La Jornada 8 de diciembre de 1996

Aún hay ``ratones en el cajón'' del gobierno: Abascal

Humberto Ortiz La dirigencia patronal advirtió que la administración pública aún aloja ``ratones en el cajón'' proclives al derroche, inmutables a la auditabilidad y sin espíritu de servicio, y aseveró que el fenómeno jamás podrá resolverse contratando deuda externa adicional.

Es de esta parte donde ``cojea'' la conducción económica, social y política del país, alerta Carlos Abascal Carranza, presidente de la Coparmex, y responsabilizó al régimen de crear condiciones políticas reales para que la parte política no lesione a la economía.

Argumenta que de nada sirve tener reservas por 80 mil millones de dólares en caja, cuando entre los administradores no hay entrega, ni capacidad de ahorro, ni el mínimo control en el uso de recursos públicos.

``Para mí esa es la clave, porque en México por recursos materiales y humanos no paramos. Lo que pasa es que hemos dispendiado históricamente esos dineros'', afirmó. Argumenta que el error del país no es la escasez de capitales, sino que el sector público con mayor frecuencia, los propios empresarios y los sindicatos, no han sabido administrarlos.

``El estatismo, el patrimonialismo del gobierno, el dispendio, la corrupción, la diferencia entre empresarios ricos y empresas pobres, entre sindicatos ricos y sindicalizados miserables, es el problema de fondo en México'', sostiene Abascal Carranza.

Estableció que por eso la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha insistido ante sus contrapartes en que el asunto no va a resolverse contratando deuda externa adicional, sino con un cambio profundo de las personas. Más allá de la democratización, puntualiza, urge una transformación ética en el mundo de la política, de la economía y de lo social, para la construcción del bien común. Ahí está la clave, machaca.

--¿Por dónde podría desviarse en este momento la administración pública y de dónde ``cojea''?

``Primero, las deficiencias más importantes de la administración pública son una anchísima burocracia, costosa y deficiente, y con frecuencia corrupta. Segundo, dentro de este mismo sistema, corrupción. Todavía tenemos muchos ratones en el cajón.

``Tercero, excesiva regulación. Cuarto, lo que es más importante, resistencia al cambio. Y quinto, en muchos aun convencidos, falta sentido de urgencia.''

Aclaró el líder patronal que no sólo está refiriéndose al gobierno, porque estos fenómenos se presentan también en la iniciativa privada y en los sindicatos, ``con sus más y sus menos.''

--Y ya que lo comenta, don Carlos, aún quedan 200 empresas en manos del gobierno y nadie sabe cómo están operando, ¿considera urgente acabar el proceso de privatización antes de concluir el sexenio?

--``No importa si es pronto, dentro de seis meses o en el año 2000. Lo que importa es que se haga conforme a una planeación ordenada, estratégica, que se cumpla, que ofrezcan expectativas reales. Y cuando hablo de empresas y sindicatos, hablo también de compañías privadas y sus sindicatos. No estoy cargando la tinta sólo en las deficiencias del gobierno, que son objetivas, sino también en nosotros.

``Y al mismo tiempo insisto también en reconocer que hoy cada vez más funcionarios públicos son honrados y están convencidos del cambio profundo que hay que hacer, y que ellos, junto con cada vez más empresarios y líderes obreros comprometidos, lo vamos a lograr.

``De eso no tengo la menor duda. Lo importante es que no se nos vaya el tren.''

Alfileres sostienen la economía

Carlos Abascal no ignora que la economía aún está prendida con alfileres y observa dos factores que la mantienen en esta circunstancia: el de expectativas, sicológico, combinado con un conjunto de elementos que son perfectamente objetivos.

``En expectativa, las oscilaciones que sufrió el mercado cambiario en las últimas semanas hacen que unos se pregunten si debe devaluarse o no.''

En este sentido, afirma que la Coparmex ha tratado de influir en la gente haciéndole ver que tenemos una paridad competitiva, que ``no aspiramos a un tipo de cambio que subsidie las exportaciones, que hay que tener uno competitivo para todos los sectores, incluso para importar sólo lo necesario, sobre todo en bienes de capital.''

El presidente de la Coparmex sostiene que persiste un problema de expectativas que, a juicio de su gremio, deriva de acontecimientos políticos o de ``declaraciones del señor Dornbush, que cada vez que abre la boca le atina al momento más inoportuno'' y lastima expectativas, aun careciendo de información que le permita opinar con pleno conocimiento de causa. ``Tan es así que constantemente se ha equivocado en sus predicciones.''

En consecuencia, juzga que prevalecen factores que, como los anteriores, influyen en las perspectivas de la gente.

Luego, abunda Abascal, hay elementos objetivos preocupantes como el imperativo de un nuevo marco tributario que es sustancial para dar estabilidad de largo plazo al desarrollo económico del país; la desregulación económica, la ampliación de la base de contribuyentes y la captación fiscal correspondiente; la real disminución del gasto corriente y su reorientación a gasto de inversión.

``La sociedad quiere ver que, efectivamente, contribuye al despegue. Que no sólo platiquemos los programas de vivienda, sino que se conviertan, objetivamente, en motores del desarrollo.''

Es inaplazable, remarca Carlos Abascal Carranza, dar congruencia a los programas de gobierno, crear condiciones de estabilidad y certidumbre.

Solemne mentira, su candidatura

El dirigente patronal precisó las responsabilidades que en estos objetivos tiene cada sector de la sociedad: del gobierno, dar seguridad jurídica, tender puentes de comunicación ágiles; avanzar con sentido de urgencia, crear un marco de referencia que propicie la inversión, el ahorro y el empleo.

``Le corresponde inducir condiciones políticas para que, efectivamente, la parte política no lesione a la economía. Mejorar la seguridad. Regular, desburocratizar, crear condiciones para convertirse en gobierno promotor.''

De los empresarios, dijo, es responsabilidad ineludible ``invertir, invertir, invertir... mejorar la productividad, las condiciones de trabajo, remunerar adecuadamente a sus trabajadores; generar círculos virtuosos a través de la capacitación para el desarrollo de las empresas.

``También les toca opinar, proponer, porque somos nosotros los que sufrimos las consecuencias de las malas decisiones en materia económica, política y social. Participar en México. Generar nuevos modelos de desarrollo empresarial, con una nueva cultura que nos permita tomar mercados exteriores, rediseñar procesos internos para mejorar la eficiencia, innovar tecnologías y, entonces, crear las condiciones para, aprovechando la actitud general de gobierno promotor, ser empresarios de excelencia.''

Y de toda la sociedad, remarcó Abascal, su responsabilidad es ``trabajar, trabajar, trabajar, no de hay otra.''

No termina la entrevista sin antes advertir la necesidad de adquirir madurez cívica y política que permita formar criterios que ``no sea vulnerable a los primeros vientos que soplan de cualquier lado, sino que tengamos criterio y visión para interpretar los hechos con objetividad.''

Tampoco olvida a los medios de comunicación. Dice que le encantan ``muchos entrevistadores de banqueta'', pero calificó de indignante que haya columnistas que en ``unas cuantas líneas digan 18 mentiras y destrocen todo un esfuerzo.''

Es ``un solemne mentiroso'', remacha, quien publicó que Abascal dedica todo su tiempo a preparar su plan de gobierno para el Distrito Federal.