Hubo en días pasados protesta diplomática suiza contra la PGR

David Aponte Antes de la sustitución de Antonio Lozano Gracia como procurador general de la República, el gobierno de Suiza envió a las autoridades mexicanas una nota diplomática de protesta por la utilización indebida que hicieron los investigadores mexicanos de la información sobre las cuentas bancarias de Raúl Salinas de Gortari, dieron a conocer fuentes gubernamentales.

La Procuraduría de Suiza expuso su molestia a su contraparte en México por las filtraciones que la dependencia a cargo de Lozano hizo a la prensa mexicana, indicaron.

Las fuentes consultadas explicaron que para la procuradora Carla del Ponte resultó muy desagradable que la PGR utilizara de manera incorrecta la información confidencial de los bancos suizos. Esa situación le acarreó problemas con altos ejecutivos de las instituciones bancarias helvéticas.

``Ellos son muy celosos del secreto bancario'' y la queja vino por el manejo que los colaboradores de Lozano Gracia dieron a los datos de las cuentas de Raúl Salinas de Gortari, mencionaron.

La nota de protesta de las autoridades suizas llegó por la vía diplomática a las oficinas encargadas de los asuntos legales de la Secretaría de Relaciones Exteriores, según una primera versión.

Sin embargo, los informantes aseguraron que la misma ``fue de Procuraduría a Procuraduría'' y está fechada el primero de octubre.

La semana pasada circuló la versión de que la procuradora Del Ponte había protestado contra la desagradable situación que las autoridades de México crearon con el uso de la información secreta de las cuentas pertenecientes a Raúl Salinas de Gortari.

De acuerdo con el marco legal suizo, la información bancaria no puede ser utilizada para castigar delitos financieros o evasiones fiscales. Los datos proporcionados a la autoridad mexicana debieron orientarse a determinar en qué medida los fondos del hermano del ex presidente de México son producto del lavado de dinero procedente de actividades ilícitas, como el narcotráfico.

En octubre de 1995, las autoridades judiciales suizas iniciaron sus pesquisas y congelaron las cuentas bancarias de Raúl Salinas, después de que funcionarios mexicanos y estadunidenses les pidieron que monitorearan algunas cuentas bancarias bajo la sospecha de blanquear dinero producto del tráfico ilícito de estupefacientes.

Hasta ahora, la Procuraduría General de la República no ha proporcionado las evidencias necesarias para que la procuradora Del Ponte mantenga el congelamiento de los fondos, que ascienden a más de 100 millones de dólares.