ESPACIO ABIERTO José Ureña
Osorio, líder camaral.
Muy a distancia, con pocas posibilidades de alcanzar la brillantez de Fernando Ortiz Arana, Juan José Osorio Palacios va tras una marca del queretano: dirigir varios órganos legislativos asentados en la capital del país.
Por lo pronto mañana tendrá dos de tres cargos parlamentarios acumulados en seis años por el líder senatorial: estuvo al frente de la segunda Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ARDF) y en horas sustituirá a Humberto Roque Villanueva.
No vence, porque en la política mexicana no hay contiendas reales al interior de un sistema dominado por afectos, desafectos y circunstancias, pero se sobrepone a medios informativos que asignaron a otros el puesto predestinado a él.
Ayer mismo, mientras en confianza los reporteros urgían de Roque Villanueva el nombre de su sucesor, Osorio Palacios era empujado por más de alguno y él, de gris gastado y cuerpo en declive, no se oponía, no se hacía notar.
De frustrado candidato, a jefe del control político
Las cosas se le dieron a este septuagenario licenciado en derecho. Diputado federal por sexta vez, en abril de 1994 tenía todo listo para saltar a la Cámara de Senadores. Aspiraba a representar a los defeños.
Durante la revisión final de las listas se vio que quedaba fuera de ellas la entonces lideresa de la Cámara de Diputados, María de los Angeles Moreno. Capitalina también, pasó al lugar de Osorio Palacios.
Hoy podría pensarse que aquello lo favoreció. Fidel Velázquez lo impulsó en el paquete de las posiciones cetemistas, en las cuotas de poder, y Roque Villanueva lo incorporó como secretario de la Gran Comisión.
A su edad no puede considerarse novel. Fue diputado en cinco legislaturas previas --la 42, la 44, la 50, la 52 y la 54- y a la 56 llegó luego de conducir tres años la segunda generación de asambleístas del Distrito Federal.
Su carrera es muy amplia. Formado en lides gremiales, maneja el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Música de la República Mexicana y ha ocupado la Secretaría de Administración y Finanzas de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
Antenoche, cuando las felicitaciones se concentraban en Humberto Roque, surgió la decisión de preparar para principio de semana el relevo en el mando legislativo y el nombre de Juan José Osorio salió de manera natural.
Ayer quedó estructurada la estrategia del ungimiento: mañana lunes los diputados priístas se expresarán por él para jefe del control político y por la tarde, a las 18 horas, se reunirá la Gran Comisión de la Cámara de Diputados.
Minutos después todo estará conforme a reglamento y el miércoles Osorio Palacios presidirá la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, el estreno público de su nuevo cargo, de su nuevo liderazgo.
A la vera del cargo se quedan quienes fueron usados ante los medios en la jugada de distracción. Adelante se puso a Héctor Hugo Olivares Ventura, muy amigo del flamante líder priísta y en cuyo horizonte se divisa el palacio de gobierno de Aguascalientes.
Es la segunda vez que aspira con posibilidades reales y en la venidera no estará el profesor Enrique Olivares Santana para decirle como tres sexenios atrás: ``Hijo, espérate. No se verían bien dos Olivares en primera línea... Al fin que todavía estás joven...''.
Oñate visitó al Presidente y acordaron su futuro político
Desde meses atrás se ha hablado de un futuro diplomático con signos de destierro para Santiago Oñate Laborde: la embajada de México en Washington, donde antes representó al país ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
Sin embargo, los datos recabados anoche indican que el todavía presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se quedará en México y que, como ordenan las reglas no escritas del sistema, regresará al gabinete.
Cuentan testigos que ayer estuvo con el presidente Ernesto Zedillo y que hablaron largo, tan bien como tiempo antes, y que no hay ni enojo del mandatario ni resentimiento por el dirigente que se va tras la derrota masiva de municipios el 10 de noviembre.
La cita pudiera inscribirse, dice la versión, en la serie de encuentros amigables que se dieron a raíz de la designación, para sorpresa de Oñate Laborde, como secretario del Trabajo y Previsión Social en diciembre de 1994.
Eran diálogos en los que el Presidente lo consultaba, daba y pedía opinión sobre puntos de relevancia nacional y se mostraba admirado de la lucidez con que su interlocutor pasaba revista a determinados temas.
Conocida esta parte de la entrevista sabatina, podría darse crédito a la segunda parte de la historia: Oñate expresó que no desea abandonar el país, por más que estén libres las representaciones diplomáticas en Washington y en Madrid.
Entonces hablaron de política interna y muy en especial lo relacionado con las acciones sociales, existentes en gasto público y sacrificio fiscal pero ni tan vertebradas ni tan difundidas para enaltecer a la administración zedillista.
Si esta pista fuera cierta, lleva a las puertas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), donde despacha como titular desde noviembre de 1993, al suceder a Luis Donaldo Colosio, el mexiquense Carlos Rojas.
Y si la información fuera privilegiada, el nombramiento sería difundido mañana lunes del mediodía para adelante, a efecto de cuidar las formas con el esmero con que se ha seguido el relevo en la cúpula priísta.
Roque, enviado a detener las deserciones priístas
La difícil encomienda para Humberto Roque Villanueva, surgida del diagnóstico interno y que enuncia el quehacer inmediato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se simplifica en dos palabras: unidad y comunicación.
Es evidente que en las alturas hay mucha preocupación por las deserciones registradas en el curso de dos meses y que se tratará de frenarlas a toda costa para que el barco priísta no zozobre en las elecciones de 1997.
Esas salidas se dieron en forma individual --Dante Delgado Rannauro, Alejandro Rojas Díaz-Durán, Layda Sansores Sanromán, Francisco Luna Kan, la diputada Betanzos--, pero todos ellos tienen capital político y seguidores.
También se encontraron muchas fallas de comunicación. Para remediarlas, el discurso deberá cambiar y el trabajo político trasladarse de la capital a las regiones donde las comunidades padecen su abandono.
Con base en este esquema, lo previsible es que Roque Villanueva termine 1996 con un proyecto tendiente a flexibilizar la estructura del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), a fin cubrir los huecos abiertos en dos años.
Por supuesto que estos propósitos no se alcanzarán con una estructura paralela y ni siquiera con cambios no previstos por Roque Villanueva en las principales posiciones del comité, pero sí con una gran versatilidad de mandos.
Hacia 1997, cuyos resultados electorales serán base para la estrategia partidista del 2000, se trata de hacer un PRI incluyente, y el nuevo líder es conocido como enlace entre las viejas y las nuevas generaciones de políticos.
En su haber está su impulso de alianzas entre las clases trabajadoras y rurales, a tal grado que manejó un fideicomiso de las confederaciones de Trabajadores de México (CTM) y Nacional Campesina (CNC).
Es decir, su cercanía es real con Fidel Velázquez, los líderes cenecistas habidos en al menos tres sexenios y grupos políticos como los encabezados por Enrique Olivares Santana, Guillermo Jiménez Morales, Francisco Merino Rábago y muchos más.
Roque cuenta con esa gente y los 300 diputados federales de su partido, cuadros dispuestos al trabajo a fin de buscar posiciones, pues pronto terminarán con la encomienda legislativa que comenzó en noviembre de 1994.
No en balde se le organiza una toma de posesión representativa: todos los miembros del renovado Consejo Político Nacional (CPN), la presencia de dirigentes de los tres sectores y sobre todo la concurrencia de los 26 gobernadores de origen priísta.
Tema libre
César Augusto Santiago, el polémico ex subsecretario de Gobernación y ex dirigente priísta, da ahora asesoría al jefe del Departamento del Distrito Federal (DDF), Oscar Espinosa Villarreal. César Augusto se hizo famoso por introducir la ingeniería electoral y popularizar las encuestas preelectorales, actividad a la que se dedica también su esposa María de las Heras, y que en el caso de Espinosa Villarreal pueden servirle para mejorar su popularidad. Lástima, pues no pocos auguran su salida... El domingo se anunció aquí lo que pasaría en la semana en Chiapas: Eduardo Robledo Rincón regresó a Argentina el jueves 5 de diciembre, luego de firmar la solicitud de licencia definitiva como gobernador constitucional. El texto lo dejó en la oficina del subsecretario Arturo Núñez y luego fue a la de Liébano Sáenz, a informar que cumplía su compromiso. A él también le han cumplido: hace un año pidió apoyo para Joaquín Contreras Cantú, para Rafael González Pimienta y para Plácido Morales. El primero es coordinador del PRI en Nuevo León, el segundo ya llegó a subsecretario y el tercero dejó de tener problemas en su estado natal... Mientras tanto, el gobernador sustituto Julio César Ruiz Ferro ofreció diálogo permanente y conciliatorio para estabilizar a una sociedad chiapaneca que reclama apego a la legalidad. Entre sus principales logros, apreciados en las alturas, están los consensos realizados por él para evitar más invasiones de tierras. Ha prometido mantener el equilibrio entre propietarios de tierras y los campesinos, uno de los factores de inestabilidad... Con su renuncia al PRI, Layda Sansores Sanromán se lleva a una ex colaboradora de Diana Laura Riojas de Colosio: su hermana Laura Sansores, quien por años fue secretaria privada de quien seguramente hoy sería primera dama si ambos, ella y el candidato presidencial, no hubieran muerto... Entre marinos y militares suena mucho un nombre como precandidato a gobernador de Campeche. Se trata de Armando Herrera Morales, un ex diputado y ex senador que ahora funge de enlace entre las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional. El PRI ya no tiene el obstáculo llamado Layda para postularlo, pero adentro se mantiene Carlos Sales Gutiérrez, hoy punta entre los aspirantes... A Francisco Barrio le pusieron facilita la solución a sus faltantes en las cuentas públicas. Dominado por priístas, el Congreso pidió que intervenga e investigue la Procuraduría de Justicia del estado de Chihuahua. Van dos antecedentes: 1) Joaquín Mesta Soule, director de Mecanización Agrícola, fue acusado de desviar parte del dinero y le bastó explicar a la Procuraduría que se hizo préstamos ``de buena fe''. 2) Barrio también tuvo problemas por privilegiar negocios de gobierno con la empresa Tivalco, donde es socio su hermano Federico Barrio Terrazas. Nada ha pasado.
Deseo: Felicitaciones de temporada a los lectores de La Jornada. Nos veremos el nuevo año.