Zedillo cesó a Lozano por ``incómodo y peligroso'': Calderón; siempre fui leal, reitera el ex procurador
Teresa Gurza, corresponsal, Morelia, Mich., 13 de diciembre Felipe Calderón Hinojosa, presidente del PAN, dijo hoy aquí que su partido espera que en el próximo proceso electoral haya reglas claras, y advirtió que cada día es más evidente para los panistas que la remoción de Antonio Lozano Gracia obedeció a la necesidad del Presidente ``de quitarse un procurador incómodo y peligroso''.
Calderón estuvo en esta capital como invitado de honor en el primer informe de gobierno del alcalde panista de Morelia, Salvador López Orduña, al que asistieron autoridades civiles y militares del estado encabezadas por el gobernador Víctor Manuel Tinoco Rubí.
En entrevista, manifestó que con el tiempo se ha reforzado la primera hipótesis del PAN, respecto a que la destitución de Lozano Gracia se debió a razones políticas y no a deficiencias en el desempeño de su cargo.
Antonio Lozano Gracia durante la conferencia de
prensa ofrecida en la sede nacional de su partido.
Foto: Ana Isabel Patiño
Agregó Calderón que aunque Lozano desempeñaba el cargo a título personal, el deslinde entre gobierno y PAN a que llevó la remoción ha sido muy saludable para su partido, y no habrá ya más causa para la diatriba y la calumnia de quienes acusaban al PAN de aliarse con el gobierno; y aseguró que actualmente la relación de este partido con el gobierno y con el PRI ``es tensa''.
Mireya Cuéllar En su primera aparición ante la prensa luego de ser cesado, el ex procurador Antonio Lozano Gracia dijo ayer que es el presidente Zedillo quien tiene que explicar las razones por las que lo destituyó, pues siempre le consultó antes de tomar decisiones importantes, no le fue desleal y jamás cedió ante presiones políticas o económicas.
Para ``cerrar el capítulo'' de su paso por la PGR, Lozano Gracia escogió la sede del PAN. Compareció completamente solo ante los medios para -por su parte- agotar el tema. Tanto, que los reporteros tuvieron que arrebatarse la palabra entre sí y el ex procurador contestó a las preguntas de quienes gritaron más fuerte.
Primero ofreció un mensaje dirigido ``al pueblo de México'', en el que habló de lo mal que estaba la PGR -``marcada por el abandono y la corrupción''- antes de que él llegara. Explicó que nadó a contracorriente, pues para hacer cambios estructurales tuvo que enfrentar ``inercias negativas y la resistencia de poderosos intereses'', y que la depuración policiaca que se llevó a cabo contó con el apoyo del Ejecutivo.
En ese contexto, apuntó, se enfrentó a una doble y simultánea tarea: rehacer la institución y cumplir con sus fines. ``Impulsé decididamente las investigaciones de los crímenes políticos y en éstos, como en todas aquellas averiguaciones que por competencia correspon- día conocer a la institución, nos atuvimos a las decisiones del Poder Judicial. Lo realizado se hizo con la certeza de tener razón jurídica''.
Pidió que sus errores se evalúen ``en el contexto real'' y no a partir de intereses injustos.
Juzgar mi desempeño -dijo- corresponde a la sociedad; a su juicio me atengo. ``Jamás cedí ante presiones políticas o económicas; frente a nadie fui desleal y ante nada me detuvo el miedo. Estoy seguro que el esfuerzo no fue en vano y que el servicio fue para todos''.
Aquí, expresó sus mejores deseos para el desempeño del nuevo procurador y su equipo.
Después vinieron las preguntas y, de entrada, advirtió que no hablaría de los crímenes políticos ni de la información a la que tuvo acceso en su calidad de funcionario público.
Una y otra vez los reporteros insistieron en la pregunta obligada: ¿el motivo de su renuncia? Y siempre Lozano Gracia los mandó a preguntar eso al presidente Zedillo. La reunión que tuvo con el mandatario el 2 de diciembre pasado -cuando se le anunció su remoción- la redujo a un encuentro donde se le notificó el cambio en la titularidad de la dependencia. Ningún detalle.
Dijo que no va a discutir la facultad presidencial de destituirlo y que a él sólo le toca decirle a la opinión pública ``el esfuerzo que se realizó por nuestra parte y la intención que tuvimos al hacerla''.
-¿Cree que su destitución se da por haber llamado a declarar a un ex presidente (Carlos Salinas)?
-Cualquier cosa que dijera en ese sentido sería especular. Yo no puedo especular sobre cuáles son las razones si no han sido expresadas.
-¿La destitución fue injusta?
-Yo no la califico. Yo simplemente cumplí con una encomienda que acepté para servir a mi país. Esta conferencia es precisamente para dar cuenta a ustedes y a la sociedad de lo que hicimos ahí y para mí es un capítulo que se cierra.
-Se sabe de la manera burda en que se dio la destitución, ¿qué se siente?
-Yo estuve siempre haciendo programas como si estuviera seguro de que iba a estar ahí seis años, pero preparado para irme al día siguiente. Lo que quiero decir es que hay mucho por hacer, es una institución fundamental en la sociedad, y en la que no habrá soluciones inmediatas porque tiene problemas añejos y porque estamos hablando de una cultura que tiene que cambiar.
-¿Es cierto que iba a presentar un recurso de inconstitucionalidad contra algunos artículos de la reforma electoral?
-De los asuntos que conocí como procurador no haré comentarios... pero me parece que tu pregunta tiene que ver con algo más profundo, con el cambio que esta sociedad demanda y que ese cambio sea a través de una procuración de justicia que aplique por igual a todos la ley. Yo mencioné siempre que dos vicios había que erradicar de la PGR: el actuar contra quien sea y no actuar bajo presión, y menos aún con prefabricación de ningún elemento y de ningún culpable.
Parco, institucional, fiel al sistema para el cual trabajó durante dos años, Lozano Gracia se concretó a decir que asumió una responsabilidad como funcionario de un gabinete y que se rigió por la Constitución. Dijo que tuvo apoyos institucionales muy importantes, aunque sólo mencionó al Ejército.
De los crímenes políticos se concretó a defender la postura de la PGR frente a la liberación de Othón Cortés; achacó a ``una extralimitación'' de los jueces estadunidenses el fracaso de la PGR en los intentos por traer a Mario Ruiz Massieu de vuelta a México; dijo que las diferencias con la procuradora suiza Carla del Ponte fueron totalmente aclaradas a satisfacción de las partes y defendió la labor de Chapa Bezanilla en la fiscalía especial.
Al referirse al ex fiscal, habló de una ``labor seria'' y de ``avances importantes'' en las pesquisas sobre los casos Colosio, Ruiz Massieu y Posadas Ocampo. Y de los supuestos sobornos que entregó Chapa a algunos testigos para que implicaran a Raúl Salinas, dijo que eso tendrá que responderlo el actual procurador.
-¿Por qué hablar ahora?
-La explicación que yo tenía que dar tenía que ser meditada y en los tiempos adecuados. El documento que les estoy entregando es simplemente una evaluación que, me parece, como funcionario público, tengo la responsabilidad de hacer.
En las oficinas del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, durante la estancia de Lozano, no estuvo Felipe Calderón. Fueron pocos los panistas que lo acompañaron desde los pasillos; Ricardo García Cervantes y Cecilia Romero, así como su ex secretario particular Armando Salinas, y quien fuera su jefe de prensa en la PGR, Juan Ignacio Zavala. La comparecencia de Lozano parecía más un asunto familiar que de partido.