Diciembre: mes de errores y devaluaciones, mes de sucesión presidencial y cambios ministeriales, mes, como todos, de trámites y deudas: mes de aguinaldo y misterios guadalupanos, noches de atole, confites y canelones: diciembre de brindis y abrazos, época de paz y buena voluntad, blanco manto de alegría y buenas intenciones: mes festivo por antonomasia y por lo mismo rojo, como el traje de Santaclós y la nariz del reno Rodolfo, como la flor de la Nochebuena, como la sangre del Cristo que nació en las navidades: diciembre de prisas, tumultos y empujones, de compras, reetiquetación y ofertas por montones, mes de bacalao, pavos y orejones: mes de prisas y accidentes carreteros, mes de familia, fotos y acaso con suerte vacaciones: diciembre de propósitos a futuro y agosto de ladrones: diciembre de año viejo, cohetes y melancolía. Termina el año: sálvese quien pueda.