La Jornada 14 de diciembre de 1996

Contrata el ex fiscal especial un abogado defensor ante posibles demandas

Juan Manuel Venegas Ante la posibilidad de que se pudiera emprender alguna acción penal en su contra, promovida por la defensa de Raúl Salinas de Gortari, el ex fiscal de los casos Colosio y Ruiz Massieu, Pablo Chapa Bezanilla, contrató ya los servicios del abogado Guillermo Hamddam.

Del expediente que deja Pablo Chapa Bezanilla -inclusive ya calificado por jueces federales en el caso Colosio- resultan ``importantes cuestionamientos'' al trabajo del ex fiscal, a quien -según sus propios ex colaboradores- se le solicitó un ``informe detallado'' del manejo del presupuesto que dispuso a partir del 16 de diciembre de 1994, cuando por una recomendación del abogado Juan Velázquez brincó del desempleo a la Subprocuraduría Especial de los casos Colosio, Ruiz Massieu y Posadas Ocampo.

En su actuación, Chapa Bezanilla deja una huella que ``seguramente van a investigar los nuevos encargados del caso'', aseguran los ex colaboradores del ex fiscal.

Los largos expedientes de Colosio y Ruiz Massieu dejan a Chapa Bezanilla al descubierto: protección de testigos, como fueron María Bernal, Francisca Zetina y Ramiro Aguilar Lucero, antes de que fuera aprobada la ley federal que permite esta modalidad.

También se incluyen los presuntos pagos a testigos -pues según amigos de La Paca ésta recibía alrededor de 10 mil pesos mensuales por colaborar con el fiscal-, presión a testigos, presunta fabricación de pruebas y testimonios, tratos con delincuentes, como puede ser el caso de Fernando Rodríguez González, a quien por instrucciones de Chapa se le ``desaseguraron'' sus bienes y se le trasladó de Almoloya al Reclusorio Sur, así como gratificaciones especiales a quienes colaboraron en sus pesquisas.

Todo está documentado en el expediente.

En el caso Colosio, dos jueces federales echaron por tierra sus acusaciones en contra de Othón Cortés y advirtieron que hubo ``preparación y posible inducción de testigos''.

En el caso Ruiz Massieu, en el expediente destaca un ejemplo: Manuel Espinosa Milo ``recordó'', hasta su tercera declaración ministerial, que Manuel Muñoz Rocha fue a visitar ``a su amigo Raúl Salinas'' y, curiosamente, ese mismo día, la Dirección de Bienes Asegurados de la PGR le entregó su automóvil Jetta.

En este mismo expediente está la presentación de la testigo Agustina Cruz, trabajadora doméstica en la casa de Raúl Salinas, quien aseguró en su declaración ministerial del año pasado, haber visto el Jetta blanco el día 3 de octubre de 1994.

Esa versión, en la que tanto se empeñó Chapa Bezanilla, quedó totalmente desarticulada con las recientes declaraciones del teniente coronel Antonio Chávez Ramírez, quien aseguró haber desaparecido el Jetta desde el 29 de septiembre.