La Jornada 2 de diciembre de 1996

Seis de los 9 aspirantes estuvieron en los 2 últimos procesos de sucesión

José Gil Olmos y Georgina Saldierna Esta semana la Junta de Gobierno de la UNAM comenzará a elaborar lo que la comunidad universitaria llama el ``tejido fino'' en la designación del nuevo rector para los próximos cuatro años. La sorpresa, externaron académicos, fue la ausencia de Gerardo Suárez, coordinador de Investigación Científica.

A pesar de que en esta ocasión participaron unos mil 600 grupos universitarios en la auscultación de la Junta de Gobierno, de los nueve aspirantes que presentarán su programa de trabajo, seis de ellos participaron en los dos últimos procesos de sucesión. Juliana González, Salvador Malo y Javier Cortés Rocha contienden por vez primera a la Rectoría.

Según académicos, la Junta de Gobierno tiene una ``difícil tarea'' para designar al nuevo rector. Los aspirantes representan a dos importantes grupos de influencia en la UNAM: los del equipo del secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente, y los del equipo del actual rector José Sarukhán Kérmez.

A continuación, algunos datos curriculares de cada uno de los nueve aspirantes a dirigir la UNAM e información de los apoyos que recibieron durante la auscultación que concluyó el 29 de noviembre pasado.

Francisco Barnés de Castro. Tiene 50 años de edad y es director del Instituto Mexicano del Petróleo. Ocupó la Secretaría General de la UNAM y la dirección de la Facultad de Química, de donde es egresado. Recibió apoyo de amplios sectores del CCH y de las preparatorias. Apareció en todas las ternas que se integraron en escuelas y facultades, y también en diversos institutos de investigación, como los de Química, Física, Matemáticas y Biotecnología. Se le considera como uno de los aspirantes con mayores posibilidades de ocupar la Rectoría, aunque se cuestiona su peso académico. Su principal propuesta es crear un plan estratégico de desarrollo para la UNAM que sea producto del consenso entre todos los sectores de la institución.

Francisco Bolívar Zapata. Premio Príncipe de Asturias en 1991 e investigador de brillante trayectoria, también ha obtenido otros galardones como el Premio Nacional de Química y Ciencias Farmacéuticas en 1981. Por su carrera académica se le considera otro de los aspirantes con grandes posibilidades de ocupar la Rectoría. Obtuvo el apoyo de al menos la tercera parte de los directores de institutos pertenecientes a la investigación científica, así como de investigadores relacionados con las ciencias sociales y las humanidades, incluido el director del Instituto de Investigaciones Sociales, Ricardo Pozas Horcasitas. Se sabe que sostuvo múltiples reuniones con grupos de académicos a los que planteó su programa de trabajo. Sin embargo, guardó un silencio casi absoluto ante la prensa.

Máximo Carvajal Contreras. Es egresado de la Facultad de Derecho, institución que en la actualidad dirige por segunda ocasión. Encabeza uno de los sectores políticos más ortodoxos de la Universidad, al que representó tanto en los trabajos preparatorios como en el Congreso Universitario. Durante la auscultación, la comunidad de Derecho se volcó a favor de su candidatura, lo mismo que diversas asociaciones de egresados. Sin embargo no pudo obtener el respaldo de otros sectores.

Javier Cortés Rocha. Director de la Facultad de Arquitectura, recibió el apoyo decidido de la comunidad de esta escuela, así como de distinguidas personalidades del mundo de la arquitectura. Entre sus principales planteamientos destaca su preocupación por mejorar la preparación de los estudiantes de licenciatura, debido a la competencia profesional a la que se enfrentarán una vez que se abra totalmente el mercado de las profesiones como consecuencia del Tratado de Libre Comercio.

José Manuel Covarrubias Solís. Con 63 años de edad es director por segunda ocasión de la Facultad de Ingeniería, de la que es egresado. Durante los primeros años de la gestión de Jorge Carpizo estuvo al frente de la Secretaría Administrativa. Durante la auscultación recibió el respaldo de académicos y egresados de Ingeniería y de otras dependencias, como las unidades multidisciplinarias. Entre las ideas que ha planteado para el desarrollo de la Universidad, destaca la de preservar el ambiente de tranquilidad que se estableció en los últimos ocho años.

Juliana González Valenzuela. Es doctora en filosofía por la Facultad de Filosofía y Letras que en la actualidad dirige por segunda ocasión. Obtuvo apoyo en su propia escuela, así como en otras facultades e institutos del área de humanidades. Figura controvertida que lo mismo genera admiración que rechazo, es la primera mujer que será entrevistada por la Junta de Gobierno con miras a ocupar la Rectoría. Entre sus planteamientos se encuentra el de retomar y dar solución a problemas que quedaron pendientes durante el rectorado de José Sarukhán, como el de las cuotas.

Miguel José Yacamán. Físico ampliamente reconocido. Tiene 50 años de edad y ha recibido diversos premios, como el de la Academia de la Investigación Científica en Ciencias Exactas y el Premio Nacional en Ciencias. Controvertido en su actuación, es otro de los candidatos con grandes posibilidades de llegar a la Rectoría de la UNAM. Recibió apoyo en facultades y escuelas, pero sobre todo en institutos de investigación científica y humanística. Entre los universitarios que respaldaron su candidatura se encuentran, por ejemplo, Miguel León Portilla, Héctor Fix Zamudio, René Drucker, Elizabeth Luna, Ricardo Torres Gaytán, Juan Bromm, Lorenzo Martínez y Gisela Von Wobeser. De las propuestas que presentó resalta la reivindicación del carácter social que debe tener la Universidad y el pase reglamentado.

Salvador Malo Alvarez. Físico, impulsor del Sistema Nacional de Investigadores y actual secretario administrativo de la UNAM. Recibió apoyo a su candidatura en escuelas y facultades. La próxima semana se conocerán algunos de los lineamientos de su programa de trabajo. Fue la sorpresa en la novena convocada por la Junta de Gobierno.

Jaime Martuscelli Quintana. Actual secretario general de la UNAM, mantiene una estrecha relación con el ex rector Guillermo Soberón, de quien fue cercano colaborador en el Consejo Consultivo de las Ciencias, en la Secretaría de Salud y lo antecedió en el Instituto de Investigaciones Biomédicas. Recibió fuerte apoyo en el área de la investigación científica tanto por parte de directores como de académicos. Es un secreto a voces que todos los directores de los llamados ``bios'' --institutos relacionados con la biología-- le otorgaron un respaldo total. Entre las ideas sobre la Universidad que ha ventilado públicamente está su preocupación por fortalecer las humanidades.