Formal prisión al chofer de los Balderas; insiste en su inocencia
Ricardo Olayo El juez del caso Balderas, José Eligio Rodríguez Alba, declaró formalmente preso a Alejandro Pérez de la Rosa porque, según dijo, hay suficientes elementos para suponer su participación en el quíntuple homicidio cometido el pasado 4 de diciembre.
Al escuchar la decisión, Pérez de la Rosa afirmó que es inocente y responsabilizó del crimen a dos empleados de la casa donde vivía la familia Balderas, en el Pedregal. Salió a la rejilla de prácticas con dos gasas en la cabeza, y al conocer su situación legal, dijo: ``en el nombre de Jesús, el asesino es otro''.
En tanto, su hermano Leopoldo dijo a los reporteros que recibió una llamada telefónica en la que lo amenazaron para que ya no cuestione la validez de la declaración de Alejandro.
Al final de la diligencia realizada ayer en la tarde en el juzgado 50 con sede en el Reclusorio Oriente, el juez dijo que Pérez de la Rosa está lúcido y se ubica perfectamente ``en tiempo, lugar y espacio'' para narrar sobre los hechos de que está acusado.
Dijo que el buen estado de salud se demuestra con los exámenes médicos practicados por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), depen- dencia que tomó la primera declaración del chofer, en la que se inculpa de los asesinatos.
El juez Rodríguez Alba indicó que las pruebas aportadas por la PGJDF, entre ellas cabellos de las víctimas, pisadas del propio chofer y su declaración, fueron tomadas en cuenta para dictar la formal prisión.
En la diligencia estuvieron presentes Maricela Acevedo, concubina de Alejandro, sus padres y otros familiares, quienes se molestaron por las numerosas fotografías que les tomaron los reporteros gráficos. Sólo Leopoldo, el hermano mayor, habló de la ``injusticia que se cometía al declararlo preso''.
En entrevista indicó que las autoridades de la PGJDF les pidieron que no hicieran declaraciones a la prensa, pero sorpresivamente enviaron a su hermano al reclusorio, acusado del homicidio.
Por la mañana, el director de Servicios Periciales de la PGJDF, Eduardo González Mata, dijo que las pruebas psicológicas y psiquiátricas practicadas al chofer indican que está apto para declarar.
Dijo que luego que los médicos del hospital Xoco lo dieron de alta el domingo pasado, lo llevaron a la reconstrucción de los hechos y a rendir su declaración.
En ese momento, el chofer dio detalles del lugar donde escondieron el arma al final del crimen y de todo lo ocurrido antes y durante los hechos, afirmó González Mata.
El funcionario recordó que Pérez de la Rosa siempre ``se hizo el gracioso'' y bromeaba mucho, por lo que su actitud de llorar y gesticular en el juzgado no le parece extraña.
Según explicó al ser llevado a la casa de sus patrones en el Pedregal, recordaba con exactitud el tipo de autos que había en la residencia, la habitación de cada miembro de la familia, y manejaba fechas y horas con precisión.
Se le aplicó una prueba de lectura que pasó sin problemas. Al narrar el momento del crimen, según dijo González Mata, el chofer dijo que dio dos golpes a Fernando Balderas y lo ``dejé quietecito''.
Luego se refirió a Martín y Josefina, quienes eran sirvientes de la familia y están considerados por la PGJDF como sus cómplices. En su declaración explicó que lo golpearon y se llevaron dinero y joyas.
Sin embargo, después de esa declaración, en el juzgado, Pérez de la Rosa se ha declarado inocente y su familia ha dicho que no está apto para declarar por los golpes que recibió.
Todo concuerda: Romero Apis
Por la noche, en el noticiario 24 Horas, el subprocurador José Elías Romero Apis dijo que el chofer de la famila Balderas pudo recuperarse de los dos golpes que recibió en la cabeza y esconder junto con sus cómplices el cincel utilizado como arma homicida, lo cual fue declarado por el propio Pérez de la Rosa ante el Ministerio Público.
Indicó que hay pruebas suficientes para fincar responsabilidad al chofer, y que el día del crimen pidió autorización a la familia Balderas para quedarse en la noche en su casa, lo cual concuerda con las declaraciones de los fmiliares de que no llegó a dormir a su domicilio. Romero Apis dijo que Pérez de la Rosa jamás estuvo en coma, sino en un tratamiento, bajo los cuidados de los médicos del hospital Xoco.