Barnés y Yacamán, posibles finalistas
Georgina Saldierna V. Los dos grandes finalistas hacia la Rectoría de la UNAM son Francisco Barnés de Castro y Miguel José Yacamán, consideró José Luis Soberanes Fernández, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, quien ayer se manifestó en favor del segundo de esos candidatos porque ``es el que mejor llena el perfil'' de lo que debe ser el próximo rector.
De acuerdo con Soberanes Fernández, el nuevo titular de la máxima casa de estudios del país debe tener tres características: ser un líder académico, tener capacidad de gestión administrativa y saber dialogar con el gobierno, ``concertar con el fin de que los apoyos para la institución no se nieguen, sino que sean más fluidos''.
Para fundamentar su juicio sobre Yacamán, Soberanes dijo que el actual director del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) es uno de los científicos más reconocidos del país. Ha demostrado en los hechos que puede llevar una gestión académica muy importante, y puso como ejemplo que abrió el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a las ciencias sociales y las humanidades.
Al preguntarle si alguno de los candidatos le garantiza al secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente --cabeza de un importante grupo universitario--, estar en la Rectoría dentro de cuatro años, dijo que él no se la juega de esa manera. ``Si realmente quisiera participar en este proceso lo hubiera hecho abiertamente, sin necesidad de buscar candidatos que le garanticen ser rector dentro de cuatro años''.
Señaló que en el próximo cuatrienio pueden pasar muchas cosas. ``Además, el Presidente ha dicho que no quiere que sus colaboradores intervengan en cuestiones ajenas a su labor, y De la Fuente no sería tan tonto para intervenir en el proceso de sucesión de una manera tan nebulosa''.
``Es un hecho que nadie le puede garantizar ser rector por sólo cuatro años, porque cualquiera puede prolongarse por ocho'', destacó Soberanes, quien consideró que a la mejor en cuatro años De la Fuente está peleando la Presidencia de la República.
Por otra parte, Soberanes Fernández dijo que no debe ser una sorpresa que Gerardo Suárez, actual coodinador de Investigación Científica de la UNAM, no esté en la lista de finalistas.
A su vez , el director de la Facultad de Ingeniería, José Manuel Covarrubias Solís, señaló que aunque en dicha lista no están todos los que deberían, la Junta de Gobierno no le puede dar gusto a todos. ``Si bien no se llamó a Gerardo Suárez, los candidatos elegidos para mostrar su programa de trabajo representan el sentir de un gran número de universitarios''.
Como otro de los finalistas en el proceso de sucesión, Covarrubias indicó que su programa de trabajo tiene mucha inclinación hacia las cuestiones académicas, al mismo tiempo que no deja de lado aspectos como la conciliación con los sectores universitarios y la relación de la Universidad con la industria y el Estado.
Añadió que en su proyecto aborda temas considerados tabú, como es el caso de las cuotas, la matrícula y el pase reglamentado, a los que daría su justo valor para evitar polémicas y malos entendidos.
En torno de las cuotas, Covarrubias señaló que para que los alumnos aprendan a valorar su estudios es necesario que éstos no sean gratuitos; sin embargo, aseguró que nadie quedaría fuera de la Universidad por no poder pagar las cuotas. Por ello, su propuesta es que dichos pagos se fijen de acuerdo con la capacidad económica de cada alumno y cada familia.
Habló también sobre la puesta en marcha de un programa de becas estudiantiles, para que los alumnos no tengan que abandonar sus estudios para trabajar.
Señaló que el pase verdaderamente debe reglamentarse, para que tengan derecho a él aquellos alumnos que muestren interés en sus estudios, es decir, aquellos estudiantes que sean regulares y terminen su bachillerato en un tiempo prudente, el cual sería determinado por las comisiones encargadas del tema.
Por otra parte, Salvador Malo Alvarez, secretario administrativo de la UNAM y otro de los finalistas en el proceso de sucesión rectoral, atajó las versiones que empezaron a circular en medios periodísticos, en el sentido de que no posee el doctorado, pero se ostenta como si lo tuviera.
El directivo universitario entregó a diversos medios de información una copia fotostática del título que le otorgó la Universidad de Londres, en el que se lee que completó los cursos y aprobó el examen profesional para obtener el grado de doctor en filosofía