Cambio de estrategia y actitudes, exigen diputados sindicales
Acostumbrados a los cambios en su dirigencia --en dos años de gobierno de Ernesto Zedillo, Humberto Roque Villanueva será el tercer presidente nacional del PRI-- los priístas se muestran institucionales: es bueno el que se va y todavía mejor el que llega.
Roberto Campa Cifrián, dirigente del tricolor capitalino, dijo al referirse a la salida de Oñate y el arribo de Roque: la labor del primero ha sido ``muy buena'' y es injusto adjudicarle los malos resultados electorales, y el segundo es un ``hombre decente, honesto y tolerante''.
Marco Antonio León Hernández, dirigente priísta de Querétaro dijo: toda la militancia ``ha manifestado su adhesión a Roque Villanueva'' y nos pronunciamos en favor por su excelente trabajo ``como coordinador de la fracción del PRI en la Cámara de Diputados''.
A su vez, representantes del sindicalismo oficial señalaron que, además del cambio en la la dirigencia del PRI, debe haber cambio de estrategia y actitudes, y manifestaron, optimistas, que su partido retomará el rumbo, se acercará de nuevo a sus bases y asumirá las demandas de los trabajadores.
Los cetemistas Abelardo Carrillo Zavala y Armando Neyra Chávez resaltaron que es también fundamental reconocer la importancia de los sectores y tomar como base la representatividad real en la elección de candidatos a puestos de elección popular.
Igualmente, el secretario general adjunto de la Confederación Obrera Revolucionaria (COR), Miguel Bello, resaltó que el nuevo dirigente del PRI tiene ante sí el reto de fortalecer las relaciones con los sectores y, en el caso de los obreros, restablecer relaciones directas y claras.
El partido, agregó el dirigente corista, tiene necesariamente que abanderar las demandas y propuestas del movimiento obrero, en especial la relativa a la Ley Federal del Trabajo (LFT), la mejora del salario y la creación de empleos fijos y bien remunerados.
Armando Neyra Chávez, dirigente de la CTM en el estado de México, dijo que las recientes derrotas electorales en la entidad deben ser ejemplo para analizar lo que hay que cambiar en el PRI, a fin de que recobre su fuerza y retome el rumbo.
Sólo hubo una opinión crítica: en Nuevo León, el ex dirigente estatal del PRI, Leopoldo Espinosa Benavides, explicó la salida de Santiago Oñate como una consecuencia lógica de su pérdida de liderazgo, ya que durante dos años negoció una reforma electoral que fue consensada con la oposición, pero no contaba con todo el apoyo dentro del partido tricolor.
Precisamente, señaló, fue el coordinador de la bancada priísta, Humberto Roque Villanueva, quien ``encabezó la rebelión y el otro enfoque a la reforma electoral'', que se aprobó con el voto en contra de toda la oposición.
Asimismo, expuso que la renuncia de Santiago Oñate Laborde es resultado de su falta de atención a cuadros importantes del partido que prefirieron abandonar sus filas. Además, afirmó, se desgastó su imagen con la serie de derrotas que sufrió el partido.
En tanto, en la capital del país el diputado Roberto Campa dijo que la labor del ex dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Santiago Oñate Laborde ha sido ``muy buena'' y es injusto adjudicarle los malos resultados electorales.
El presidente del PRI en el DF dijo que en un contexto económico desfavorable, la oferta de campaña de dar bienestar a las familias mexicanas está ``incumplida'', pero espera que pronto pueda concretarse.
Durante una entrevista en la que los reporteros cuestionaron la independencia del PRI respecto del Ejecutivo y se criticó la forma en que se realizó el relevo de Oñate, Campa dijo que el partido no quiere a un Presidente de la República alejado de las causas del priísmo, lo que quiere es un Ejecutivo tan cercano como lo permita la ley; ``ni un milímetro menos'', señaló.
Luego se le preguntó si se puede esperar su renuncia, a lo que reaccionó con la siguientes preguntas: ``¿qué, ya no quieren trabajar? ¿qué, ya quieren que me vaya o qué..? Yo no tengo ninguna intención de renunciar''.
La entrevista con el diputado se realizó durante la entrega de viviendas gestionadas por el PRI en el distrito 19 de Azcapotzalco. Dijo que en tiempos muy difíciles Oñate Laborde supo mantener al partido como fuerza mayoritaria y aseguró que la decisión de irse es estrictamente personal. (Ricardo Olayo, Andrea Becerril, y David Carrizales y Alberto Espinosa, corresponsales)