La Jornada Semanal, 15 de diciembre de 1996
The Dark Book
El libro para mí es muy importante, pues se trata de un trabajo en colaboración entre mi hijo Gabriel, Emilio Payán, Saúl Villa, José Alvarado, Óscar Sierra y yo, surgido del taller Tiempo Extra Editores. Me gusta hacer cosas en colaboración, porque mi trabajo es por lo general bastante solitario y las ideas a veces vienen y a veces no. Ahora estoy sin hacer nada, la exposición está encima.
Los poemas de Gabriel me sirvieron de inspiración directa para el libro. Lo que él hace me parece una cosa muy cerca de lo que yo hago. No hubiera podido hacer el libro sin las ideas de Gabriel, me ayudó mucho.
Primeras impresiones de México
Al principio fui a muchas corridas de toros, lo que no me gustó, y siempre aplaudí cuando el toro brincaba al callejón y correteaba a todo el mundo alrededor. Una vez me echaron por esto. Otra vez el publicó echó botellas y cojines; arrancaron los anuncios de hojalata y los echaron al ruedo, en fin, echaron lo que pudieron. Luego el mismo público mató al toro y lo cocinaron. Todo esto en la plaza!
Al principio viví en Mixcoac. Entre Mixcoac y el centro había campos con flores y unos tranvías maravillosos, abiertos con sillas de madera, y hacíamos el viaje al Zócalo por el gusto del viaje.
Nunca decidí realmente quedarme aquí. Salí de Europa durante la guerra y yo estaba feliz de no estar ahí con los alemanes, pero nunca decidí... me dejé llevar.
Feminismo
Yo nací en una familia donde hubo tres hermanos completamente salvajes. Dos eran más jóvenes que yo, y el mayor, Pat (soy medio irlandesa), era el más salvaje y tenía dos amigos, hijos de un pastor que se lamaba Mr. Prince. Pat y estos dos, que llevaban unas gafas pequeñitas, eran unos sádicos, nos amarraban a unos árboles y nos asaetaban como a San Sebastián. También contaban chistes muy malos y eran más tontos que yo. Además, no dejaban la cantaleta aquella de que "las niñas no hacen esto, porque esto solamente lo hacen los niños".
Animales
Hay muchos animales que me gustan. El primero no es el ser humano; lo pongo en el lugar más bajo de mis preferencias, somos un animal terrible; los otros animales realmente tienen una moral, o casi, menos las ratas y animales así, que sí hacen guerras, pero el ser humano es un ser terrible que asesina y me da mucha tristeza pensar que yo soy de esta especie, aunque el afecto real va con los humanos. Ahora, si me pones con dos chivos y unos patos y un borrego, la conversación sería algo difícil; entendemos mal la manera en que hablan los animales, porque todos hablan y piensan y sienten.
Siempre me fascinó de los caballos su facultad de mover un pedacito de piel para espantar a las moscas, sólo un pedacito; esto lo intenté mucho pero nunca pude, me da envidia el control increíble que tienen los caballos de su piel.
Trabajo
No creo que uno pinte para alguien; pintar debe ser semejante a hacer zapatos. Una necesidad de conectar con las partes invisibles, los lugares invisibles de la psique humana, y nos vienen las imágenes, y hay una especie de impulso de comunicarlas... Pero no pretendo explicar esto, no sé explicarlo. Que cada quien lo explique a su manera, incluyendo a los críticos de arte, en los que no creo. A cada quien le sale lo que le sale.
El mundo que pinto? No sé si lo invento, yo creo que más bien es ese mundo el que me inventó a mí.
Sueños
Con los años también se van. Las arrugas que tenemos es la tierra que nos jala.
Mente
Lo que hago es una cosa muy molesta, es el diálogo interior que por lo general es de una estupidez increíble; muchas veces canciones como "yo no soy marinero", como una especie de sonsonete que se repite y repite. Es como otra persona que no quiere parar de hablar puras tonterías, y solamente cuando me distraigo con la lectura, la voz del libro toma el lugar de la otra voz y de cierta manera descanso. Aunque me he fijado que nosotros no somos una sola persona, sino una multitud de gente. Estos personajes que uno lleva adentro y que a veces, en momentos de lucidez, logro observar por un tiempo corto, dicen cosas que a veces te espantan de la tontería o de la malevolencia. En esos momentos de lucidez uno logra escucharlos y uno debe escuchar estas voces. Todo tiene mente: la mesa, el mantel, un vaso, todo tiene mente de cierta manera... Yo creo que esta conciencia es una cosa y somos como aparatos, y que nuestras diferencias no son tan grandes y existe esta energía que forma por corto tiempo a uno que se llama Emilio, otro que se llama Saúl, otra que se llama Leonora... pero por un corto tiempo. Pero la mente... yo no sé, creo que mente es la mejor palabra; todo, todo tiene mente. En alguna parte leí que hay unos animales microscópicos que viven, por ejemplo, sobre las pestañas, todo un mundo, es escalofriante. Todo está compuesto de ondas y se van haciendo cada vez más pequeñitas: big fleas have little fleas upon their backs to bite them, little fleas have lesser fleas and so on ad infinitum, y así es la teoría del quantum, como lo plantea el libro The quantum self. Si somos un accidente? La palabra accidente... no sé, yo no estoy muy segura, no sé si hay tales accidentes o tal caos. El caos es esencialmente algo que está más allá de la pared del paradigma actual en que creemos. No? El aparato que recibe la conciencia quizás está cambiando, no sé, digamos que todo el cuerpo es un aparato que recibe y emite mensajes, y se puede, yo supongo, descomponer, como un radio. Y hay muchas distintas ondas que no entran y el loco podría ser algo así como un radio que sólo recibe la señal de Londres, y quizás algunos sólo la reciben de Xochimilco o de la calle Chihuahua, verdad?
Reencarnación
Sí puede haber reencarnación, pero no se repite necesariamente, sería muy aburrido que en cada época fuéramos los mismos. Imagínate que tuvieramos los mismos presidentes una y otra vez...
Quién me gustaría haber sido en una vida pasada? No sé, quizás un animal... algo con alas... un murciélago.
Amigos
Muchos están muertos, porque ya soy vieja. Mis contemporáneos están muertos. Yo creo que es una buena prácticahablar con personajes imaginarios o muertos, porque los seres imaginarios no sabemos qué son, también son reales de cierta manera... no de cierta manera, sino que existen.
Remedios Varo
Es muy distinto lo que hizo Remedios de lo que hago yo y que nos confundan no es agradable, aunque tuvimos mucha afinidad en las ideas y nos interesamos en el mismo tipo de cosas.
Remedios despreció mucho su propio trabajo, era una persona exageradamente modesta. Ella despreciaba lo que hacía, no le importaba.
Espejos
Sí, soy ambidiestra, como los locos; a mí me trataron como disfuncional porque podía escribir con las dos manos y en espejo.
Mi trabajo sí me importa, porque si no lo hago no sé qué hacer conmigo. Podría ocuparme de las plantas, pero ellas se ocupan de ellas mismas, y la cocina no me gusta y me da dolor de espalda, y tampocoquiero engordar, aunque si cocinara no engordaría porque da un poco de asco lo que uno cocina.
Ahora, si me preguntas si me gusta lo que hago, no lo sé... a mí no me gusta verme en el espejo y yo no conozco a nadie que le guste verse en el espejo... De repente te ves en el espejo y como que se muestran muchos rostros; sólo tenemos dos ojos, una nariz y una boca, y miles y miles de rostros, no entiendo esto y como que se reconocen todas sus pequeñeces y mezquindades y esto me da cierto horror.
Leonora Carrington en la historia
La rechazo, porque me acerca a la muerte y me da miedo de morir, tal vez soy cobarde, porque yo no sé lo que pasa cuando uno muere, y la historia ya no me va a importar una vez que esté encerrada, a mí qué más me da la historia, tengo muy poco interés de mi persona en la historia, aunque sí me interesa my story, not my history, me interesa en el sentido de que quizá me revele algo, pero no me ha revelado nada hasta ahora, pero quizá me revelará algo por ejemplo que pasa después de la muerte... yo creo que en alguna parte cada uno de nosotros llevamos secretos, como en los huesos se llevan los secretos de todo el pasado humano, no?