Incomunicado, el presunto etarra preso en Almoloya
David Aponte El vasco Oscar Cadenas Lorente, acusado por la Audiencia Nacional de España de pertenecer a un comando de la organización Euskadi Ta Askatasuna (ETA), está prácticamente incomunicado en una celda de la prisión de máxima seguridad de Almoloya.
El juzgado segundo de distrito con sede en Toluca le ha negado el derecho constitucional a la defensa, informaron ayer las abogadas Pilar Noriega y Maricarmen Fernández.
``Aquí hay dos graves irregularidades en el proceso judicial: la negativa a la defensa legal y mantener al acusado en una cárcel para sentenciados'', explicaron.
En breve conversación, mencionaron que el personal del juzgado segundo de distrito en materia penal, donde radica el proceso contra Oscar Cadenas Lorente, argumentó que el vasco ``no tenía derecho a la defensa porque se trataba de una detención provisional con fines de extradición'', formulada por Madrid desde mayo de 1996.
De tal manera que no aceptaba la designación de abogados ni la posibilidad de comunicación del extranjero con el exterior. ``No nos dejan verlo y tampoco nos han permitido una copia del expediente'', dijeron las abogadas.
Los dos actos, ``a todas luces atentatorios de las garantías constitucionales, entorpecen la defensa de Cadenas Lorente''. Con esos argumentos, el juzgado está tomando una actitud evidentemente parcial, ``que no cumple con su deber de impartir justicia'', indicaron.
Noriega y Fernández añadieron que el vasco, detenido el lunes 9 de diciembre en la ciudad de Toluca, estado de México, no puede hacer llamadas telefónicas ni dar aviso a sus abogados de los requerimientos procesales.
La Audiencia Nacional de España acusó a Cadenas Lorente de pertenecer al comando etarra Ipar Haizea y del homicidio del capitán de infantería Ignacio Urrutia Bilbao, en San Sebastián. Las autoridades judiciales españolas lo vincularon también con el prolongado secuestro del empresario José María Aldaya, liberado en abril del presente año. También lo acusan de colaborar con una banda armada.
Según versiones periodísticas, el vasco vive en territorio mexicano desde 1992. Tres años más tarde se trasladó a Toluca, donde residía con su esposa mexicana