La Jornada 21 de diciembre de 1996

Llama el arzobispo Sergio Obeso al activismo social y a crear ONG

En su mensaje de Navidad, el arzobispo de Jalapa, Sergio Obeso Rivera, hace un llamado a superar los ``males endémicos'' que, según dijo, aquejan a la sociedad mexicana: divorcio entre fe y vida; ignorancia y sincretismo religioso; sectarismo y división, e ideologización e incoherencia.

El también presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, precisa en el documento enviado vía fax que la Iglesia ``está invitada'' para ``alentar servicios públicos'', al solicitar a las autoridades la dispensa del impuesto predial para los que no puedan pagarlo; gestionar la escrituración de terrenos; apoyar en la formación de organismos no gubernamentales o multiplicar ``cuerpos intermedios en la sociedad''.

Reflexiona sobre los ``fracasos'' en la historia de México, los cuales, afirma, ``valdría la pena reconocer tratándose de los veracruzanos, (cuyo) pecado social ha hecho posible que en un estado al que el Señor ha dotado de recursos naturales abundantes, haya tanta pobreza en las mayorías, de codo con el derroche de unos cuantos privilegiados''.

Señala en el mensaje que será leído el 24 de diciembre: ``¡Cuánto tendrán nuestras familias que atacar, a la luz de la fe y con la fortaleza del espíritu, el mal trato a la mujer y a los niños, el divorcio, la infidelidad, el control natal a cualquier precio, el aborto..!'', y se pregunta acerca de la ``responsabilidad'' que tienen la Iglesia y los ciudadanos en la ``situación'' de corrupción, injusticia social, desempleo, violencia, drogadicción, inseguridad pública, impartición ``deficiente'' de la justicia y la tortura.

A nombre de los seis obispos de Veracruz --Luis Gabriel Cuara, José Guadalupe Padilla, Carlos Talavera, Lorenzo Cárdenas, Guillermo Ranzahuer e Ignacio Lehonor Arroyo--, el arzobispo Obeso Rivera hace un llamado para ``no quedarnos en el señalamiento de nuestros pecados, tratándose de un año (1996) marcado con el signo de la gracia y del perdón.

``(Por ello) sugerimos el recurso a abogados para atender casos particulares de presos, buscando, si es el caso, su liberación; (además) estamos invitados a alentar servicios públicos desde nuestra fe, solicitando la dispensa del impuesto predial para los que no puedan pagarlo; gestionando la escrituración de terrenos; apoyando las cáritas parroquiales; formando organismos no gubernamentales o apoyándolos para multiplicar cuerpos intermedios en la sociedad''.

De igual manera, el arzobispo plantea que se realice una encuesta domiciliaria para ``detectar cuál es la situación religiosa'' de los católicos. ``Nosotros, los obispos de Veracruz, estamos seguros de vernos secundados por nuestros sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos --estos últimos organizados o no-- e iniciar este movimiento de preparación en que ha entrado de lleno la Iglesia esparcida por todo el mundo''.

Por otra parte, el obispo de Tapachula, Felipe Arizmendi, también en su mensaje de Navidad manifiesta la necesidad de que el hombre se acerque a Dios para que ``abandone los caminos del mal, en los que tiende a adentrarse cada vez más''.

Y sostiene que ``hacerle abandonar estos caminos quiere decir hacerle comprender que se halla en una vía equivocada; quiere decir derrotar el mal extendido por la historia humana''.

Reflexiona sobre la actitud de los humanos hacia la palabra de Cristo, la cual, sostiene, ``se enfrenta con los que tienen el poder religioso, político y económico cuando éstos pretenden hacerse valer más que el mismo Dios o cuando sus conductas son contrarias al amor, la verdad y la justicia''. (Alma E. Muñoz).