La Jornada 15 de diciembre de 1996

Se probó que el PRI es otra dependencia del Ejecutivo: Cárdenas

Gerardo Rico y Víctor Guerra, corresponsales, y Triunfo Elizalde El dirigente nacional perredista, Andrés Manuel López Obrador, y el ex candidato presidencial de ese partido, Cuauhtémoc Cárdenas, coincidieron en que la salida de Santiago Oñate y la llegada de Humberto Roque Villanueva en el liderazgo del PRI demuestran la descomposición de ese instituto político y su sumisión al Presidente en turno.

López Obrador acusó ayer al presidente Ernesto Zedillo de ``carecer de vocación democrática'', al jugar el papel de jefe de un grupo o partido político, en lugar de asumir su responsabilidad como jefe de Estado. Añadió que los cambios en el PRI son una muestra más de la descomposición política de ese partido que, además, se encuentra ``en su fase terminal''.

En tanto, Cárdenas señaló que las únicas diferencias entre los involucrados en el relevo son sólo las señas y el peso -``no veo ninguna otra''. Insistió en que el cambio en el mando del PRI no significa modificación cualitativa alguna, ``más allá de la sustitución de personas entre el que se va y el que llega''.

López Obrador habló ayer durante una gira de trabajo por Jalisco, en donde sostuvo que una de las opciones que tiene el presidente Zedillo es impulsar la transición democrática, aunque implique la pérdida del poder o la desaparición definitiva del PRI. Sin embargo, acotó: ``Con sus actitudes, el mandatario únicamente apuntala el viejo régimen''.

En este sentido, apuntó que con la llegada de Roque Villanueva a la dirigencia nacional priísta, tanto el gobierno como ese partido buscan detener el avance democrático con medidas fraudulentas y todo tipo de manejos irregulares.

El dirigente tabasqueño indicó que la salida de Santiago Oñate Laborde refleja la intención de los priístas de ``atrincherarse en una estrategia autoritaria'' que demuestra, una vez más, ``la falta de voluntad democrática'' del régimen zedillista.

Como parte de esa estrategia, alertó que el año próximo, con motivo de las elecciones federales, el gobierno federal ``soltará'' el gasto público para la compra de votos y la entrega de obras emergentes para la ciudadanía, tal y como ocurrió en los recientes comicios del estado de México.

López Obrador desayunó con representantes empresariales jaliscienses y por la tarde se reunió con alcaldes, regidores y diputados de su partido en el municipio de San Martín Hidalgo, y por la noche regresó al Distrito Federal.

Cárdenas visitó a barrenderos

Cuauhtémoc Cárdenas fue entrevistado ayer en el contexto de la visita que hizo a los siete ex trabajadores de limpia de Tabasco en huelga de hambre -dos llevan 61 días y los otros cinco 21-, que realizan su movimiento frente a la sede nacional de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). El dirigente sostuvo que los cambios en el PRI demuestran que ese partido sigue siendo ``una dependencia'' del gobierno.

``Ahí no hay decisiones autónomas, ahí es la decisión del propio titular del Ejecutivo la que ahora está imponiendo a un presidente al partido oficial'', señaló.

Desde su punto de vista, la salida de Oñate se debió seguramente a ajustes internos, ``a que hubieran querido otro resultado electoral (en los recientes comicios en estado de México, Hidalgo y Coahuila), pero ni con uno ni con otro van a cambiar las cosas para el partido oficial. Lo veremos en las elecciones del próximo año'', aseveró.

Respecto a la renuncia al PRI del ex gobernador de Yucatán, Francisco Luna Kan, Cárdenas elogió la decisión y reconoció que durante su gestión, aquél fue respetuoso de la ley y se preocupó por los problemas del campo. Asimismo, se congratuló de su posible ingreso en el PRD.

Por lo que se refiere al estado crítico de los trabajadores tabasqueños, el dirigente perredista condenó la ``insensibilidad'' de los gobiernos municipal y estatal, que no asumen su responsabilidad social frente a un grupo importante de gente que sólo reclama su derecho a laborar.

Al respecto, el vocero de los trabajadores tabasqueños, José Torres Arias, le informó a Cárdenas que en el movimiento huelguístico participan 320 personas, de las cuales 166 se encuentran en el Distrito Federal, unos frente a la Secretaría de Gobernación, otros ante el Senado de la República, algunos frente al PRI nacional y un reducido grupo ante la CNDH. ``Estamos decididos a todo'', aseveró.

A su vez, el presidente del PRD en Sinaloa, Julio César Barrón, dijo que la salida de Oñate es una muestra evidente del resquebrajamiento de la estructura del PRI, y pronosticó que en 1997 muchos priístas de alta jerarquía e incrustados en el gobierno dejarán las filas de ese partido.

Sobre este punto, Julio César Barrón comentó que el Partido de la Revolución Democrática tiene ``una política de apertura a toda la gente que quiera luchar por la democracia''.