La Jornada 2 de diciembre de 1996

Faltan cauces para una mayor participación, señalan consultados

José Gil Olmos Después de más de 50 años de existencia, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) requiere cambiar su legislación, así como fortalecer su autonomía, lograr un nuevo equilibrio entre las ciencias exactas y humanísticas y disminuir su enorme burocracia, señalaron 431 académicos en una encuesta realizada por la Unión de Profesores de la Facultad de Ingeniería y enviada a la Junta de Gobierno.

Según la consulta --la primera en efectuarse durante los procesos de sucesión de la Rectoría-- las principales preocupaciones manifestadas por los universitarios son que las nuevas autoridades tengan ``honestidad y tolerancia'' --esto, luego de las denuncias de fraude que se hicieron en la presente gestión-- y que el próximo rector tenga peso académico y cualidades políticas y administrativas. Dos días antes del inicio de las presentaciones de los nueve aspirantes a la rectoría ante la Junta de Gobierno, profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS), por su parte rechazaron cualquier pretensión de continuidad al frente de la Universidad Nacional, del equipo del actual rector, José Sarukhán Kermez, ya que al menos dos de los citados --Salvador Malo y Jaime Martuscelli-- son parte de esta administración.

José de Jesús Bazán Levy, director de la Unidad Académica de Bachillerato, en entrevista lanzó la propuesta de este sector para que el rector entrante considere un plan de desarrollo académico que eleve la excelencia de unos 4 mil 800 profesores del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) y la Escuela Nacional Preparatoria (ENP).

Ayer, de manera pública, la Unión de Profesores de la Facultad de Ingeniería, integrada por más de mil académicos, reveló los resultados de la encuesta aplicada el 11 y 12 de noviembre, en la cual se destaca que más del 80 por ciento de los 431 consultados pidió cambios a la legislación de la UNAM que data de 1945.

La consulta, señalaron los catedráticos encabezados por el maestro Jesús Rivera, es una respuesta a la falta de información y a la necesidad de una participación más amplia en el proceso de auscultación a la comunidad universitaria. Se trata, dijeron, de una respuesta ``al grito de los universitarios por ser escuchados''.

Según los resultados de ocho preguntas, el 70 por ciento pidió que el próximo rector tenga una preparación de posgrado, y más de la mitad opinó que debería ser tolerante, esto es, con capacidad de escuchar los puntos de vista de los distintos sectores para tomar las decisiones pertinentes y resolver los problemas relacionadoss con la vida académica.

Un 55 por ciento se manifestó porque quien dirija los destinos de la UNAM durante los cuatro años próximos, tenga una trayectoria brillante en la docencia e investigación, y en menor grado la docencia y la administración.

En la encuesta, cuyos resultados ya tiene en su poder la Junta de Gobierno, la mitad de los participantes externó su petición de que se debe salvaguardar la autonomía y fortalecer la independencia de la máxima casa de estudios ante cualquier agente externo.

Mientras que 84 por ciento de los consultados fue de la idea de que el nuevo rector tendrá que promover un equilibrio entre las disciplinas tecnológicas y cientíificas con las humanísticas y sociales, un porcentaje similar opinó que la legislación debería cambiar, ya que la actual tiene más de 50 años y presenta algunas lagunas en cuanto a la participación directa de la comunidad en las decisiones de gobierno y de adecuación a las circunstancias actuales del país y el extranjero.

En cuanto al perfil del rector, el 28 por ciento pidió capacidad de liderazgo; 26 por ciento profundo conocimiento de la Universidad; 22 por ciento demandó honestidad en la administración de los recursos financieros, y 10 por ciento capacidad de diálogo.

Sobre las principales líneas de trabajo casi 40 por ciento pidió un compromiso con la superación académica; 22 por ciento vincular a la Universidad Nacional con la industria, y 20 por ciento una mejor administración y mayores salarios.

Por otra parte, el director de la Unidad Académica del Ciclo de Bachillerato, José de Jesús Bazán Levy, en entrevista dijo que los directores de los cinco planteles del CCH estuvieron de acuerdo en proponer un plan de desarrollo académico para el bachillerato y apoyar a José Francisco Barnes de Castro, Francisco Bolívar Zapata, Jaime Martuscelli y Gerardo Suárez.

Para poner en marcha dicho plan, indicó que se necesita un ``pacto'' entre el nuevo rector y el bachillerato en el que se comprometan a cumplir tres puntos, que son: aplicar los recientes cambios a los planes de estudio; permitir una mayor incidencia organizativa de los colegios académicos en la cátedra, sin menoscabo de la libertad de enseñanza, y mayores apoyos materiales y financieros.

A su vez Leonardo Figueiras, integrante del grupo de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales que se reunió con algunos aspirantes a la rectoría, insistió en señalar que el proyecto de Sarukhán ``ya terminó'' y por ello no es aceptable que la Junta de Gobierno haya llamado a participar a Salvador Malo, actual secretario administrativo, y a Jaime Martuschelli, secretario general de la UNAM.