La Jornada 18 de diciembre de 1996

Toman la casa del embajador japonés en Perú; 420 rehenes

Afp, Ap, Reuter, Ansa, Dpa y Efe, Lima, 18 de diciembre Un comando del grupo guerrillero Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), provisto de armas automáticas, tomó anoche por asalto la residencia del embajador de Japón en esta capital, y hasta el cierre de esta edición mantiene como rehenes a decenas de personas, entre ellas representantes diplomáticos y varios ministros del gabinete del presidente Alberto Fujimori.

El comando, integrado aproximadamente por 15 o 20 hombres, exige la liberación de todos los presos del MRTA y amenazó con ejecutar a sus rehenes si no son satisfechas sus demandas, al tiempo que el ministro del Interior, general Juan Briones, coordina con la policía, infantes de marina y servicio de inteligencia acciones a adoptar en caso de que se decida un asalto, y aunque el gobierno no ha dado a conocer su posición sobre los hechos, más de cien policías y francotiradores mantienen cercada la residencia del embajador Morihisa Aoki.

La acción tuvo lugar minutos antes de las ocho de la noche del martes, cuando al menos cinco rebeldes ingresaron por la puerta principal de la residencia, donde se celebraba una recepción con motivo del cumpleaños del emperador Akihito. Otros rebeldes detonaron hasta cuatro artefactos explosivos en calles aledañas a la residencia, ubicada en el exclusivo distrito de San Isidro, para distraer la atención de los numerosos guardias que custodian la residencia.

Tanto la residencia del embajador como la legación de Japón están sometidas a fuertes medidas de seguridad desde que en 1992 la embajada de Tokio en Lima fue blanco de un atentado dinamitero. La residencia está protegida con policías armados y por un muro de unos tres metros de alto.

Trascendió que 15 de los rebeldes lograron ingresar al inmueble, y acto seguido, se produjo un intenso tiroteo; se informó que dos personas resultaron heridas, pero la versión no fue confirmada oficialmente.

Hasta el cierre de esta edición, era confusa la situación prevaleciente al interior de la residencia de Aoki, así como el número de rehenes. En los primeros momentos se dijo que al menos 40 personas habían sido tomadas como rehenes, pero más tarde, un integrante del comando del MRTA declaró a Radioprogramas de Perú que los rebeldes mantenían en su poder a 200 hombres y 50 mujeres, a los que calificó de ``prisioneros de guerra''. A su vez, Aoki declaró telefónicamente a la televisión de Tokio que el número de rehenes ascendía a 800, pero más tarde, la cancillería japonesa los cifró en 420, y precisó que el canciller peruano, Francisco Tudela, y otras 19 personas, se encuentran retenidos en el segundo piso de la residencia, mientras que otras 400 personas están en el primero.

En todo caso, 55 personas fueron liberadas tres horas después de iniciado el asalto, entre ellas la madre y la hermana del presidente Fujimori, así como los embajadores de Francia y Argentina y el encargado de negocios de España. Según fuentes policiacas, la liberación de los familiares del presidente fue un ``error'' de los guerrilleros, quienes no se habrían percatado de su identidad.

El canciller Tudela, el ministro de Agricultura, Rodolfo Muñante, y el primer viceministro del Congreso peruano, Carlos Torres continuaban retenidos por el comando del MRTA; igual suerte corrían los embajadores de Cuba, Venezuela, Brasil, Bolivia y Corea del Sur, entre otros diplomáticos.

Las demandas

La acción guerrillera provocó una intensa movilización de policía y fuerzas armadas, y decenas de hombres de ambas corporaciones mantenían un cerco en torno a la residencia de Aoki. Las autoridades instaron a la población capitalina a abstenerse de transitar por el lugar, ubicado en uno de los más exclusivos barrios limeños.

El ministro del Interior, general Juan Briones, junto con el director general de la policía, Antonio Ketín, dispuso la instalación, a pocos metros de la residencia del embajador Aoki, de un centro de operaciones en donde también se encuentran especialistas en desactivación de explosivos, unidades antiterroristas, de asalto y francotiradores.

Un vocero del comando del MRTA, quien no se identificó, declaró a Radio-programas que el grupo guerrillero exige la liberación de los 500 presos de esa organización y advirtió: ``si el gobierno peruano no cede, comenzaremos a ajusticiar a los rehenes. Para nosotros no existe el término rendición. Si no cede el gobierno, nos morimos todos''.

El embajador Aoki informó a la televisión de su país que los guerrilleros también deseaban entrevistarse con Fujimori, pero el vocero del comando adelantó que en las próximas horas el comandante Huerta, jefe del operativo, daría una conferencia de prensa. Aseguró que los rehenes ``están en buen estado'', y ``los tenemos en calidad de prisioneros de guerra''.

Sin embargo,hasta el cierre de esta edición, el gobierno del presidente Alberto Fujimori no había dado a conocer aún su posición, aunque la Cruz Roja Internacional en Perú comenzó a hacer gestiones para lograr la liberación de todos los rehenes.

El asalto guerrillero se produjo un día después de que 500 presos del MRTA que se encuentran recluidos en distintas cárceles del país llevaron a cabo una huelga de hambre de varias horas en demanda de la legalización de sus procesos, así como de mejores condiciones carcelarias