El sistema fiscal mexicano, de los más complejos y onerosos: patrones
Humberto Ortiz México padece uno de los regímenes fiscales más complejos y onerosos del mundo. Su efecto inhibidor en la generación de empleos formales es tan grave que ha reprimido el desarrollo del sistema de seguridad social a una tercera parte de lo que podría alcanzar, en comparación con otras naciones latinoamericanas.
Organismos empresariales condenaron el clima ``aterrorizante'' generado por la política tributaria de los últimos años y aseguraron que ésta se ha convertido en un elemento que inhibe la generación de empleos.
Sostuvieron que el país ha sufrido 30 años de ``reglamentarismo'', el cual ha cancelado el desarrollo de importantes segmentos industriales que no han podido aprovechar el auge exportador.
La Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones e Informática, y la Confederación Patronal de la República Mexicana exigieron a las secretarías de Hacienda y de Comercio cumplir su promesa de eliminar trabas burocráticas a partir de 1997, pues de lo contrario, advirtieron, se acotará aún más el crecimiento industrial y económico.
Aseguran que los secretarios Guillermo Ortiz Martínez y Herminio Blanco Mendoza han comprometido su voluntad política para romper el esquema de sobrerregulación y ampliar la cadena productiva.
Sobre la excesiva carga fiscal y sus efectos en la creación de empleos, el sector privado --apoyado por la Organización Internacional del Trabajo-- señala: ``Bastaría comparar el número de asegurados permanentes y transitorios registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social a junio de 1996, que es de 9.4 millones, diez por ciento de nuestra población, frente al caso de Chile, que tiene 5.5 millones de asegurados de un total de 13.5 millones de habitantes, o sea más de 40 por ciento como trabajadores formales''.
En un análisis elaborado por Eduardo Macías Santos, representante patronal ante instancias laborales, se indica que esta desproporción es tan marcada ``que no bastan para explicarla las diferencias demográficas estructurales ni la complejidad y onerosidad por sí solas, sino el clima aterrorizante que ha creado la política tributaria en los últimos años''.
La iniciativa privada también considera que la Ley Federal del Trabajo es un factor que obstaculiza la generación de empleos.
Después de 21 conjuntos de reformas, enfatiza, esa legislación entró, hace casi una década, a un estado de ``anquilosamiento total'' que le ha impedido modernizarse.
``Gracias a las excelentes relaciones entre las cúpulas obreras y empresariales --observa la Coparmex-- esta situación parece tener perspectivas de mejoría, derivadas de la nueva cultura laboral convenida entre los factores de la producción''.
Los empresarios estiman que otro factor que limita el empleo es el costo financiero.
Por la escasez de ahorro interno y la volatilidad de la mayoría de las inversiones extranjeras, dicen, México ha enfrentado elevados costos de capital, ``problema que esperamos se alivie con la nueva Ley del Seguro Social, la cual contribuirá a la formación de ahorro interno en proporciones nunca antes vistas''.
La apertura no ha sido pareja
Enrique Sánchez Aldunate, presidente de la Canieti, explicó que para esta industria el Tratado de Libre Comercio ha sido ``superventajoso y quizá una de las herramientas más valiosas que tenemos en estos momentos'', porque la mayoría de las empresas del ramo son exportadoras.
Comentó que las maquiladoras, que perderán su estatus en el año 2001, aprovecharán el Tratado de Libre Comercio para mantenerse como las mayores exportadoras.
No obstante, estimó imperativo que el TLC se maneje ``cuidadosamente'', pues pronto habrá nuevas negociaciones comerciales y la industria electrónica, aunque permanece desgravada casi totalmente, podría enfrentar el riesgo de una imprudencia: usar lo que queda de protecciones en el sector para negociar contra el rubro del vestido.
Sánchez Aldunate recordó que 70 por ciento de las exportaciones de la industria electrónica van al mercado estadunidense.
Sin embargo, reconoció que el auge exportador no ha impulsado a otros segmentos e informó que ya se dio un paso importante para que el subsector apoye a otras áreas:
La Secretaría de Comercio ha convencido a Hacienda de cambiar la forma del certificado de exportación aplicado a empresas altamente exportadoras o las maquiladoras. Originalmente, el exportador elaboraba el documento y en él se comprometía a vender al exterior una cierta cantidad de productos que había comprado al proveedor nacional que no estaba en ninguno de los programas en la materia.
De aprobarse esta medida, en vez de que el exportador cubra este requisito, lo que implicaba trámites adicionales, esquema permitirá al fabricante adjuntar los certificados respectivos que simplemente firmará al recibo de la factura y después estará obligado a presentarlo a las secretarías de Hacienda y Comercio.