La Jornada 30 de noviembre de 1996

El ex presidente aún está en el PRI; no se ha vuelto a plantear su expulsión Mientras siga, el partido cargará con su desprestigio: José Ortiz Arana

El ex presidente Carlos Salinas de Gortari mantiene su situación como militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y no se ha reconsiderado la posibilidad de expulsarlo, como lo pidieron varios diputados y la 17 Asamblea Nacional de ese instituto político.

El asunto fue turnado en octubre pasado a la Comisión de Honor y Justicia, cuyo presidente, Vicente Fuentes Díaz, precisó que se tienen reclamos recientes para sacarlo del partido, mas no elementos que fundamenten cargos en su contra.

El PRI, ha precisado el guerrerense Fuentes Díaz, es una organización política con trabajo histórico y no una entidad judicial que sentencie, y menos sin elementos suficientes para proceder, como es el caso del ex mandatario.

La Comisión de Honor y Justicia recomendó en diciembre de 1995, entonces bajo la presidencia de Mario Vargas Saldaña, expulsar al hermano mayor del ex presidente por considerar que los cargos penales en su contra estaban sustentados.

En esa ocasión dictaminó también que la situación de Carlos Salinas continuara en estudio. Se llamó a varios de los 86 diputados priístas que pidieron en una carta el cese de sus derechos y ninguno documentó el mal proceder del ex mandatario.

El Consejo Político Nacional (CPN) respaldó la recomendación de la Comisión de Honor y Justicia a principios de 1996, y desde entonces no cesan los reclamos para que Carlos Salinas siga la suerte partidista de su hermano Raúl, actualmente preso en el penal de Almoloya de Juárez.

En agosto, cuando se acercaba la 17 Asamblea Nacional del PRI, los reclamos fueron constantes en la mayoría de los trabajos previos. Pese a ello, por lo menos 27 comités directivos estatales ignoraron a las bases.

Las delegaciones que plasmaron esta demanda con mayor énfasis fueron las de Baja California y Querétaro, cuyos dirigentes estatales, Humberto López Barraza y Marco Antonio León Hernández, reclamaron credibilidad y que el PRI encabece el fincamiento de responsabilidades penales contra Salinas por los crímenes de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu.

Durante la inauguración de la 17 Asamblea Nacional, la exigencia fue general. La dirigencia priísta salió roja de vergüenza, mientras en el graderío del gimnasio Juan de la Barrera la gente coreaba ¡Fuera Salinas! ¡Fuera Salinas!

El tema no ha sido abandonado por gente con alguna posición. El queretano Fernando Ortiz Arana es uno de quienes constantemente mantienen esa posición y dijo ayer: ``Mientras el PRI no expulse a Carlos Salinas, lo llevará como fardo, como su desprestigio, con la pérdida consiguiente de votos y de posiciones electorales''.(José Ureña)