La UNAM ya no atrae a los mejores estudiantes: premio de Ciencias 1992

Georgina Saldierna V. La presencia de la UNAM fuera de la zona metropolitana se ha reducido y muchos de los mejores alumnos del país ya no aspiran a estudiar en esta institución, consideró Lorenzo Martínez Gómez, premio Nacional de Ciencias 1992, al pedir que el próximo rector de la Universidad Nacional aplique programas para revertir esa tendencia.

Señaló que las instituciones tienen el deber de servir a la sociedad a la que pertenecen y ser muy imaginativas para que la población efectivamente se sienta servida.

Con base en lo anterior, el investigador del Instituto de Física de la UNAM dijo que la presencia de la Universidad Nacional puede fortalecerse por varias vías. Entre ellas abrir más oportunidades de educación superior en las actuales instalacio- nes, crear nuevas posibilidades de enseñanza en polos regionales, desarrollar una campaña nacional para llevar posgrados de excelencia a diversas partes del país y ser un importante actor en el proyecto nacional de elevar al nivel de posgrado a la mayoría del personal académico de las universidades de los estados.

En entrevista, reconoció que la UNAM vive graves problemas, entre ellos, el que su personal académico se encuentra desencantado y con muy poco entusiasmo. Por tal razón, consideró que el sector docente debe ser fortalecido con una política tendiente a crear oportunidades de superación académica y salarial.

Respecto del presupuesto de la máxima casa de estudios del país, el especialista en metalurgia señaló que se necesita habilidad e imaginación para generar fuentes alternas de financiamiento porque la UNAM tiene una dependencia demasiado fuerte del presupuesto federal.

Por su dimensión, el presupuesto de la Universidad Nacional es de gran magnitud, por lo cual el nuevo rector deberá mostrar experiencia en la asignación cuidadosa y acertada de cantidades enormes de financiamiento, consideró.

La UNAM es una entidad plural, comentó. En su seno están representadas la mayoría de las corrientes del pensamiento del país y la vida de la Universidad dependerá de la habilidad política de sus actores para respetar a los otros, y el rector es uno de los principales.