Preciso, legislar ya sobre el órgano de fiscalización: PAN; será difícil: PRI
Elena Gallegos Las fracciones parlamentarias deben tratar de buscar acuerdos para resolver las reformas que quedaron pendientes, principalmente la del Poder Legislativo y la creación del Organo Superior de Fiscalización, para atemperar los riesgos que conlleva la pretensión de restaurar el viejo presidencialismo autoritario, consideró el coordinador de la bancada del Partido Acción Nacional en la Cámara de Diputados, Ricardo García Cervantes.
Por su parte, la secretaria de Finanzas del PRI, Rosario Guerra, dijo que difícilmente su partido podrá lograr acuerdos antes del próximo periodo ordinario de sesiones (marzo-abril) para crear el Organo Superior de Fiscalización, asunto crucial para los priístas.
``Para nosotros --explicó--, todo lo que tenga que ver con el combate a la corrupción es fundamental y es un asunto que nos lastima, pero la oposición buscará sacarle raja política en las campañas de 1997''.
Respecto a la posibilidad de que pueda convocarse a un periodo extraordinario de sesiones para resolver lo referente a los derechos indígenas, Guerra sostuvo que eso dependerá no sólo de que haya un acuerdo en San Andrés, sino de que los partidos puedan alcanzar consensos. Al respecto, García Cervantes advirtió que será el Congreso el que legisle sobre la materia, independientemente de que la Cocopa tenga un proyecto y de que el Presidente la República lo acepte.
``Considerando que el papel de la Cocopa ha sido fundamental en el esfuerzo que se realiza para resolver el conflicto en Chiapas, es aquí donde deben legislarse con toda responsabilidad los derechos indígenas, asumiendo no sólo que son parte medular de la negociación, sino que también debe velarse por el interés del país y que dicha reforma debe estar dentro del marco de Estado de derecho y del Estado nacional'', explicó.
Tanto García Cervantes como Guerra hicieron un breve recuento de las iniciativas que quedaron pendientes. Ninguno de los dos cree que algunas de las más importantes, como la acordada reforma del Poder Legislativo, pueda concluirse antes de que terminen las labores de la actual Legislatura.
``No sé si haya de mi parte un exceso de optimismo --comentó el coordinador panista--, pero creo que precisamente por ser 1997 un año electoral pudiera ser una muestra de política eficiente, generadora de bienes públicos como pueden ser las reformas legislativas, que los partidos llegaran a acuerdos en asignaturas pendientes''.
Además, si se lograran esos acuerdos parlamentarios en 1997 habría ``condiciones menos peligrosas como las que se prevén con la nueva actitud autoritaria del partido de Estado, que orienta toda su gestión a restaurar el viejo presidencialismo''.
El trabajo legislativo --continuó-- podría atemperar esta actitud. Los proyectos ahí están y que salgan adelante no depende de la mayoría, ``sino del dueño de la mayoría''.
El panista se refirió luego a algunos de los temas pendientes, que no se limitan a la reforma al Poder Legislativo. ``Si ustedes recuerdan, se había diseñado una agenda que contenía los temas de la gran reforma del Estado que, se dijo entonces, se haría de consenso y con la participación de las distintas fuerzas políticas y sociales''.
``Parece que el presidente Zedillo quiere seguir endosando al futuro la solución de buena parte de los problemas nacionales y que requieren una transformación estructural acordada por todos'', aseguró.
Dijo que se sigue posponiendo lo mismo la urgente reactivación del campo mexicano que la realización de una verdadera reforma educativa o la aplicación de un auténtico federalismo que dé vigor a los municipios.
``El gobierno y su partido le apuestan todo a las cifras macroeconómicas y a la posibilidad de mercadotecnia electoral que eso representa, sin importar que esto no le diga nada a 40 millones de pobres y que se genere una nueva concentración de la riqueza. Vamos a crear otros nuevos 20 multimillonarios'', concluyó.
Por su parte, la diputada Guerra aseguró que a principios de año se reanudarán las negociaciones con los partidos de oposición para tratar de sacar adelante en el próximo periodo de sesiones (marzo-abril) la reforma constitucional y legal que creará el Organo Superior de Fiscalización.
Señaló que aún hay algunas diferencias con la oposición, principalmente con el PAN, y estimó difícil que antes de las elecciones de 1997 pueda llegarse a un acuerdo, pero ``nos interesa especialmente esta reforma y estamos dispuestos a encontrar alternativas para sacarla adelante''.
Uno de los puntos de desacuerdo --explicó-- es si un órgano colegiado, como lo propone la iniciativa presidencial enviada a la Cámara de Diputados en diciembre de 1995, o una sola persona deben dirigir la nueva instancia de fiscalización. ``Nosotros hemos acercado nuestra posición a la del PAN aceptando que el cuerpo colegiado lo presida alguien, pero las cosas continúan atoradas''.