Urgen nuevos programas de rescate, señala el organismo
Patricia Muñoz Ríos Al considerar que 90 por ciento de la deuda de la micro, pequeña y mediana empresas del país ``es impagable'', y ``para evitar otro traumatismo bancario en 1997 o que se paralice el aparato productivo nacional'', la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio (Concanaco) solicitó al gobierno el urgente establecimiento de nuevos programas de rescate financiero y fiscal.
En conferencia de prensa, el presidente de la Concanaco, Armando Araujo, y los vicepresidentes de la Comisión de Asuntos Financieros y Fiscales de ese organismo, José de la Luz Santibáñez y Humberto Sierra, respectivamente, plantearon lo anterior y sostuvieron que no se ha conjurado el problema crediticio ni el hacendario, por lo que se requiere otro programa de apoyo fiscal, es decir, un Proafi II.
Apuntaron que los programas de rescate de deudores ``llegaron tarde este año'', porque no tenían el visto bueno de los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De la Luz Santibáñez explicó que de las 410 uniones de crédito del sector privado, sólo 65 son regulares y ``pasan el examen'', y al respecto preocupan dos factores: primero, ``qué va a pasar con las 180 mil empresas a las que se les prestó'' a través de estos organismos; el segundo es la elevada cantidad de empresas que todavía operan con cartera vencida.
Por esta razón se buscará fusionar las uniones de crédito que se puedan rescatar y el resto serán revocadas, sostuvo, y añadió que lo grave es que no hay destinos propicios hacia donde canalizar el crédito, por lo que la banca de desarrollo como Nacional Financiera (Nafin) sólo aplica el 75 por ciento de sus recursos, cuando debería ser el 100 por ciento, pues ``está seco el mercado''.
Armando Araujo dijo que para la Concanaco el problema de la deuda del sector empresarial con la banca es una responsabilidad compartida, pues si bien las empresas no cuentan con la liquidez suficiente para enfrentar sus compromisos crediticios y fiscales, existen factores que impiden el pronto pago como las altas tasas de interés, el ``copete'' que significa el pago de moratorios, la altísima rotación de funcionarios medios de la banca y otros problemas administrativos de estas instituciones.
Apuntó que 46 por ciento de las empresas del sector comercio que tienen deuda están en cartera vencida; es decir, prácticamente la mitad del sector.
Por su parte, Humberto Sierra, de la Comisión de Asuntos Fiscales de la Concanaco, dijo que se demandó establecer un Proafi II para que se aplique un mayor descuento a las deudas fiscales. El planteamiento empresarial es que los descuentos a estas deudas sean por ``por arriba del 35 por ciento'', ya que se han triplicado por la actualización de recargos realizada por la Secretaría de Hacienda.
La intención es abrir más es el esquema de apoyo para las empresas con problemas fiscales, ya que según cifras oficiales del anterior programa de apoyo se beneficiaron más de 100 mil contribuyentes, lo que demuestra que ``no estamos en la cultura del no pago, sino que se logra más a través de estos esquemas que con anuncios intimidatorios''.
En este sentido, Armando Araujo expuso que ``no se puede cumplir con las obligaciones tributarias si no se cuenta con la ampliación de los plazos y mayores descuentos de pago. No es que no se quiera cumplir, pero verdaderamente las empresas no cuentan con la liquidez suficiente para hacer frente a estos compromisos''.
Reiteró que el próximo año se insistirá en la reforma fiscal integral; se pedirá que no se aplique la obligatoriedad de contar con cajas registradoras; la creación de la figura de ``sindicatos de contribuyentes'', y el fortalecimiento de la ventanilla única para la solución de estos problemas.
Los robos, grave problema
El presidente de la Concanaco expuso que además de los problemas de deuda, fiscales y de contracción de ventas, este sector está acosado por los robos. En lo que va del año han sido robados cuando menos ``dos mil cabro... perdón... camiones'', corrigió a tiempo, y añadió que las unidades desaparecen y la mercancía va al comercio informal, por lo que se ha provocado un grave problema de inseguridad.
Indicó que el comercio informal en el país representa el 60 por ciento del total, y el legalmente establecido sólo el 40 por ciento; en la ciudad de México por cada establecimiento formalmente establecido hay dos ilegales