Nueva crisis en el diálogo: Marcos
Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 5 de diciembre Ante la ``incertidumbre que genera la actual crisis'' en el proceso de diálogo con el gobierno federal, y para garantizar su seguridad ``que peligra'', en su calidad de jefe militar del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el subcomandante Marcos dispuso que los integrantes del Comité Clandestino Revolucionario Indígena que se encuentran con él en esta ciudad, regresen mañana ``a sus posiciones de montaña''.
En un breve comunicado dado a conocer esta noche, el jefe rebelde señaló que él permanecerá en San Cristóbal en espera de los resultados de las gestiones que realizará mañana en la ciudad de México la Comisión de Concordia y Pacificación, sobre el proyecto de iniciativa de Ley en Materia Indígena.
El dirigente zapatista informó que tan pronto como haya confirmado que la ``jefatura suprema'' se encuentra protegida, él ofrecerá una conferencia de prensa en esta ciudad para fijar la postura del EZLN respecto a la ``presente crisis del proceso de diálogo con el gobierno federal''. La delegación del EZLN que aquí se encuentra está compuesta por 19 comandantes y el propio Marcos.
A continuación se reproduce el texto del comunicado del EZLN:
Comunicado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. México.
Al Pueblo de México:
A los Pueblos y Gobiernos del Mundo:
A la Prensa Nacional e Internacional:
Hermanos:
En mi carácter de jefe militar del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, he dispuesto el regreso de la delegación del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN a sus posiciones de montaña, esto con el fin de garantizar su seguridad, que peligra por la incertidumbre que genera la actual crisis; el retiro de la jefatura indígena del EZLN será el día de mañana, 6 de diciembre de 1996.
Con la autorización de mis compañeros jefes y por la responsabilidad que tengo, permaneceré en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, esperando el resultado de las gestiones de los legisladores de la Comisión de Concordia y Pacificación.
Tan pronto como haya confirmado que nuestra jefatura suprema se encuentra protegida, y en hora que será dada a conocer con la debida antelación, daré una conferencia de prensa en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde fijaremos la posición del EZLN respecto a la presente crisis del proceso de diálogo con el gobierno federal.
Es todo.
¡Democracia!
¡Libertad!
¡Justicia!
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos
Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
México, Diciembre de 1996
Hermann Bellinghausen, enviado, San Cristóbal de las Casas, Chis., 5 de diciembre El proceso de reforma constitucional en materia indígena entró hoy en crisis, de manera que los acuerdos ya firmados en San Andrés y todo el proceso de paz en Chiapas quedaron en suspenso y grave riesgo.
A partir de mañana, el subcomandante Marcos quedará solo en esta ciudad, ya que los comandantes retornarán a sus lugares de origen pues su seguridad ``peligra por la incertidumbre que genera la actual crisis'', según comunicó el jefe militar zapatista al final del día.
Hoy predominaron la tensión, la incertidumbre, los signos preocupantes de ruptura, que no llegaron a concretarse a lo largo de las ocho horas que permaneció la Cocopa en pleno dentro de El Carmen. A la 1:30 de la tarde llegaron los legisladores, con caras largas o con el enfático afán de parecer tranquilas (las caras de los legisladores). Traían de la capital la respuesta (``observaciones'' las llamaría el vocero Marco Antonio Michel, priísta, en la noche) del gobierno al documento que la propia comisión legislativa había elaborado y presentado a las partes como definitiva.
El EZLN le había tomado la palabra de inmediato. La parte gubernamental esperó varios días para emitir ``observaciones'', hasta ahora todavía desconocidas, pero de suficiente calibre como para quitarle el sueño a los miembros de la Cocopa, y poner en marcha desde las cuatro de la tarde el dispositivo de los tres convoyes que habrían de devolver, intempestivamente, a los delegados zapatistas a sus comunidades. No fue hoy, pero será mañana.
Como nada trascendía de ninguna parte, había que inferir de los pocos signos al alcance. Desde tempranas horas de la mañana, Arturo Warman, secretario de la Reforma Agraria, recorría el norte de Chiapas entregando tierras a campesinos priístas (salvo excepciones) en los municipios de Sabanilla, Palenque y Reforma, así que cuando el funcionario viajó a Tuxtla Gutiérrez para comer, casi se cruzó en el camino con la Cocopa, que se dirigía a San Cristóbal.
¿Y eso qué tiene que ver? Nada, salvo que el secretario Warman había participado en días anteriores en reuniones con los funcionarios de Gobernación, incluidos el titular y un subsecretario, para discutir la posible concreción constitucional de los acuerdos de San Andrés. Con estas consultas a Warman y a los también secretarios Luis Téllez y Carlos Rojas, la Secretaría de Gobernación al fin hacía lo que se resistió a hacer en San Andrés cuando se negociaron los acuerdos: recurrir a una asesoría de buen nivel. Al menos, de decisión.
La impaciencia de los medios, que ayer produjo una carta jocoseria del subcomandante Marcos a la prensa al borde de la inanición, hoy se convirtió en largo tedio, y a la postre, crisis.
Después de reunirse con los zapatistas, los legisladores de la Cocopa salieron para hablar por teléfono y conversar entre ellos, al parecer con más dificultades que otras veces.
Como a las cinco de la tarde apareció, por primera vez desde que inicio la reunión tripartita, el presidente de la Conai, Samuel Ruiz García. Hasta hoy habían montado guardia Oscar Oliva y Concepción Calvillo de Mora. La que sí estaba completa, pero también a partir de hoy, era la Cocopa, que no tuvo un día de fiesta, propiamente.
En cambio, los comandantes zapatistas, quizá como despedida, rompieron una piñata y conducidos por el comandante Salvador, tzeltalero trovador, le cantaron Las Mañanitas a un niño que hoy cumplía años. Los asesores del EZLN, cuyas caras serias habían desfilado a lo largo del día en un ir y venir de espera, encontraron así un breve oasis de contento, en medio del desconcierto que predominó este jueves.
Los cocopos, ceñudos y desvelados, se rascaban la cabeza, sorprendidos de que en momentos tan graves aconteciera una pre posada, allá en el patio posterior del ex convento coleto.
Los documentos, y los mensajes políticos entreverados en ellos, siguen, hasta ahora, siendo secretos. Así como anoche todos los miembros de la Cocopa tenían sus celulares apagados, después de reunirse con el secretario de Gobernación y recibir las ``observaciones'' que por lo visto frenaban el documento preparado por ellos, esta tarde estuvieron activos con llamadas al gobierno y a sus partidos.
El sentimiento de urgencia estaba en el aire. Si reventaba la reunión tripartita, nos íbamos a ver el año que entra a ver en qué país, con las reformas en materia indígena colgada de la brocha.
Cuando los miembros de la Cocopa salieron en la noche para enfrentar a la televisión y la prensa, parecían no ponerse de acuerdo en quién iría por delante. El perredista Del Río Ortegón logró salir ileso, no así el petista José Narro, sobre quien en algún momento cayeron los inclementes reflectores y alcanzó a balbucir que mañana viajarían algunos de ellos a México.
El senador Heberto Castillo salió, riéndose solo; el también senador Luis H. Alvarez, presidente en turno de la Cocopa, fue el que mostró mejor humor.
Los miembros del Congreso Nacional Indígena (mazatecos, mixtecos y mixes), que también fungen como asesores del EZLN y han pasado la semana en espera de resultados, con todo y piñata no ocultaban su desconcierto. Como comentó uno de ellos, sorprendido de las reticencias del gobierno:
-Pero si lo firmaron ellos... Ya habían dicho que estaban de acuerdo.
Y entonces este enviado recordó de cuando la delegación gubernamental que iba a San Andrés se manifestó en contra de conceder ``privilegios'' a los indígenas, antes de la firma de los acuerdos. Aquel era uno de los principales motivos de corchetes y candados; por lo visto, lo sigue siendo.
El vocero en turno de la Cocopa encaró al fin a los medios, en una sesión a la intemperie de preguntas y respuestas en la que lo único en claro fue ``que no hay acuerdo''. Es decir, entre la Cocopa y el gobierno, por lo menos.
Cerca de la medianoche, el subcomandante Marcos afirmó, en un breve comunicado, que la negociación está en crisis, y que por lo tanto, la delegación de comandantes regresará ``a sus posiciones de montaña'', el día de mañana. Y que él permanecerá en San Cristóbal, aguardando a los miembros de la Cocopa que viajarán a México a ver si consiguen desfacer el entuerto