La Jornada 14 de diciembre de 1996

Releva Roque a Oñate en el PRI

Oscar Camacho Guzmán La 56 Legislatura concluyó ayer su penúltimo periodo de sesiones en medio de un ambiente de cambios en el PRI y en la Cámara de Diputados, desde donde se anunció la llegada a la dirigencia nacional del tricolor de Humberto Roque Villanueva en sustitución de Santiago Oñate Laborde, mientras que en el recinto de San Lázaro, Héctor Hugo Olivares Ventura y Rosario Guerra se proyectaban como viables sustitutos para ocupar la coordinación de la mayoría priísta.

Sin embargo, priístas de la Gran Comisión de la Cámara de Diputados aseguraron que en el corto plazo Humberto Roque seguirá al frente de la bancada del PRI y en la presidencia de la Gran Comisión, y que si es que se da un relevo, sería después de varias semanas.

Asimismo, confirmaron que el objetivo de colocar a Roque en el PRI obedece al desgaste de Oñate y a la necesidad de iniciar el año de elecciones federales con una nueva imagen y con un político que tenga relación y presencia con los cuadros partidistas de todo el país. Añadieron que los 300 diputados del PRI constituirán la punta de lanza para que Humberto Roque teja, en los próximos meses, las alianzas necesarias para la contienda electoral del año entrante.

``Se premian las lealtades de un político plenamente zedillista'', fue la primera declaración oficial que hizo la diputada y coordinadora del sector popular en San Lázaro, Rosario Guerra, quien dio a conocer que tras la renuncia de Oñate al PRI, Fidel Velázquez, Beatriz Paredes Rangel y Carlos Jiménez Macías, en nombre de los tres sectores del partido, le solicitaron telefónicamente a Villanueva ``que aceptara dirigir a nuestra organización''.

La llegada de Roque Villanueva al PRI comenzó a circular, como rumor desde la mañana, durante la sesión de Congreso General con la que se clausuró el penúltimo periodo de sesiones de la 56 Legislatura, cuando el recinto de la Cámara de Diputados se inundó con la versión de que Oñate Laborde había renunciado al PRI.

De inmediato se produjeron las primeras reacciones de felicitación. Entre los más entusiastas destacaron dos Artemios: el oficial mayor de la Cámara de Diputados, Artemio Mexuiero; y el senador Artemio Iglesias, quienes fueron de los primeros en saludar a Roque Villanueva, con efusión, mientras otros priístas se sumaban a las parabienes.

Cerca de Roque Villanueva, dos priístas recibían también palmadas: Héctor Hugo Olivares Ventura y Rosario Guerra, pues seguidores de uno y otra los colocaban, en sus respectivos pronósticos, como la nueva o el nuevo coordinador del PRI en la Cámara de Diputados.

Mientras tanto, y en relación con la salida del PRI de Oñate Laborde, el comentario general entre los priístas era que el desgaste político provocado por los descalabros de las recientes elecciones en Guerrero, estado de México, Coahuila e Hidalgo, habían llevado al primer priísta del partido a decidir su salida.

El cambio tomó fuera de lugar a muchos dirigentes priístas, quienes todavía ayer en la mañana hacían declaraciones públicas de adhesión y apoyo para Oñate Laborde. Carlos Jiménez Macías decía a los cuatro vientos en la sala de Usos Múltiples de la sede nacional del PRI que su lealtad estaba con Oñate y con Zedillo.

Horas después vino la comida que el Presidente de la República les ofreció a los diputados y senadores priístas que concluyeron el penúltimo periodo de sesiones.

En el Campo Marte, y mientras todos comían, el primer priísta del partido le confirmó a Roque Villanueva que en el PRI había un lugar que lo estaba esperando: la dirigencia nacional.

Roque Villanueva regresó a sus oficinas, en la Cámara de Diputados, en donde aguardó paciente el anuncio oficial de la renuncia de Oñate, que se produjo a las seis de la tarde, cuando los faxes de Insurgentes y Violeta comenzaron a difundir hacia todos los puntos de la República las tres cuartillas de la renuncia, y los motivos de Oñate Laborde. Fue así como los 210 integrantes del Consejo Político Nacional del PRI conocieron que ya no tenían jefe en ese momento.

Pero pronto les llegaron los avisos del relevo, cuando Roque Villanueva apareció en las pantallas de Televisa para dar a conocer, en entrevista con Jacobo Zabludovsky, que se los sectores del PRI le habían solicitado aceptar la postulación.

Horas después, y ante la insistencia de los reporteros que buscaban una declaración de Roque Villanueva en la Cámara de Diputados, salió de las oficinas de la Gran Comisión Rosario Guerra, quien confirmó la aceptación de su jefe, y agregó que es un premio a la lealtad que ha tenido con el Presidente de la República.

Luego, tras pedirle a Rosario Guerra que Roque Villanueva saliera a dar una breve declaración, indicó que iba a ser muy difícil, pues estaba recibiendo muchos telefonemas de adhesión.

--Y, ¿ya le habló el Presidente de la República? --se le preguntó.

--No, él no, pero en la tarde comieron, y obviamente pienso que ahí hablaron de este asunto --informó Guerra.