La Jornada 14 de diciembre de 1996

Caerá 8.61% la captación tributaria en 96

Humberto Ortiz En un informe interno presentado a los sectores productivos, el gobierno federal advierte que de no recuperarse las fuentes estables de ingresos, vía recaudación, estará en entredicho la posibilidad de atender las urgentes necesidades en materia de seguridad pública, salud, educación, administración de justicia e infraestructura pública, ``entre otras''.

Reconoce que su proyección de 0.5 por ciento de déficit fiscal respecto del producto interno bruto está supeditada a presiones adicionales a las finanzas públicas, derivadas del costo de la seguridad social y de los programas de alivio a deudores y saneamiento financiero, y podrían elevarse a 1.02 por ciento, dependiendo del éxito de su estrategia de ahorro en gastos e ingresos.

Elaborado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el documento oficial propone a empresarios y trabajadores fortalecer la recaudación fiscal sobre bases sanas, como condición para destinar más recursos al gasto social y a la inversión pública.

Anticipa una intensa campaña contra la evasión y elusión fiscales porque, argumenta, en este año la caída de la captación tributaria representará 8.61 por ciento del PIB.

``Los mecanismos de evasión y elusión fiscales utilizados por los contribuyentes son cada vez más sofisticados y difíciles de detectar'', admite la SHCP y subraya que esto ha sido más patente aun ``tratándose de contribuyentes que efectúan operaciones internacionales, usando con frecuencia jurisdicciones de baja imposición tributaria, comúnmente conocidas como paraísos fiscales''.

El informe sobre las condiciones generales de la economía y sus perspectivas, expuesto con detalle durante una reunión de autoridades gubernamentales y representantes de la Concamin, Coparmex, Canacintra y CCE, así como del Congreso del Trabajo, incluso antes de la discusión del Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos en el Congreso de la Unión, señala que el reto de la política fiscal para 1997 será aún mayor debido a la necesidad de hacer frente a los costos derivados de la reforma a la seguridad social y de los programas de alivio a deudores y del saneamiento del sector financiero.

Fortalecimiento de las fuentes de ingresos públicos y racionalización del gasto, con un importante esfuerzo para absorber dichos costos, es la meta que plantea Hacienda para asegurar que el saldo deficitario tenga vías de financiamiento no inflacionarias.

``El ajuste es de naturaleza permanente, de modo que los costos mencionados serán plenamente absorbidos por las finanzas públicas conforme se vayan generando en el tiempo. De este modo se asegura un marco fiscal sólido para los años subsecuentes'', agrega.

El balance fiscal deficitario tendrá su origen en el costo de 0.67 por ciento del PIB que implicará la seguridad social y en 0.35 por ciento derivado de los intereses de los programas de saneamiento. La suma de ambos da 1.02 puntos del PIB, cifra mayor al déficit presupuestado.

Las previsiones del balance público señalan que el IMSS recibirá 0.36 por ciento menos ingresos en 1997 respecto del PIB, y los planes de saneamiento financiero 0.35 por ciento menos.

Asimismo, la dependencia se propone conciliar objetivos como impulsar el crecimiento económico mediante el aumento de la inversión en infraestructura y el otorgamiento de estímulos a la inversión y el empleo, e incrementar el flujo de recursos hacia el desarrollo social y otras necesidades de la sociedad como el fortalecimiento de la seguridad pública y la impartición de justicia.

Hacienda subraya que la necesidad de destinar más recursos a la inversión pública y al gasto social requiere fortalecer la recaudación sobre bases sanas y un esfuerzo de contención de las erogaciones corrientes que no estén relacionadas con programas sociales ni con la producción de bienes y servicios básicos.

Para tener éxito, anticipa, tomará muy en cuenta la tendencia de deterioro de los ingresos tributarios en los últimos tres años, con esta premisa: ``No cabe duda que para realizar las funciones propias de gobierno se requiere certeza en la obtención de recursos suficientes''.

Por lo anterior, abunda, es fundamental aplicar una estrategia tendiente a la restauración de las fuentes estables de ingresos, cuyos resultados no se darán de inmediato, sino de manera gradual.

No obstante, alerta, ``la posposición de este esfuerzo pondría en entredicho las posibilidades de atender las urgentes necesidades en materia de seguridad pública, salud, educación, administración de justicia e infraestructura pública, entre otras''.

El gobierno federal, a través de Hacienda, justifica sus medidas tributarias por el deterioro de la recaudación fiscal.

Este desplome en la captación ``tiene su origen en las medidas que a lo largo de estos dos años se han adoptado para apoyar tanto a las empresas como a los trabajadores, en la menor dinámica de la actividad económica, así como en un menor cumplimiento de las obligaciones fiscales''.

Reconoce que lo anterior se ha debido ``en algunos casos'' a la situación económica que atraviesa el país, ``pero en otros a la percepción, de parte de algunos contribuyentes, de una baja presencia fiscal''.

Las autoridades fiscales admiten que han tenido problemas en sus labores de auditoría y explica que las modificaciones propuestas al Congreso ``resultan de la experiencia que México ha tenido a través de su participación en el Comité de Asuntos Fiscales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), así como de las negociaciones de los tratados para evitar la doble tributación con los gobiernos de nuestros principales socios comerciales''.

Aunque ha observado algunos resultados de su estrategia antievasión, insiste en que la tarea de destinar mayores recursos al gasto social y a la inversión pública, y la inconveniencia de elevar las tasas impositivas en las condiciones actuales ``obligan a intensificar los esfuerzos de la administración tributaria y de la política fiscal para fortalecer la recaudación''.

En consecuencia, Hacienda ratifica su propósito de captar en 1997 alrededor de 9.13 por ciento del PIB en impuestos, lo que significará un crecimiento de casi 14 por ciento en términos reales respecto de la cifra de este año.

``Las reformas buscan apoyar las labores de fiscalización, cerrar áreas grises de la legislación fiscal que posibilitan la evasión y elusión fiscales, y regular más adecuadamente el marco tributario de las operaciones internacionales, principalmente de aquellas que se realizan en jurisdicciones de baja imposición fiscal''.