La globalización está extinguiendo al Estado nacional: Fernando Solana
Francisco Guerrero Garro, corresponsal, Cuernavaca, Mor., 30 de noviembre La globalización pasó de ser una utopía a una realidad que está provocando la extinción del Estado nacional; convierte a las naciones subdesarrolladas en economías emergentes, es decir maquiladoras, y se transformó en un paraíso para las grandes empresas trasnacionales, expuso el senador Fernando Solana, durante la clausura de la decima reunión de la AMEI.
El ex secretario de Educación Pública y de Relaciones Exteriores desglosó los embates de la globalización sobre el poder, la sobernía y la historia de la humanidad.
Frente a empresarios nacionales, el legislador priísta adujo que si la economía está globalizándose, el esquema de unidad productiva del estado nacional es superado ``de manera muy rápida'' por la producción internacional de manufacuras:
``Hoy las exportaciones del mundo son un 20 por ciento del producto interno bruto (PIB). Hoy el producto mundial anda en torno de los 30 billones de dólares, y las exportaciones del año pasado fueron de seis billones. Esto es una cifra enorme, entonces sí hay globalización''.
Este fenómeno se refleja en la transformación de las economías que antes se conocían como pobres, después subdesarrolladas y ahora emergentes. Esas naciones que buscan adherirse al mundo desarrollado, han pasado a formar parte de los países maquiladores que obtienen la porción magra del comercio internacional, en el que las principales beneficiadas son las grandes corporaciones mundiales.
``La globalización se ha convertido en un paraíso para las grandes empresas internacionales; de hecho ellas pueden optimizar dónde hacer su inversión, a qué grupo de personas contratar y dónde comprar las partes del producto final que van a vender.''
Para la percepción común, indicó Solana, el comprador es quien decide el comportamiento de la economía, pero eso falla, pues las que realmente ``optimizan y deciden'' son las grandes corporaciones internacionales, que ``han logrado inducir al planeta hacia una política económica sumamente estimulante para el comercio'', pero que no han tenido como preocupación principal los problemas sociales.
Realidad-utopía, la globalización ha provocado que entre 800 y mil millones de personas se encuentren desempleadas o subempleadas, cifra que significa la tercera parte de la población económicamente activa en el mundo.
``No sólo no ha resuelto los problemas del empobrecimiento, sino que es un hecho que hay un grupo en el mundo muy internacional, con ingresos muy sólidos y una gran capacidad de consumo, pero también hay otro que no sólo tiene situaciones muy difíciles de ingreso, sino que ha caído francamente en la pobreza extrema: son muchos cientos de millones de personas en el mundo que viven con menos de un dólar al mes.''
El senador Solana advirtió que no se observa una perspectiva para que el desempleo pueda corregirse, porque la nueva cultura de la globalización se sustenta en hacer más con menos.
``Se está viendo cómo efectivamente se pueden producir bienes industriales con la robótica, pero siempre con menos gente relativamente hablando.''
Una de las soluciones para la humanidad, desde la perspectiva del legislador, será un gran cambio cultural, para que ésta ``aprenda a usar el tiempo libre, a distriburi mejor la ocupación y el ingreso''.
Sin embargo, este fenómeno macro no ha significado que todos los gobiernos nacionales hayan perdido la capacidad de decidir, en nombre de sus pueblos, aquellos temas que determinen su cambio y su destino.
``De hecho, en este momento los centros de decisión de las grandes corporaciones internacionales definen a dónde va su inversión, en dónde abren otra planta, en dónde se crean empleos, en dónde no se crean empleos, en dónde producen y en dónde no. Decisión que se ha convertido en determinante de una economía tan globalizada que 20 por ciento del producto depende del comercio exterior.''
La globalización señala los elementos de su poder: los centros de los recursos financieros como Nueva York, Londres, Paris y Frankfort; el idioma, el inglés es el universal, la moneda, el dólar, que es el crédito más barato del mundo.
También aseguró que la soberanía es algo ``inamovible''. Y en el caso de México, éste deberá preservar su espacio de decisiones propias y continuar con una visión de posesiones estratégicas como ``una previsión''.
En torno al tema de la educación, Solana arguyó que no basta con que el secretario de Educación Pública tenga gran experiencia, lo que se requiere es que se dediquen más recursos; por el tamaño de la población, debería dedicarse a ese rubro no menos de 7 por ciento del producto interno bruto, cifra que no ha alcanzado nunca, pero había llegado practicamente a 6 por ciento y ha bajado nuevamente.
``En resumen, yo creo que a pesar de la globalización y de la integración de las comunicaciones, es díficil pensar en un solo Estado nacional; no creo en la unipolaridad de la posguerra fría, va a durar poco; creo en el equilibrio fundamental que está surgiendo en el Estado europeo, y creo que Europa es una gran potencia, de gran significación.