La Jornada 18 de diciembre de 1996

Se retira la Cruz Roja de Chechenia; asesinaron a seis de sus miembros

Afp, Ap, Efe y Reuter, Novy Atagui, Rusia, 17 de diciembre Seis empleados de la Cruz Roja, cinco mujeres y un hombre, fueron asesinados esta madrugada en esta población de la república independentista de Chechenia, lo que provocó que el Comité Internacional de la Cruz Roja decidiera suspender de inmediato sus actividades en la región.

El hospital de la Cruz Roja en Novy Atagui fue inaugurado en septiembre pasado, poco después de la guerra de 10 meses entre separatistas chechenos y tropas de Moscú.

A principios de mes el Comité Internacional de la Cruz Roja había reducido su personal en Chechenia debido a preocupaciones por su seguridad, por lo que hoy sólo había 16 colaboradores en el hospital, que albergaba a 40 pacientes.

Fuentes de la Cruz Roja aseguraron que nunca sus colaboradores habían sido atacados en Chechenia, por lo que el múltiple asesinato de hoy constituye el peor ataque contra la organización durante sus 133 años de historia, sin contar a los 15 trabajadores que murieron en Somalia en 1992 en diversos ataques.

Un grupo de desconocidos encapuchados y armados penetró esta madrugada en el hospital, intercambió disparos con el guardia de las instalaciones y forzó las puertas de los dormitorios de sus víctimas, a las que les dispararon a quemarropa mientras dormían.

Ningún grupo se atribuyó, hasta el momento, los asesinatos.

Los colaboradores del Comité Internacional de la Cruz Roja asesinados eran un técnico constructor holandés, una administradora médica canadiense y cinco enfermeras, dos noruegas, una española y una neozelandesa.

Un delegado suizo resultó herido, pero su vida no corre peligro.

El jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja en Moscú, Tierry Meyrat, aseguró que la evidente premeditación de los asesinatos excluye un crimen vandálico y descartó también la posibilidad de que el móvil haya sido la extorsión que suelen enfrentar las organizaciones humanitarias.

Meyrat señaló que los asesinos utilizaron armas ``profesionales'' provistas con silenciadores, que no eran fusiles automáticos Kalashnikov, como los usados por el ejército ruso y las tropas de los independentistas chechenos.

Agregó que el asesinato colectivo obliga a la Cruz Roja a suspender todas sus acciones en la región y trasladar a su personal a Moscú.

El viceministro del Interior del gobierno provisional checheno, Vaja Zakriev, dijo que el crimen fue una ``provocación'' destinada a sabotear la elección presidencial chechena prevista para el próximo 27 de enero.

El vocero del Kremlin, Serguei Iastrjembski, condenó el asesinato, pero aseguró que el gobierno ruso está convencido de que el acuerdo de paz logrado con los independentistas chechenos podrá desarrollarse tal como fue convenido por las partes.

Hubo condenas por el crimen también por parte de Médicos sin Fronteras y la Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa, al tiempo que el gobierno de Estados Unidos expresó su esperanza de que el asesinato no entorpezca el proceso de reconciliación entre rebeldes chechenos y Moscú.