La Jornada 19 de diciembre de 1996

Recurre el PRI a la política del miedo para seguir en el poder: PAN y PRD

Oscar Camacho Guzmán Formas, contenidos y estilos de lo que serán el debate y la contienda electoral en 1997, fueron exhibidos ayer en la primera sesión de la Comisión Permanente, durante la cual el PRD y el PAN acusaron al PRI de pretender mantenerse en el poder mediante la misma ``política del miedo y el terror'' utilizada en 1994 para llevar a Ernesto Zedillo a la Presidencia de la República.

Desde la tribuna de la Comisión Permanente, perredistas y panistas indicaron que así como en 1994 los priístas manipularon el miedo a la guerra en Chiapas, ahora recurren a la ``política del terror'' con la amenaza de que si pierden el Congreso, habría un desastre económico y una fuga general de capitales, como apuntó en días pasados el nuevo dirigente nacional del partido oficial, Humberto Roque Villanueva.

En ese contexto, diputados y senadores del PAN y PRD consideraron que la designación -``desde Los Pinos''- de Humberto Roque Villanueva como presidente del PRI, no es otra cosa que la señal de que, de cara a los comicios de 1997, Ernesto Zedillo ``ha abdicado de su responsabilidad como jefe del Ejecutivo, para pasar a ejercer como jefe del PRI'', dejando a la Presidencia de la República ``acéfala por el momento''.

En respuesta, los diputados y senadores del PRI expresaron que, efectivamente, su aspiración es, ``y de eso no le quepa la menor duda a nadie'', mantenerse en el poder, pero rechazaron que pretendan alcanzar este objetivo ``a sangre y fuego''. ``Nuestras armas son el razonamiento y el convencimiento'', afirmó el priísta veracruzano Ignacio González Rebolledo.

Sobre los señalamientos de la oposición, en el sentido de que el presidente Zedillo hizo de lado la ``sana distancia'' entre la presidencia y el PRI al designar por dedazo a Roque Villanueva en el partido oficial, los priístas indicaron que ésta es una ``afirmación falaz y temeraria'', que sólo propicia ``irritación y molestia'' en los priístas y ``eriza el camino por donde deben transitar posibles acuerdos''.

Amado Cruz Malpica, del PRD, abrió el debate contra el PRI al señalar que la designación de Roque evidencia que Ernesto Zedillo ha renunciado a la intención de transitar por una reforma electoral real, para dar paso a la ``restauración del partido de Estado, dejando atrás la sana distancia'' que ofreció al tomar posesión.

Dijo que, como parte de esa estrategia para hacer ganar al PRI, seguramente en los próximos días habrá más cambios en el gabinete de Zedillo, los cuales alcanzarán a los ``salinistas visibles de su gabinete como Carlos Rojas, Arturo Warman, Adrián Lajous y Herminio Gris''.

Por el PRI respondió Artemio Iglesias, senador que de entrada confirmó la posibilidad de que se den los cambios de que habló Cruz Malpica, y señaló que ``todos los partidos, en tiempo y circunstancia, hacen estos actos y actúan de esta manera en función también de los tiempos políticos por venir''. Tiempos electorales en los cuales -dijo Igesias- la pretensión del PRI es ``permanecer en el poder, que esto no le quepa a nadie la menor duda, de la misma manera que legítimamente todos los demás partidos aspiran a ejercerlo''.

Luego, Ramón Sosamontes, del PRD, hizo un discurso que ``dolió'' a los priístas -según reconoció en posterior intervención Carlos Aceves-, al señalar que la decisión de Zedillo de remover a diputados priístas para ubicarlos en el PRI, ha terminado por hacer de la actual una ``Legislatura de utilería''.

Asimismo, Sosamontes alertó que la llegada de Roque al PRI y su discurso de que si pierde el partido oficial el Congreso habrá una fuga general de capitales, es una clara advertencia de que el Presidente y el PRI están ``pensando que a cualquier costo no se van a permitir elecciones libres'', pues ``todos sabemos que los grandes capitales son manejados por las propias gentes que están en el poder desde Miguel de la Madrid (sic)''.

También dijo que si los capitales se han ido del país en varias ocasiones, ello no se debe a que la oposición haya ganado elecciones, sino a las políticas de los priístas que han gobernado el país y a cosas tan ``aberrantes, gestadas en el salinismo, como los crímenes políticos y la política económica'' que mantiene Zedillo.

A mitad de la sesión los panistas se sumaron al debate. María Teresa Gómez Mont cuestionó también la muerte de la ``sana distancia'' ofrecida por Zedillo respecto del PRI y cuestionó a Roque Villanueva y su ``política del miedo'', con que pretende ``amenazar'' a los mexicanos.

``¿Qué fue lo que pasó en 1994?... ¿Fue culpa del PAN, del PRD o del PT? ¡No!... Fue el resultado de una mala administración de un gobierno emanado de las filas del PRI, que saqueó las reservas de nuestro país sólo para garantizar el triunfo de su partido.

``Y si hoy traemos este tema es debido al nombramiento de Roque, cuya designación pone en evidencia el fracaso de la renovación del PRI, pues todos sabemos quién tomó esa decisión, qué mano, qué dedo le dio un hasta aquí a Oñate y le ordenó a Roque para que, así como ha controlado a la diputación en la Cámara, pueda controlar a todos los priístas mexicanos'', afirmó Gómez Mont.

Con energía, la panista agregó: ``El presidente Zedillo quitó a Oñate y puso a Roque, y con ello abdica de su responsabilidad como jefe del Ejecutivo para ser jefe de su partido político. México hoy no tiene Presidente, hay un vacío del parte del Poder Ejecutivo y la Presidencia queda acéfala por el momento''.

Indicó que ``la designación de Roque Villanueva es la señal definitiva de que los cambios se están cerrando, de que se volverá a las viejas prácticas, de que hay la plena convicción, por parte de un sector en el poder, de frenar el proceso democratizador de México''.

El PRI envió entonces a tribuna a Ignacio González Rebolledo, quien descalificó todas las acusaciones: dijo que es ``falaz y temeraria'' la afirmación de que el Presidente de México ``quita y pone'' a los coordinadores del PRI en el Congreso; calificó de ``temerarias'' las aseveraciones de que el Presidente de la República designa al Comité Ejecutivo Nacional del PRI, y rechazó que el Presidente no tenga respeto por los demás poderes de la Unión.

En seguida, negó también que con los cambios la Cámara de Diputados quede como un Poder de ``utilería'', y que el PRI pretenda ganar a sangre y fuego los próximos comicios.

Advirtió a panistas y perredistas: ``Si lo que pretenden es llegar a un punto de encono innecesario, sólo puedo decirles que van por buen camino, por muy buen camino...''

Remataron el debate el perredista Félix Salgado Macedonio y el priísta Carlos Aceves del Olmo. Ambos con el lenguaje más duro de la sesión, pues en tanto que el legislador del PRD la emprendió directamente contra Roque y sus amenazas, y contra el Presidente Zedillo y su injerencia en el PRI, el diputado del tricolor reviró con ataques hacia Cárdenas, Muñoz Ledo, e incluso contra doña Amalia Solórzano viuda de Cárdenas, de quien dijo que era quien verdaderamente mandaba en el PRD.

Sumamente molesto, el coordinador del PRD, Pedro Etienne, pidió el uso de la palabra para responder a los ``insultos'' relacionados con doña Amalia Solórzano, pero para aclarar también que los perredistas responderán en el mismo tono en que les planteen el debate, y que ``si hay necesidad de darnos con la cubeta, nos vamos a dar con la cubeta'' con los del PRI.