Rechazo generalizado de los peruanos a una operación militar
Oscar Camacho Guzmán, enviado, Lima, 21 de diciembre Cuatro días después de que un comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) tomó por asalto la residencia del embajador japonés en Perú, el presidente Alberto Fujimori rompió el silencio y, en un mensaje difundido esta noche por televisión en cadena nacional, ofreció una salida pacífica y dialogada, siempre que el grupo rebelde deponga las armas y libere sin condiciones a los 343 rehenes.
Poco después del mensaje presidencial, la dirigencia del MRTA informó en un comunicado que ordenó a sus unidades de fuerzas especiales y a sus comandos atacar objetivos económicos y militares en todo el país si Fujimori ordena irrumpir en la residencia del embajador de Japón.
El presidente peruano dio a conocer su mensaje luego de reunirse durante varias horas con el Consejo de Ministros para estudiar las cartas del grupo armado que le hizo llegar este día la comisión negociadora integrada por el congresista Javier Díez Canseco, el ex candidato presidencial Alejandro Toledo y los embajadores de Brasil, Corea del Sur y Egipto.
La demanda de que el gobierno asumiera la vía pacifica y negociada había crecido desde el primer día de la crisis de los rehenes, y hoy prácticamente se convirtió en un clamor de casi todos los sectores peruanos, desde integrantes y jerarcas de la Iglesia hasta intelectuales, políticos de todas las corrientes e incluso diplomáticos como el canciller de Japón, quien se encuentra en este país para atender personalmente el asunto.
La posibilidad de que el gobierno anunciara su decisión de optar por una solución negociada con el grupo armado comenzó a vislumbrarse desde que la comisión negociadora, encabezada por el congresista Díez Canseco y el ex candidato presidencial Alejandro Toledo, anunció en conferencia de prensa que, luego de horas de pláticas con el gobierno, se había obtenido el compromiso de que las autoridades no recurrirían a la solución armada.
``Hoy hemos dado un paso adelante'', dijo Díez Canseco luego de informar que el representante de Fujimori, Domingo Palermo, les aseguró que el gobierno optaría por la vía negociada y que no recurriría a las armas. ``Cada vez van perdiendo más terreno los duros, tanto de adentro como de fuera del país'', indicó Díez Canseco.
Mensaje de Fujimori
Todos los sectores habían demandado que Fujimori aclarara la posición del gobierno, pues desde que empezó la crisis el mandatario no había hecho pronunciamiento alguno.
Sorpresivamente, Fujimori apareció en televisión a las diez de la noche. De entrada, cuestionó al MRTA: ``No vamos a aceptar que la fuerza de un comando terrorista vaya a imponerse sobre 23 millones de personas que rechazan esos métodos. Tampoco que con esta toma de rehenes se reproduzcan magnificadas, las famosas cárceles del pueblo, de tan doloroso recuerdo''.
Agregó: ``No se puede hablar de paz y acuerdos mientras se utiliza el terror como principal argumento. Desde el inicio de este problema el gobierno puso en practica una situación de emergencia que por razones obvias no publicitó para evitar derramamiento de sangre''.
Explicó que, como parte de esta estrategia, ``el gobierno no ha planteado soluciones de fuerza y por consiguiente no ha rehuído el diálogo, como queda demostrado con la designación del ministro Domingo Palermo como interlocutor, quien con la intermediación de representantes de la Cruz Roja logró la liberación de 37 rehenes''.
Por lo demás, sostuvo, ``está claro que la liberación de quienes perpetraron asesinatos terroristas es inaceptable dentro del marco de las leyes peruanas vigentes y por criterios de seguridad nacional''.
Sin embargo, ``el gobierno no elude su responsabilidad en la búsqueda de una salida con la más clara disposición para actuar con sentido humanitario y procurar que este problema se solucione por la vía pacífica, es decir, lograr una salida que no vulnere derechos humanos ni de rehenes ni de captores''.
Sintetizó: ``La propuesta es concreta: que los captores depongan las armas ante una comisión de garantes y que faciliten el desalojo de todos los rehenes, sin excepción. De esta manera también quedará descartado el uso de la fuerza por parte del Estado peruano y de ahí, con toda garantía, una salida que se puede estudiar''.
Solución negociada, exigencia en Perú
El mensaje de Fujimori fue el colofón de una jornada de arduas negociaciones, encuentros y reuniones de gabinete. El día comenzó con una reunión de la comisión que presiden Díez Canseco y Alejandro Toledo con el secretario de Educación, Domingo Palermo. Este encuentro duró varias horas y luego la comisión se entrevistó con el canciller de Japón, Yukihko Ikeda, a quien informaron que el representante del Ejecutivo les garantizó que no se recurrirá a la solución militar.
Al término del encuentro con Ikeda, Díez Canseco informó a un grupo de reporteros que se había dado ``un gran paso adelante'' para evitar una salida militar, pero advirtió que estaba lejana la posibilidad de una solución política.
Ante las preguntas de los reporteros para que explicara a qué se refería, Díez Canseco dijo que si bien el gobierno ya había descartado la vía armada, aún falta que el MRTA diga en qué consiste su salida de negociación integral, y que el gobierno manifieste públicamente su disposición a una alternativa política. Señaló que esta opción debe prever que de esta crisis se pase a un acuerdo serio que no sólo resuelva el problema de los 400 presos del MRTA, sino que logre que el movimiento armado pueda insertarse en la vida política del país, o bien que deponga las armas.
Al respecto, demandó al gobierno no creer que simplemente está tratando el problema de un secuestro con una banda; eso, indicó, no va a resolver el problema de fondo, que es el clima de inseguridad que este secuestro ha evidenciado. Pero acotó: ``Yo no soy el negociador. Me limito a expresar una posición que tenemos, creo que todos, y es una posición que debe ser escuchada por quienes tienen la responsabilidad de solucionar este asunto''.
Advirtió que esta crisis no puede ventilarse como si fuera una telenovela, pues hay cientos de vida en juego, y dentro de la residencia hay un grupo armado dispuesto a todo, con gran cantidad de armas, explosivos y cohetes.
Falsa versión de liberación total
Cuando Díez Canseco y Toledo se encontraban con el canciller japonés, una persona que dijo ser el comandante Evaristo dijo vía telefónica a la emisora Radioprogramas de Perú que el comando del MRTA había decidido dejar en libertad a todos los rehenes el 24 de diciembre a las 22 horas y que a cambio el MRTA depondría las armas.
Interrogado por la prensa, Díez Canseco respondió: ``No tengo ninguna información que se acerque cercanamente a una versión de ese estilo. Yo no he tenido contacto con gente que está dentro, ni he tenido información del gobierno que indique que algo así puede ocurrir, y no he recibido ninguna indicación del canciller de Japón de que una solución tendría un carácter tan cercano''. Horas después, la propia emisora indicó que no podía confirmar la veracidad de la declaración.
Primeros contactos
Esta tarde se produjo el primer contacto de periodistas con dirigentes del MRTA y rehenes a través de radiotransmisores portátiles. El primero en hablar fue el líder del comando del MRTA, Néstor Cerpa, quien reiteró los motivos de la lucha de esa organización, demandó una solución negociada y abrió la posibilidad de que el MRTA pueda incorporarse a la vida política.
Según Cerpa, el MRTA tiene ``objetivos sociales'', pues su lucha responde a la ``política de injusticia'' practicada por el gobierno peruano y reiteró que la toma de la sede diplomática fue una ``medida extrema'' para que se conozca la situación en que se encuentran los cientos de militantes de ese grupo presos.
Sobre la suerte de los rehenes, el dirigente del MRTA informó: ``A los señores que no tienen vinculación con el gobierno los iremos liberando paulatinamente, y los que tienen que ver con funciones de gobierno... todo dependerá de la voluntad del gobierno''.
Insistió en que las demandas presentadas por los rebeldes deben ser entendidas y resueltas ``necesariamente dentro del marco de una solución integral e incluso política, que pasa por liberar a nuestros compañeros, quienes también tienen familias y niños''.
Cerpa agregó que los miembros del comando han explicado a los cautivos los motivos de la lucha del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru. Les han explicado que están contra ``la situación de violencia política que se vive en nuestra patria y es producto de la situación de injusticia''.
Sobre la posibilidad de que el MRTA se convierta en una fuerza política y deponga las armas, Néstor Cerda afirmó: ``El proceso para un acuerdo de paz tiene distintas etapas, y nosotros no negamos ninguna. Si todo marcha bien, lógicamente puede llegar esa etapa, pero tienen que cumplirse otras etapas''.
Luego habló el canciller peruano, Francisco Tudela, y en seguida el embajador japonés, Morihisa Aoki, quienes informaron que los han tratado bien y demandaron una salida negociada para proteger las vidas de los rehenes. Tudela exigió que el gobierno abra de inmediato una línea de comunicación directa con el comando y que se solucionen los problemas de agua, luz y alimentos en el interior de la residencia.
Trascendió que el gobierno peruano no consultó al japonés su decisión de cortar los suministros de agua, luz y teléfono, y que el canciller Ikeda fue tomado por sorpresa, ya que se enteró de esa medida cuando se entrevistó con algunos mediadores extranjeros.