Solicita Bogotá a Fidel intervenir para que las FARC liberen a soldados
Ap, Ansa, Reuter, Dpa, Afp y Efe, Santafé de Bogotá, 13 de diciembre Colombia solicitó al presidente cubano, Fidel Castro, su intervención para lograr que la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) libere a 60 soldados que retiene desde el 30 de agosto pasado, declaró la canciller María Emma Mejía.
La petición, hecha por la propia ministra en La Habana durante una conferencia de países del Caribe, coincidió con el rechazo de las FARC a una proposición anunciada la víspera por el presidente Ernesto Samper de ``neutralizar'' el área del caserío de Remolinos del Caguán para brindar mayores garantías a la insurgencia para la entrega de los soldados.
En entrevista con una emisora en esta capital, Mejía dijo haber presentado la petición a Castro durante una cena a la que también asistió el escritor Gabriel García Márquez, e indicó que el presidente cubano, al igual que otros mandatarios, está interesado en el gesto humanitario que puedan realizar las FARC.
Dijo haberle pedido a Castro el envío de un mensaje al grupo guerrillero, ya sea a través suyo o de otros líderes, a fin de contribuir a la solución del problema y de un pronto retorno de los militares. Manifestó su esperanza de que la gestión se pudiera realizar en lo que resta de diciembre, y confió en que ``podamos lograrlo''.
Radio Caracol, que entrevistó a la canciller, aseguró que representantes de México, Guatemala y Venezuela ``ofrecieron su concurso, siempre y cuando las dos partes den su aprobación'', en referencia al gobierno de Samper y la guerrilla.
El ministro del Interior, Horacio Serpa, dio a conocer que Samper está dispuesto a aceptar la gestión humanitaria de Fidel Castro o de cualquier otro gobierno para lograr la liberación de los rehenes, atrapados luego de que una columna rebelde atacó un cuartel en Putumayo y causó 27 bajas al ejército.
``Sería muy importante que el comandante Castro pudiera tener la oportunidad de intervenir, porque es prioritario lograr la libertad de los soldados'', expresó.
En junio pasado Castro intervino, también a petición del gobierno samperista, y consiguió que un grupo armado liberara al ingeniero Juan Carlos Gaviria, hermano del ex presidente y actual secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria.
Pero las FARC enviaron este día un mensaje a través del párroco de Remolinos del Caguán, el italiano Rino Delaitotti, en el que rechazaron la oferta de Samper de ``neutralizar'' la base militar en ese poblado mediante cordones civiles y de la Cruz Roja Internacional, en aceptación de una propuesta hecha por la Comisión de Conciliación.
Más aún, la guerrilla demandó ampliar el plazo de desmilitarización de la zona hasta el 26 de diciembre. La actual desmilitarización, que abarca 14 mil kilómetros cuadrados en el departamento del Caquetá, comenzó el 6 de diciembre y vence el próximo lunes a la medianoche.
Samper, al conocer la postura de las FARC a su nueva oferta, se mostró sorprendido y dijo no estar dispuesto a hacer nuevas concesiones. Asimismo, demandó a los rebeldes que entreguen pruebas de la supervivencia de los soldados.
``Si a pesar de todos nuestros ofrecimientos las FARC insisten en mantener a los soldados retenidos, tendrán que darle explicaciones al pueblo colombiano de por qué fallaron en el cumplimiento de su compromiso de devolver a los soldados sanos y salvos'', subrayó.
Entre tanto el gobierno colombiano, en su estrategia de endurecer la lucha antidrogas, anunció que convocará el martes al Congreso a sesiones extraordinarias a fin de lograr la aprobación de una iniciativa de ley que aumente las penas carcelarias contra los narcotraficantes.
La ofensiva samperista se debe al éxito logrado la noche del jueves, cuando tras cinco meses de demora consiguió que el Congreso aprobara la ley de extinción de bienes ilícitos con retroactividad ilimitada, y que afectará a narcotraficantes y demás delincuentes.
En tanto que analistas estimaban que la ley de expropiación va a incidir positivamente en las relaciones con Estados Unidos, el gobierno de Bill Clinton hizo saber que se reservaba su opinión sobre la citada ley ya que primero deberá analizarla cuidadosamente y con objetividad.
El vocero del Departamento de Estado, Nicholas Burns, dijo que la ley será estudiada por sus especialistas e indicó que su gobierno quiere ``animar'' a Colombia a que sea más duro con los narcotraficantes, y que si esa ley cumple con ese requisito las autoridades colombianas tendrán el respaldo de Estados Unidos.