuestos.
Un largo discurso para endilgarle a la izquierda ``actuaciones ridículas de protesta'', en lugar de pagar al DIF los millones que le deben por desayunos escolares, y a la derecha su preocupación inusual por los pobres, a quienes no conocen. Una larga arenga sobre los disentimientos del área financiera del gobierno. Una arenga que hasta el propio Javier Beristáin aplaudió.
Fue el primer momento de relajamiento en su visita a la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, donde de entrada fue recibido con carteles de protesta de la recién unificada fracción del PRD, que también intentó interpelar a Beristáin.
Entre acusaciones de los partidos de oposición sobre manejos dispendiosos, corrupción e incumplimiento de metas gubernamentales, y las imputaciones priístas a la oposición de demagogos y utópicos, transcurrió la comparecencia de Beristáin, que sirvió para conocer el futuro de las finanzas de la ciudad en 1997.
``Quienes acusan de irresponsables a las fuerzas de oposición --devolvió el perredista Iván García Solís al cuestionar a Beristáin-- queremos decirles que no hay mayor irresponsabilidad que la que pretenden cometer con esta ley de impuestos; es dejar embargada a la ciudad, endeudada, sin recursos para desarrollarse. Nos encontramos --continuó García Solís-- ante la quiebra de una política financiera que corresponde también a una quiebra de toda una dirección política de la sociedad''.
Con el mismo tono pausado de toda la comparecencia, Beristáin respondió: ``Se está usando la deuda para bienes de capital, para activos fijos, principalmente el Metro y el sistema hidráulico. La reflexión fue que era preferible tomar la deuda que se ofrecía en buenas condiciones al DF, que dejar de hacer los proyectos''.
Podíamos volver a soñar con la alternativa de que nos siguieran dando las participaciones que nos daban en el pasado para no recurrir al endeudamiento. ``Esa historia la conocen y el dilema era hacer o no hacer Metro con financiamiento''. Solo va a representar el 8 por ciento del presupuesto de 1997.
Fueron seis horas de comparecencia prácticamente sin respiro porque en aras de preservar su discurso, el PRI ratificó sus críticas salpicadas con parabienes al regente por su voluntad política para acceder a sus ``exigencias''.
La oposición fue coincidente en sus críticas. ``Es una vergüenza la pobreza que prevalece en la ciudad'', lanzó el PAN.
En la calle --dijo Salvador Abascal-- es donde se ve el fracaso de las políticas gubernamentales; en la calle es donde se siente la contaminación como fracaso; donde se ven los niños de la calles como fracaso del sistema político. No nos pueden decir que es una ciudad vivible cuando los fracasos continúan y la corrupción se preserva, mientras el PRI nos dibuja una urbe que sólo existe en su imaginación.
Poco antes, el perredista Eduardo Morales aseguraba que el gobierno compromete la viabilidad de la ciudad con el endeudamiento, mientras por otro lado financia gastos dispendiosos; disminuye ilegalmente recursos de programas prioritarios, y mantiene políticas tributarias antipopulares y alejadas de una realidad económica.
El coordinador petista, Francisco González, habló del fracaso de los programas en este año, del subejercicio financiero y del crecimiento sostenido del gasto corriente. Son pruebas, dijo, de que los supuestos del ``neoliberalismo'' son inoperantes.
A su vez, Arturo Sáenz, del partido ecologista, consideró absurdo proponer impuestos de 19 por ciento cuando el alza salarial es de 17 por ciento y la inflación estimada de 15. Subrayó que no es admisible que se sigan manteniendo con incrementos fiscales el dispendio y la ineficencia gubernamental