La Jornada 15 de diciembre de 1996

MAS DE 3 MIL 500 AMBULANTES INVADIERON EL CENTRO HISTORICO

Alberto Nájar y Ricardo Olayo Concluido el tiempo de los amagues, ayer miles de ambulantes con y sin permiso abarrotaron las calles del Centro Histórico, entre intentos infructuosos de granaderos e inspectores para hacer respetar el bando de comercio en la vía pública. Tras 12 horas continuas de tensión, el saldo fue de dos vendedores detenidos por agredir a los tripulantes de una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública.

La delegación Cuauhtémoc informó que dos mil 800 comerciantes se instalaron en las calles sin problema alguno; la realidad, sin embargo, fue muy distinta al discurso oficial porque en las calles del perímetro A se instalaron más de tres mil 500 vendedores, entre ambulantes y toreros.


Vendedora de sopes es desalojada por personal
de Vía Pública.
Foto: Carlos Ramos Mamahua

A lo largo del día abundaron las escaramuzas y jaloneos, especialmente en las arterias donde se prohibió el comercio callejero, como Madero, Tacuba, Cinco de Mayo, Pino Suárez, Venustiano Carranza, 20 de Noviembre y Seminario. Elementos del Agrupamiento de Granaderos y de Transformación 2000 advertían a los ambulantes que si no se retiraban su mercancía sería decomisada; el aviso surtía efecto sólo durante cinco minutos porque en cuanto se marchaban los uniformados, los toreros se colocaban de nuevo sobre la banqueta. Ante la desobediencia entraban en acción los inspectores de Vía Pública, quienes trataban de decomisar la mercancía, pero sólo generaban enfrentamientos verbales con los ambulantes que en algunos casos, como en Pino Suárez, llegaron incluso a los golpes y empujones.

Estas acciones se repitieron durante todo el día, por lo cual el riesgo de enfrentamientos fue constante. Los ambulantes reconocieron que violaron la ley al instalarse en calles prohibidas para el comercio callejero, pero argumentaron que líderes y autoridades no les dejaron otra alternativa.

``Los permisos se los dieron nomás a sus cuates; a los demás nos dejaron bailando el oso'', dijo Eugenio Ortiz, vendedor de arañas de juguete. ``La neta es que necesitamos ganar algo para los chamacos; sin trabajo y sin dinero la Navidad va a estar cabrona''.

Juana Venegas, vendedora de grillos solares en Tacuba y Palma, advirtió que los problemas seguirán por lo menos hasta el Día de Reyes, porque el reparto de gafetes y permisos fue injusto; además, dijo, la necesidad los obliga a rifársela, incluso contra los toletes que esgrimen los granaderos. ``Qué se le va a hacer, joven, no nos dejan de otra''.

Lo cierto es que ayer, el primer día en que se autorizó la venta callejera en el Centro Histórico, el número de ambulantes superó a la cifra oficial de permisos otorgados. Cada uno de los metros de banqueta fueron ocupados, especialmente en las zonas donde no había permiso para ello.

Por la euforia imperante, los ambulantes se olvidaron incluso que a partir del próximo año tendrán que pagar impuestos, pues del total de los entrevistados --alrededor de 20-- ninguno estaba enterado de la disposición aprobada el viernes por la Asamblea de Representantes. Algunos, incluso, confundieron las cuotas que entregan a los líderes con las contribuciones fiscales. El paso a lo largo del día de las camionetas de inspectores de Vía Pública y de cuerpos de seguridad tensó el ambiente alrededor de las 18:00 horas, cuando fue apedreado el parabrisas de la patrulla A0416 de la SSP.

La unidad recibió la agresión cuando iba en un convoy de unidades, en respuesta al reporte de un asalto en el interior del Centro Joyero ubicado en Madero. Tras la agresión se detuvo a Javier González Brito, de 31 años de edad, y Marcelina Corona, de 39, quienes fueron puestos a disposición del MP. Por la noche los ambulantes acudieron a la delegación Cuauhtémoc para tratar de lograr la liberación de sus compañeros, quienes vendían sin permiso.