Impugnan Humanos del Mundo y sexoservidoras de La Merced la reglamentación
Miriam Posada García Las sexoservidoras de la Asociación Humanos del Mundo contra el Sida rechazaron integrarse a una legislación que surja de propuestas partidistas elaboradas sin que ellas, como parte central del fenómeno, hayan sido consultadas.
La representante Angélica Flores explicó que desconocen las iniciativas surgidas de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ARDF), pero dijo que la propia organización ha planteado algunas propuestas relacionadas con el pago de impuestos, restricción de calles, reglas sanitarias y reglamentación en general.
Dijo que las prostitutas no pueden estar sujetas a una reglamentación jurídica ni fiscal porque ``no tenemos un lugar ni un ingreso fijo; somos mujeres libres que estamos un día aquí y otro allá, no somos una empresa ni un negocio establecido''.
Para las mujeres de Humanos del Mundo, sujetarse a una reglamentación ``sería como estar esclavizadas'', además de que La Merced es una zona muy diferente a otras de la ciudad.
Angélica Flores detalló que los clientes que por lo regular acuden a esta zona son obreros, cargadores, empleados, gente de bajos recursos a la que no se le puede cobrar mucho. La diferencia entre lo que cobran las mujeres de Sullivan o de la Zona Rosa es muy grande si se compara con la tarifa en La Merced, subrayó.
También es necesario considerar, agregó, que una mujer joven gana más que una mayor y con mucho tiempo en este oficio; los ingresos nunca serán iguales y tampoco suficientes para vivir y pagar impuestos.
Respecto de la restricción de calles precisó que la postura de Humanos del Mundo se enfoca a respetar los derechos de quienes viven en la zona, su tranquilidad y derechos morales, pero antes habría que saber de qué manera piensan las autoridades resolver el problema de la reubicación, porque las mujeres no pueden dejar de trabajar.
Afirmó que las medidas sanitarias es una de las preocupaciones principales de las agremiadas, porque ``nuestra salud y la de nuestras familias es lo más importante'', aunque reconoció que hay grupos de mujeres ajenos a Humanos del Mundo ``en los que se refleja una gran inconciencia, pues son mujeres que no saben qué es ir a una revisión, deconocen si son portadoras del VIH y representan un foco de contagio''.
Asimismo, señaló que en su organización se han identificado cuatro casos de mujeres que padecen el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, quienes se retiraron del oficio, y algunas de ellas ahora se dedican a orientar a sus compañeras y otras permanecen en el anonimato.