La Jornada 6 de diciembre de 1996

Asesinan a un ex asesor de la PGJDF y a toda su familia; aparente venganza

Alberto Nájar Los cuerpos de Fernando Balderas, ex asesor de la procuraduría capitalina y ex comandante de la Policía Judicial de la misma dependencia; el de su esposa, Yolanda Figueroa, autora del libro El capo del Golfo, y los de sus tres hijos fueron localizados ayer en su residencia de la colonia Fuentes del Pedregal. Los cinco fueron asesinados hace aproximadamente dos días y según fuentes de la PGJDF no se descarta que el móvil sea una venganza.

Balderas fue asesor del ex director de la Policía Judicial del DF, Alfonso Cabrera Morales, y contribuyó en forma importante para la redacción de la biografía de Juan García Abrego, en la cual se incluyen también referencias a la captura del capo y sus relaciones con políticos como Mario Ruiz Massieu y Raúl Salinas de Gortari. En algunos capítulos, la autora deja entrever que la aprehensión del narcotraficante ``fue una gran farsa''.


Fuera de la residencia de Fuentes del Pedregal.
Foto: Carlos Cisneros

El libro contiene tres dedicatorias, una de las cuales es para el ex procurador Antonio Lozano Gracia; el homicidio ocurrió 24 horas después de su destitución. En la presentación del texto participó Ricardo Cordero Ontiveros, actualmente preso en Tijuana por una presunta venta de plazas en la PGR; su captura ocurrió el mismo día en que el volumen fue dado a conocer.

Los cadáveres de Balderas, Figueroa y sus hijos Patricia, Fernando y Paul, se encontraron en las recámaras de la casa ubicada en Crespón 360, colonia Fuentes del Pedregal, y presentaban golpes contusos, así como heridas causadas con objetos punzocortantes. La residencia estaba completamente revuelta, como si se pretendiera aparentar un robo..

Yolanda Figueroa colaboró en la revista Viva y fue fundadora de la revista Cuarto Poder.

Agentes de la Policía Judicial capitalina efectuaron el hallazgo ayer al mediodía, mientras investigaban el posible robo de un Mustang rojo de modelo reciente, el cual fue abandonado en la zona comercial de Eje 10 Sur. El automóvil pertenecía al ex comandante asesinado.

Balderas tenía pendientes tres órdenes de aprehensión: una por narcotráfico en la PGR y las otras por extorsión y abuso sexual en la procuraduría capitalina.

Juan García Abrego

En la contraportada del libro escrito por Yolanda Figueroa se señala que ``Fernando Balderas, ex asesor de la Procuraduría General de la República, revela que a mediados de 1993 se contaba con la información necesaria para capturar a Juan García Abrego. Pero no se hizo nada''.

A lo largo del texto se presenta una breve biografía del capo del Golfo y se dedican capítulos a Marcela Bodenstedt, Raúl Salinas de Gortari y Guillermo González Calderoni, así como a los homicidios de Francisco Ruiz Massieu y el ex candidato presidencial del PRI. Este último se titula ``Luis Donaldo Colosio: ¿un narcohomicidio?''

Sin embargo, a juicio de Luis Astorga, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y quien acompañó a Figueroa durante la presentación del libro, el texto es sólo una secuencia histórica de información ya publicada, e incluso, dijo, no contiene elementos que hagan pensar que Figueroa tuviera mucha información de primera mano. El tono del documento es, dijo, ``más bien neutro''.

De hecho una de las pocas referencias directas se atribuye al asesinado Fernando Balderas. En las páginas 244 y 245 se narra la forma como a partir de junio de 1993 entabló contacto con el entonces procurador Jorge Carpizo, quien le encargó que realizara una ``delicada y confidencial investigación''.

La misión fracasó, aunque de acuerdo con el libro, Balderas mantuvo relación cercana con los asesores del procurador. Fue así como semanas después, el ahora occiso contactó al ex agente de la DEA Alejandro D'Agostino, quien le proporcionó información sobre el paradero del capo del Golfo. Los datos fueron entregados al coordinador de asesores de Carpizo, José Luis Ramos, quien incluso señaló que debía tratar el asunto con Eduardo Valle Espinoza, El Búho, quien comandaba un grupo especial de investigación.

``Esta fue la última vez que Balderas vio al coordinador de asesores'', señala el texto. ``Pese a su insistencia, jamás hubo respuesta en ningún sentido y hasta la fecha, Balderas ignora si Jorge Carpizo se enteró y por qué razón, en todo caso, desdeñó la propuesta''. Al final de este capítulo la autora se pregunta si ésta ``¿será la mejor prueba de que la persecución de Juan García Abrego fue tan sólo una gran farsa?