José Rafael Bravo Meza
1996: centenario de Clara Schumann

El centenario que la música olvidó. El de una mujer y compositora, de las más populares y queridas en el mundo de Orfeo: Clara Schumann.

Clara Schumann vivió bajo la sombra de los varones, su brillante dedicación a la música y su arte pianístico, no obstante, la hicieron famosa mundialmente. Clara fue una pianista excepcional, que decidió difundir con su arte el credo romántico. Fue amplia difusora de la música de los que entonces eran considerados compositores modernos como Chopin, Mendelssohn y claro de las composiciones de su marido, el famoso compositor Robert Schumann.

Pero la música de Schumann tardó tiempo en imponerse. Hubo una época en que ella asumió contribuir al gasto familiar debido a la demanda tan grande que tenía de dar conciertos.

Clara Schumann era una estrella del piano en un mundo de hombres. Donde grandes como Franz Liszt reinaba y en donde la mujer no siempre era valorada. Viajó por todo el mundo, su celebridad se extendió hasta Rusia. Su amor por la música y sus inquietudes creativas la llevaron a escribir composiciones que permanecieron casi ocultas durante mucho tiempo. Robert Schumann apreciaba el talento creativo de su esposa, pero la costumbre de la época se impuso y Clara Schumann nunca fue reconocida en vida como compositora.

Escribió un hermoso concierto para piano así como un bello trío para piano, violín y violonchello, tan bien concebidos que podemos apreciar claras diferencias entre lo que ella escribió y lo que compuso su esposo. En ella se advierte una mayor elegancia, una delicadeza estructural musical que su cónyuge no presintió nunca.

Durante la progresiva demencia de Robert Schumann, Clara permaneció con una entereza admirable ante el dolor de ver la pérdida del ser amado.

Después, entró en una misión constante de difundir la obra de su esposo, pero también de ser la amiga, la confidente y probablemente el amor secreto de Johannes Brahms.

Cuando Clara muere, en 1896, la vida de Brahms empieza a deteriorarse emotivamente. Ella, que había sido una figura permanente en la vida del compositor de Hamburgo, no sólo fue una especie de inspiración de compositores del nivel de Schumann o Brahms, pues su figura musical es una de las más hermosas y precisas que nos ha dejado el romanticismo musical alemán. Fue compositora, una de las más dotadas de la era romántica y le tocó permanecer en un relativo segundo plano histórico ante el talento de su esposo.

Cien años después, poco se ha recordado el centenario luctuoso de una mujer que después de que su esposo perdió la razón y murió, decidió permanecer sola, con su música, con su arte, componiendo y tocando el piano. Clara Schumann fue una pálida luz y un intenso resplandor romántico