MURIO JOSE DONOSO
Enrique Gutiérrez, corresponsal, Mónica Mateos y agencias, Santiago, 7 de diciembre El hombre que no sabía vivir ``fuera de la literatura'', el escritor y Premio Nacional del ramo, José Donoso Yáñez, falleció esta mañana en la capital chilena, afectado por un cáncer terminal en el estómago, a los 72 años de edad, cuando intentaba terminar una nueva narración y escribía un guión para la televisión mexicana.
El autor de novelas como Daniel y los leones y Buen domingo, estaba postrado en cama en su hogar, luego que había sido desahuciado ya hace varios meses.
Nació en Santiago de Chile el 25 de septiembre de 1925, y será sepultado este domingo en el balneario del litoral central de su país, Zapallar, donde regularmente pasaba sus vacaciones junto con su esposa, María del Pilar Serrano, y su hija María del Pilar, quienes se encontraban junto a él en el momento de su muerte, informó su sobrina, la periodista Claudia Donoso.
Acerca de las últimas semanas de vida de su tío agregó: ``No hubo nada trágico; siempre existió un ambiente de mucha vida, que tenía que ver con el estar muy conectado con la lectura y la fantasía, que era el mundo con el cual prefería vivir''.
Interrogado en una ocasión si para él la muerte seguía siendo una incógnita, el escritor respondió: ``Es como un miedo. Es una idea de que también se va a morir la memoria y, con ella, tantas cosas que uno ha amado''. Poco religioso, Donoso confesó más de una vez que hubiera preferido tener fe: ``Es más cómodo, el apocalipsis es el olvido'', decía.
Su pasión literaria quedó demostrada por última vez en la inauguración de la 16 Feria Internacional del Libro de Santiago, el pasado 21 de noviembre, a la que llegó --tras salir de una clínica-- débil, con bastón, pero lleno de sonrisas cubiertas por su bíblica barba blanca.
Hipocondriaco, sensible, con ese aire de profesor inglés, con debilidades físicas, el escritor chileno cursó sus estudios en el colegio Grange School --donde también estudio un par de años Carlos Fuentes cuando su familia vivió en Chile--, al que donó su biblioteca personal, y en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. En 1949 obtuvo una beca para estudiar en la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey, donde se especializó en literatura inglesa. Posteriormente fue profesor en la también estadunidense Universidad de Iowa.
La edición de su primer libro, Verano y otros cuentos (1955), debió pagarla de su propio bolsillo. La situación cambió dos años más tarde, cuando publicó Coronación, su mayor éxito literario y una de las novelas cumbre de la literatura chilena y latinoamericana.
Luego vendrían El charleston (1960), El lugar sin límites (1966), El obsceno pájaro de la noche (1969), Casa de campo, Historia personal del boom, Tres novelista burgueses, y antes de morir, Donoso escribió una novela titulada El mocho, la cual dejó terminada y será editada póstumamente.
``Uno escribe para decir algo que no sabe. Escribe para saber algo. Escribir es un proceso de conocimiento'', decía frecuentemente el escritor.
Donde van a morir los elefantes (1995) es uno de sus trabajos más elogiados por la crítica. Con esta obra rompió un silencio literario de nueve años. Sobre el significado de este texto, Donoso explicó en su momento: ``A Estados Unidos van muchas personas a escribir libros, toman un trabajo pensando que van a quedarse sólo algunos meses, pero se quedan para siempre. Esas personas son como los elefantes, que hacen camino para ir a morir a un lugar''.
También trabajaba en el guión de una telenovela para Televisa, en coordinación con el productor chileno radicado en México, Valentín Pimstein. El brusco giro lo explicó de la siguiente manera: ``Es la posibilidad de incursionar en un género nuevo para mí y lo tentador del pago'', admitió entonces.
Donoso había dicho varias veces que él no sabía vivir fuera de la literatura, y uno de sus rasgos más distintivos fue su paciencia con los escritores jóvenes a quienes nunca negó su ayuda. Uno de sus más aventajados discípulos es Carlos Cerda, astro en ascenso de la narrativa chilena actual.
Donoso ganó el Premio Nacional de Literatura en 1990. Su primer galardón fue el Premio Municipal de 1955 por una serie de siete cuentos que tituló Veraneo. En 1962 recibió en Estados Unidos el Premio William Faulkner, que lo consagró como uno de los grandes valores de su generación y del llamado boom de la literatura latinoamericana.
El fallecido escritor residió un tiempo en España, tras el golpe de Estado de 1973. Radicó en Teruel, donde prosiguió su obra literaria y coincidió con los también escritores Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. Retornó a Chile a comienzos de la década de los años ochenta.
A partir de ese tiempo fue tratado de un cáncer en el estómago, enfermedad que sus médicos no pudieron controlar.
Premio Cervantes
José Donoso iba a ser propuesto como candidato al Premio Cervantes, el más importantes de los que se conceden en España, reveló en Madrid el catedrático y miembro de la Real Academia de la Lengua, Francisco Ayala. ``Siento su muerte y siento también que lleguemos tarde'', agregó. La muerte del escritor chileno fue recibida con profundo pesar en medios literarios españoles.
En Montevideo, Uruguay, el escritor Mario Benedetti lamentó la muerte del que consideraba su amigo y una figura muy importante de la literatura en español. También comentó la calidad de los cuentos de José Donoso, mucho menos conocidos que sus novelas, y señaló que su obra preferida es Coronación, escrita en 1958.
En Londres, el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante afirmó que con la muerte de Donoso ``desaparece el más grande novelista sudamericano''.
En declaraciones desde su residencia de la capital británica, Cabrera Infante manifestó respecto del chileno: ``Ha muerto como quería: en su país, rodeado de sus familiares, sus amigos y sus lectores naturales. Lo voy a echar mucho de menos, pues me unía con él una buena amistad''.
En Asunción, Paraguay, Augusto Roa Bastos señaló: ``¿Qué puedo decir? Para mí es una gran pena enterarme de la desaparición de este gran escritor y amigo chileno, pues es uno de los exponentes más destacados de la literatura latinoamericana y un amigo de mucho tiempo''. El escritor paraguayo recordó que habían cultivado una gran amistad en Buenos Aires, donde Roa Bastos estuvo exiliado antes de fijar residencia en Francia.
Desde Suecia, el novelista chileno Antonio Skármeta consideró que ``José Donoso es el escritor con la conciencia social más alta que ha tenido Chile. Nunca he escuchado de alguien una frase más grande de amor por la creación literaria que la que él dijo en una ocasión y que me parece tremendamente representativa de su espirítu y de su profesionalismo: `Yo no sé vivir fuera de la literatura'...''
Por su parte, el ministro secretario y portavoz del gobierno chileno, José Joaquín Brunner, declaró duelo nacional y dijo que con la muerte de Donoso ``se silencia una parte del lenguaje de Chile que él ayudó a construir''. Agregó que el autor de Casa de campo es ``una de las figuras más importantes del país, que seguirá viviendo en todos los lectores de su obra. Todo lo que él indagó en el alma del país, en los problemas de Chile y en la cultura de nuestra región latinoamericana será proyectado en los próximos años''