Niega Limón que la Ley General de Educación tenga ``zonas oscuras''
Rosa Elvira Vargas Aunque a la Secretaría de Educación Pública (SEP) no le corresponde regular la actividad de las iglesias en los medios electrónicos, sí intervendrá cuando el clero ``toque aspectos esenciales referidos a la educación básica'', aseguró Miguel Limón Rojas, y sentenció que ni el artículo tercero constitucional ni la Ley General de Educación ``tienen zonas oscuras''.
Indicó que la autoridad educativa federal no impondrá lineamientos ni normatividades, pues éstos deben salir del consenso y discusión con las entidades del país, porque la federalización ha probado ser el mejor mecanismo para ampliar la cobertura educativa, la equidad, la extensión del servicio de enseñanza a más comunidades y la construcción de más y mejores espacios escolares.
En conferencia de prensa, Limón Rojas resaltó además que si bien la prestación del nivel postsecundario (medio superior, principalmente) no constituye una obligación jurídica para la SEP, significa en cambio un compromiso social, moral y político, sobre todo ante la perspectiva de un crecimiento notabilísimo de la matrícula del 30 por ciento.
Admitió que el sector educativo lleva tiempo ya de no considerar la relevancia del nivel medio superior, pero subrayó que existe la convicción de construir nuevas ofertas bajo la premisa de que todo joven que haya concluido su educación básica y quiera seguir estudiando ``lo pueda hacer''. Se trata, planteó, de ofrecer alternativas tanto propedéuticas como terminales.
Se tiene claro, añadió, que el nivel medio superior debe subsanar deficiencias que hoy tiene todavía la enseñanza básica y preparar debidamente a aquellos que continuarán hacia el nivel superior.
Antes, sin embargo, Limón Rojas había defendido el examen único de ingreso al bachillerato -para distribuir la matrícula en la zona metropolitana de la capital- porque se aplicó sin ceder a presiones, recomendaciones o situaciones marginales, aunque lamentó que en torno a esta prueba se desarrolló una estrategia para ``organizar el descontento'' de muchos estudiantes.
Hizo también un detallado recuento de los que llamó avances de la enseñanza en esta año: mayor cobertura y construcción de escuelas; crecimiento de la matrícula de preescolar y primaria indígena en 5 y 7 por ciento respectivamente; reforzamiento de la organización para hacer coincidir los programas compensatorios con el estímulo al arraigo del maestro; edificación, a través de Conafe, de 6 mil 500 espacios escolares este año; incremento de la telesecundaria en once por ciento e instalación, en todo el país, de 300 Centros del Maestro, entre otros.
También salió el tema de las acciones educativas introducidas por autoridades estatales al amparo de la federalización y se refirió concretamente al libro Así educa Guanajuato, así guía, del que expresó que la SEP hizo llegar sus comentarios sobre el mismo al gobierno de aquella entidad, ``y nos proponemos que se corrijan las deficiencias (que presenta) porque (ahí) entramos al terreno de la interpretación de la normatividad''.
En otro orden, Limón Rojas destacó que en México la educación seguirá siendo pública y que de eso ``no hay ninguna duda''. Aunque admitió que en muchos momentos el sistema educativo nacional se ha visto obligado a improvisar, dijo que en 75 años el país ha podido desarrollarse educativamente bajo los principios de gratuidad, obligatoriedad y laicismo.
También anunció que en los dos próximos años se renovarán los libros de Ciencias Naturales para quinto y sexto, y que se elaborarán materiales para Civismo en primaria y secundaria orientados hacia la formación de hábitos y la consolidación de valores