Salinas-Colosio: la entrevista cancelada.
La agenda de Luis Donaldo Colosio dejó listo un acuerdo con el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari. Sería en Los Pinos a las 11 horas el 30 de marzo, miércoles de Semana Santa.
Se preveía una plática larga y con repercusiones en varios lados. El sello, por fin, del entonces candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República.
Los preparativos de la cita varias veces pospuesta tuvieron contratiempos, naturales o creados, desde las oficinas de Los Pinos. Por ello, el sábado 19 de marzo el entonces coordinador de la campaña fue con Salinas.
A petición de Colosio, el doctor Ernesto Zedillo Ponce de León expresó preocupaciones del candidato porque su campaña tenía varios obstáculos y uno de ellos lo representaba el protagonismo de Manuel Camacho Solís.
Molesto, agraviado por falta de acuerdo con Camacho en la cena del miércoles 16 en la casa de Luis Martínez Fernández del Campo, el sonorense que luego fue sacrificado en Lomas Taurinas mandó un mensaje sin alternativas:
-Dile que ponga en orden a Manuel Camacho Solís o lo voy a poner yo.
La versión conocida por el reportero indica que Salinas reaccionó con mucha molestia, con enojo. Acaso eso originó la carta de Zedillo a Colosio para pedirle prudencia, y que el entonces presidente usara a otro emisario.
Llamó a Emilio Gamboa Patrón, entonces secretario de Comunicaciones y Transportes y en cuya casa Luis Donaldo Colosio se encerraba solo para analizar las propuestas de candidatos a senadores y a diputados federales.
Gamboa Patrón trasmitió a Colosio el mensaje el domingo 20 de marzo:
-Dile a Colosio que no necesita criticar mi gobierno para crecer. Dile que atienda a su equipito y a su partidito, y que de Camacho me encargo yo.
Los cambios previstos para el ``equipito'' y el ``partidito''
Colosio preparaba con mucho entusiasmo dos aspectos del acuerdo: nombramientos en la cúpula del PRI y algunos cambios importantes en la estructura gubernamental, básicamente en el Departamento del Distrito Federal (DDF).
En sus archivos personales se encontraron dos alternativas para ambos casos. En la inicial sugería un solo nombre para determinadas posiciones, y en la segunda dejaba alternativas para que la decisión recayera en Salinas.
Dice la presentación de las hojas que se consideraba definitivas para el miércoles 30 de marzo de 1994: ``Se presenta la necesidad de realizar algunas adecuaciones de nombramientos en el partido y algunos otros en el gobierno''.
En el inciso a) Cambios en el partido:
``Secretario General. Se propone que el actual secretario general -el jalisciense José Luis Lamadrid Sauza- ocupe la presidencia de la Gran Comisión de la Cámara de Senadores, y en su lugar se nombre a:
``Emilio Gamboa Patrón
``Manlio Fabio Beltrones
``Santiago Oñate Laborde.
``Secretario de Información y Propaganda: Rafael Reséndiz Contreras, en lugar de Liébano Sáenz.
``Secretaria de Asuntos Internacionales: Silvia Hernández.
``Tesorero del CEN (Comité Ejecutivo Nacional) del PRI: Santiago Gutiérrez.
``Secretario general del Frente Nacional de Organizaciones y Ciudadanos (FNOC): Eloy Cantú Segovia, en lugar de Miguel Angel Barberena. Paloma Villaseñor, coordinadora ejecutiva.
``Coordinador del Foro Nacional de Profesionales y Técnicos: Heriberto Galindo.
``Coordinador de la Coalición Nacional de Agrupaciones Productivas y de Servicios: José Murat Casab.
``Coordinador del Movimiento Sindical: Enrique Aguilar Borrego, secretario general del Sindicato Nacional de la Banca.
``Secretario adjunto del CEN del PRI: Juan S. Millán Lizárraga''.
Fuera de la campaña, Zedillo iría a Presidencia o al DDF
La copia obtenida por el reportero fue corroborada con casi todos los actores, los políticos incluidos en ella. Inclusive Colosio había hablado con ellos y había instruido a Fernando Ortiz Arana para que preparara las sustituciones.
Ortiz Arana era el eje de todo. El 10 de febrero, al final de Las mañanitas que le cantaron por su cuadragésimo cuarto cumpleaños los alumnos de la Universidad Autónoma de Colima, Colosio me dijo del queretano:
-El va a seguir como presidente del partido y va a hacer campaña para senador por su estado los fines de semana. Luego puede ser líder de la Cámara de Senadores o, ¿por qué no?, secretario de Gobernación.
En las tres hojas sacadas de sus archivos personales no se cita para algo a Ortiz Arana. Tenía la encomienda, pese a todo, de llevar a cabo los cambios y de preparar posiciones para quienes cederían sus espacios a otros.
El caso partidista más elocuente es el del aguascalentense Miguel Angel Barberena. Desde principios de año se pensaba removerlo y a principios de febrero estaba por darse la sustitución, pero Colosio reflexionó:
-Mejor vámonos esperando a que salgan las listas de candidatos. Que se vaya de candidato a senador.
El destino no le dio tiempo de reflejar su generosidad en este tipo de acciones. En abril hubo modificaciones en la estructura priísta y Barberena dejó su silla a Mariano Palacios Alcocer y salió sin perspectiva del sector popular.
Colosio pensaba deshacerse, él sabría por qué, del camachista mejor colocado en la estructura oficial. No aparece Manuel Aguilera Gómez en las hojas para el acuerdo, pero dice el inciso b) Propuesta de cambios en el gobierno:
``Jefe de la Oficina de la Presidencia: Ernesto Zedillo o Santiago Oñate.
``Jefe del Departamento del Distrito Federal: Ernesto Zedillo o Enrique Jackson.
``Contralor general del DDF: Liébano Sáenz.
``Secretaría de Desarrollo Social del DDF: Margarita González Gamio.
``Director general de Servimet (Servicios Metropolitanos): Jaime Sancho Cervera.
``Delegado de Azcapotzalco: Enrique Díaz Michel.
``Delegado de Miguel Hidalgo: Luis Miguel Ortiz Haro Amieva, subdelegado jurídico y de gobierno''.
Hasta ahí la lista que en vida Colosio mostró a pocos, a quienes consta que deseaba realizar los cambios antes de culminar el primer recorrido nacional. Tampoco culminó éste: fue asesinado en Lomas Taurinas, cuando iniciaba dos días de jornada en Baja California y quedaron pendientes su natal Sonora y Chiapas.
González Pérez ya habló con Manuel Camacho Solís
La emoción autoexculpatoria de Carlos Salinas de Gortari y de José Córdoba Montoya se sumó ya a las 20 mil 555 fojas y centenas de documentos que Luis Raúl González Pérez recibió de su antecesor Pablo Chapa Bezanilla.
Poco hay que agregar a lo difundido de ambas declaraciones. Las oficinas centrales de la Procuraduría General de la República (PGR) filtraron lo sustancial del contenido y se adelantaron al regreso del cuarto fiscal del caso Colosio.
Puede interpretarse que nada agregan a la investigación y el nuevo equipo tampoco ha encontrado líneas adicionales a las explotadas con anterioridad para dar con quienes urdieron el crimen y con quienes lo materializaron.
No ha sido por falta de esfuerzo. Los nuevos agentes repasaron el material recibido durante septiembre y octubre, y en la búsqueda han acudido con más de una centena de personas que fueron cercanas a Colosio y se supone algo sabrían.
A su regreso, antenoche, el fiscal salido de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dijo que entre los personajes a citar se encuentra el ex jefe del gobierno capitalino y ex comisionado para la paz en Chiapas.
Será para asentar su testimonio y agregarlo a la carta que entregó tiempo atrás a la PGR, pero González Pérez ya sabe lo que piensa el hombre que tanto participara en el proyecto Salinas hasta que llegó a presidente y designó a su primer sucesor.
Fue una plática personal no muy profunda, diríase que de presentación e información mutuas como muchas más y sin la constancia de trato telefónico que hay, por ejemplo, entre el fiscal y Eduardo Valle El Búho.
Es probable que en la lista estén más personajes para que rindan testimonio, aun cuando ya lo hicieron: el senador queretano Fernando Ortiz Arana, el gobernador sonorense Manlio Fabio Beltrones, el ex secretario particular de Salinas, Justo Ceja...
No porque se les cite puede presumirse culpa de alguno de ellos. Tampoco se presume culpa de los amigos de infancia de Mario Aburto Martínez y de su parentela aún arraigada en Michoacán. Sus datos son más novedosos y muestran rasgos que los investigadores juzgan interesantes. Que así sea.
Tema libre
Hace seis años se inició, con más desprestigio que honra, la llamada consulta interna a las bases militantes del PRI. En Nuevo León se simuló una elección decidida previamente, al dejar fuera del proceso al entonces senador Ricardo Canavati Tafich. Ganó Sócrates Rizzo García, para un gobierno de frustración. En Colima el proceso tampoco fue claro y el triunfo de Carlos de la Madrid Virgen fue impugnado sin éxito. En víspera de su relevo, Socorro Díaz Palacios acudió a la capital del estado para firmar un convenio con productores ganaderos; concedió una entrevista y enjuició: ``Estoy convencida de que los procesos de selección interna, como los que se vivieron en Colima hace varios años, hace casi seis años, trajeron una experiencia difícil, diría yo no positiva para mi partido, para el PRI''. Hoy directora de Leche Industrializada Conasupo (Liconsa), Díaz Palacios elogió el trabajo del gobernador y dijo que esa labor y el acercamiento interno han permitido al partido ``subsanar esos daños, esas dife- rencias, y creo que las tareas del partido se encaminan hoy en términos de unidad, de cohesión y de fortaleza. Yo estoy convencida de que esa experiencia tan no fue positiva que no volvió a repetirse en ninguna parte del país''. Los hechos le dan la razón: ni en Nuevo León ni en Colima, y por los preparativos del PRI en ningún lado, habrá nuevas elecciones internas... Jorge Madrazo prepara su informe de presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). En condiciones normales se pensaría que es el final de cuatro años de gestión, pero las simpatías en las alturas indican que se le propondrá un segundo periodo. Otro dato interesante es que el acto será privado y no, como es costumbre, en Los Pinos y con la asistencia del Presidente de la República... Un apunte: los especuladores de la política revisan los Estatutos del PRI y la reforma sobre el Distrito Federal, y concluyen que Esteban Moctezuma Barragán no tiene impedimento, ni partidista ni legal, para ser candidato a jefe de gobierno del Distrito Federal. Entre esos especuladores hay gente que sabe, que sabe e influye en las decisiones fundamentales del país. El descarte de Fernando Ortiz Arana se da por dos razones: él insiste en Querétaro y ha dicho a quien debe que, de no estar en perspectiva su estado, prefiere quedarse donde está.