La Jornada 2 de diciembre de 1996

Contubernios en asaltos de taxistas: DDF

Víctor Ballinas No hay control sobre los operadores de taxis, por eso ``grupos bien organizados de choferes cometen robos y asaltos a los pasajeros desde hace cinco meses, especialmente en zonas turísticas capitalinas'', aseguró Fernando Peña Garavito, director general de los Servicios al Transporte (DGST).

Las regiones donde se ha detectado que operan estos sujetos, añadió el funcionario, son en la parte hotelera de Polanco, la Zona Rosa, el tramo de hoteles desde el Angel de la Independencia, del hotel Sheraton a Avenida Juárez, y la parte de Perisur, donde se ubican el Paraíso Radisson y Royal Pedregal.

Incluso, subraya, ``hemos detectado, junto con la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), y la Secretaría Seguridad Pública (SSP), que los taxistas están amarrados con trabajadores de los hoteles para cometer los asaltos''.

En entrevista, Peña insistió en que el problema de los asaltos en taxis se da por la falta de control sobre los choferes; por eso, a partir del próximo año se pondrá en marcha un nuevo sistema de revista a través de la presentación de una bitácora de control de cada unidad, y uno de los puntos centrales consiste en que el permisionario tendrá que informar a la autoridad quién es el chofer de su vehículo y cuando haga un cambio, también lo deberá notificar.

Con este sistema, precisa, se busca tener un control efectivo sobre los operadores, mismo que ni siquiera los permisionarios tienen. ``Los choferes les roban gasolina, no les entregan la cuenta a tiempo, descomponen los taxis, y cuando un dueño de la unidad le quita el coche, el operador fácilmente busca otra unidad''.

Con el nuevo sistema, una vez que los permisionarios informen a la autoridad quién es el conductor de su automóvil, se podrá llevar un registro y con eso dar seguimiento a cada elemento del autotransporte; con ese método incluso se podrá ``bloquear a un conductor que no haya cumplido con las disposiciones para que no pueda volver a trabajar en el sistema de transporte concesionado''.

Peña Garavito puso el ejemplo del restaurante Hard Rock Café de Polanco. Ahí, dice, se tiene el caso más claro de cómo operan los asaltantes.

``En este sitio se tenía un problema con los taxis piratas, los que no portan la placa, suben pasaje y alteran el taxímetro; se habían registrado ya varios incidentes y nos pidieron ayuda los del establecimiento. Se les puso un radio taxi, estaba funcionando bien, pero los mismos meseros del Hard Rock se pelearon con ellos, se agarraron a golpes y los corrieron, para que ellos --los meseros--pudieran seguir recomendando al cliente un taxi''.

La Dirección General de Servicios al Transporte, apunta su director, ``no tiene la capacidad para supervisar y vigilar que todos los transportistas acaten las leyes y reglamentos, sobre todo que su desempeño sea bueno y no asalten al usuario''. En la ciudad se tienen más de 400 mil unidades de transporte, 115 mil son concesionados, 200 mil de carga federal, 40 mil de carga local, ``con 300 inspectores a cada uno le toca supervisar más de mil unidades''.

Peña Garavito pidió que la ciudadanía sea más exigente con ese sector, que denuncien los ilícitos y presenten sus quejas cuando sean asaltados, padezcan maltrato de algún operador de taxi o vehículo de transporte colectivo, para eso ``nosotros tenemos que establecer un sistema de quejas más efectivo para aplicar las sanciones''.

La Procuraduría Social, añadió el funcionario, remitió hace unos días a la DGST cuatro quejas contra igual número de choferes, las entregó por escrito con nombres de los quejosos, número de las placas de las unidades de transporte e incluso sus nombres, ahora ``se está actuando contra esos choferes''.

Sin taxímetro reciente, no se podrá cobrar la nueva tarifa

Peña Garavito también indicó que los taxistas no deben cobrar la tarifa recientemente autorizada ``hasta que no tengan funcionando ya sus nuevos taxímetros, por ningún motivo deben obligar al pasaje a pagar un incremento''.

En la Alianza para el Transporte que se signó el pasado fin de semana, agregó el funcionario, los dirigentes del autotransporte acordaron con la autoridad que ``no cobrarán la nueva tarifa hasta que sus unidades no cuenten con los nuevos taxímetros que marquen la cantidad que el usuario deberá cubrir''; mientras tanto, el público no debe pagar sino sólo lo que marque el taxímetro.

Los taxistas tendrán hasta el 31 de diciembre para llevar sus unidades a arreglar, esto es, ``los taxímetros deberán ser modificados con la nueva tarifa durante los siguientes 30 días. Los usuarios pueden denunciar ante la DGST el número de placa del taxi''.