Analizan juntos la matanza los titulares de la PGR y la PGJDF
Ricardo Olayo y Alberto Nájar Fortalecida la hipótesis de una venganza en el quíntuple crimen de los integrantes de la familia Balderas, se considera que pudieron ser por lo menos tres los homicidas que penetraron a la residencia sin forzar cerradura alguna, informó el subprocurador B, José Elías Romero Apis.
Una de las líneas de investigación se refiere a las presuntas actividades de Balderas con el tráfico de estupefacientes, por lo cual ayer el procurador de Justicia del DF, José Antonio González Fernández, se reunió con el titular de la PGR, Jorge Madrazo Cuéllar, para analizar el caso.
El subprocurador Romero Apis dijo que se solicitará la comparecencia de todas las personas que puedan aportar algún dato para la investigación, entre ellas al ex procurador Jorge Carpizo, Eduardo Valle El Búho y José Luis Ramos, jefe de asesores de Carpizo, porque de acuerdo con el libro El capo del Golfo, escrito por la esposa de Balderas, éste trabajó bajo sus órdenes en 1993.
Además del narcotráfico, la PGJDF tiene las siguientes líneas de investigación, sobre las actividades profesionales de los esposos: él se desempeñaba como asesor en la procuraduría capitalina y del ex director de la Policía Judicial, y su cónyuge, Yolanda Figueroa, colaboró en la revista Cuarto Poder y escribió la biografía de Juan García Abrego.
Otra línea de investigación se relaciona con el negocio de compra-venta y reparación de autos y la edición de una revista sobre asuntos policiacos y personales; esto último sobre todo por la violación que presuntamente cometió el ahora occiso con una empleada doméstica. Incluso Romero Apis mencionó que se podría tratar de un ``accidente'', sin precisar más datos, e incluso diferencias con sus vecinos.
En conferencia de prensa, el funcionario confirmó que los homicidas de la familia Balderas utilizaron objetos contundentes, como estatuillas, herramientas o armas blancas, algunas de las cuales fueron tomadas de la casa.
Hay un sobreviviente, Alejandro Pérez de la Rosa, quien es el chofer de la familia y está inconsciente en el Hospital de Xoco con un traumatismo en la cabeza por los golpes que recibió.
Además, la procuraduría ha contado con la participación de otro trabajador de la familia, quien ha proporcionado datos respecto a las personas que visitaban a Balderas en su domicilio y sus negocios.
El subprocurador dijo que se encontraron huellas dactilares en la casa que serán analizadas para establecer cuántas pertenecen a personas ajenas a la familia.
Dijo que se efectúa un peritaje veterinario para establecer la causa por la que los perros del domicilio no ladraron cuando los homicidas penetraron ``entre la noche del martes 3 y la madrugada del miércoles 4''.
A pesar de la insistencia de los reporteros, no quedó claro por qué la Policía Judicial ingresó a la casa luego de encontrar abandonado un vehículo modelo Mustang, propiedad de la familia, y que había sido sustraído de la residencia.
Sin embargo, Romero Apis explicó que los vecinos informaron que desde hacía dos días no habían visto a la familia y se observaban ventanas abiertas, por lo que los agentes que llegaron para investigar lo relacionado con el auto abandonado decidieron entrar al número 360 de Crestón, en la colonia Fuentes del Pedregal.
Para el asambleísta del PRD Pedro Peñaloza, el múltiple homicidio ``se inscribe en la disputa de las bandas de narcotraficantes por ganar la plaza de la ciudad de México''. Exigió que el crimen se esclarezca ``antes que la espiral del tráfico de drogas nos haga polvo''.
Indicó, sin embargo, que ``estamos en la fase previa'', en la que las bandas miden fuerzas para controlar el mercado, y una muestra es la facilidad con la que ahora se consigue casi cualquier tipo de droga a bajo precio. Según el representante, el problema que enfrentan las autoridades es más complejo porque la ciudad de México, ``irónicamente, está más vigilada''.