Con el cambio de procurador general de la República, el presidente Ernesto Zedillo ha modificado en dos años de gobierno más de la mitad del llamado gabinete legal.
La diferencia radica en que Fernando Antonio Lozano Gracia, ex diputado federal, es militante del PAN y por tanto primer miembro reconocido de un partido de oposición en integrar un gabinete presidencial. Sin embargo, su relevo no tiene al parecer motivos políticos, sino que es resultado de fallas personales y de su equipo, en una posición que, debe reconocerse, es de las más difíciles de desempeñar.
El primero en caer, en el mismo mes de diciembre de 1994 en que fue designado, fue el titular de Hacienda, Jaime Serra Puche, cuya remoción causó otros movimientos, ya que su sitio fue ocupado por el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Guillermo Ortiz Martínez, y éste fue sustituido por Carlos Ruiz Sacristán. El segundo removido fue el secretario de Educación Pública, Fausto Alzati Araiza, quien fue relevado por el entonces titular de la Reforma Agraria, Miguel Limón Rojas, el cual fue sustituido a su vez por Arturo Warman, quien dejó su posición de secretario de Agricultura al ex gobernador de Sinaloa, Francisco Labastida Ochoa, quien se constituyó en la principal novedad.
El tercer sacrificado fue uno de los hombres más cercanos al presidente Ernesto Zedillo, el entonces secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma Barragán, quien fue relevado por el gobernador del estado de México, Emilio Chuayffet Chemor, previo permiso del Congreso local, cuyos integrantes designaron sustituto a César Camacho Quiroz. Moctezuma ya reapareció en los primeros planos de la política, como secretario ejecutivo del Consejo Político Nacional (CPN) del PRI.
Otro cambio ocurrió en la Secretaría del Trabajo, donde su primer titular, Santiago Oñate Laborde, renunció para convertirse en presidente del PRI y fue sustituido por el director de Conasupo, Javier Bonilla. También la primera responsable de la Secretaría de la Contraloría, Norma Samaniego, dejó su sitio y fue relevada por el ex secretario del Trabajo y ex director del IMSS, Arsenio Farell. Aunque no tiene el nivel de secretario, también forma parte del gabinete el director de Comunicación Social, cuyo primer titular fue Carlos Salomón Cámara, quien pasó a la dirección de la Lotería Nacional y le sustituyó el actual responsable, Carlos Almada.
El nuevo procurador general es el hasta ayer presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Jorge Madrazo Cuéllar, quien a su vez fue relevado, como lo dispone la Ley Orgánica de ese organismo, por el primer visitador, José Luis Ramos Rivera.
Con el cambio en la PGR no se rompe el principio de que el vigilante de las acciones de los funcionarios públicos sea alguien ajeno al gobierno priísta. Si bien Madrazo no milita en la oposición, se ha mantenido ajeno a las tareas partidistas y eso le ha facilitado mantener la independencia de criterio tan necesaria en la CNDH y ahora en la Procuraduría.
La cosecha
El CEN del PRI anunció ayer que el próximo 17 deberá quedar integrada la Comisión de Honor y Justicia y de inmediato deberá atender los asuntos que le turnó la XVII Asamblea, entre los cuales está la exigencia de expulsar al ex presidente Carlos Salinas.